‘Aurora’, la colección de Narbon sobre la alegoría del sueño

09 / 12 / 2020
POR Elisa Sanz

Hablamos con la diseñadora, Patricia Narbon, sobre su reciente proyecto, un mundo mágico inspirado en la novela de Zoe Valdés, ‘Cazadora de astros’.

 

El atelier Narbon nos presenta su tercera colección. Un mundo donde los sueños, la espiritualidad y la artesanía se juntan para crear prendas distinguidas y románticas. La diseñadora barcelonesa se ha inspirado en esta ocasión en el libro, ‘La Cazadora de astros’ de Zoe Valdés. La trama se centra en la desconocida y apasionante vida de la pintora española surrealista Remedios Varo. Una novela magnética y deslumbrante, al igual que la colección de Patricia Narbon.

En esta ocasión, veremos piezas de corte victoriano que contrastan con vestidos vaporosos de tul ligero. Grandes mangas abullonadas, volantes y adornos protagónicos. Patricia juega con diferentes volúmenes y largos, creando la sensación de olas de mar. Además, podemos encontrar un vestido de escamas y un traje de terciopelo azul marino con apliques de estrellas y lentejuelas que cierra la colección. A continuación, hablamos con la creadora para que nos cuente todos los detalles ‘Aurora’.

¿Por qué te inspiraste en la novela de Zoe Valdés ‘La cazadora de astros’?

Cuando comienzo una colección, el espíritu, la idea desnuda ya existe. Y por la esquina del ojo entreveo colores y formas. Al leer ‘La cazadora de astros’ la colección tomó contexto, como un ‘click’. Las mujeres en el arte siempre me dan fuerza creativa, y en especial la figura de la pintora Remedios Varo tan venerada en México y casi desconocida en su propio país, se sintió extremadamente familiar.

Vemos que hay gran semejanza entre las obras de Remedios Varo y tu nueva colección. Hay un aura mágica que envuelve a ambos trabajos, ¿qué es lo que más te atrae de su obra?

Me atrae el misticismo y como llena un vacío espiritual. Especialmente hoy en día que hay tantas cosas hechas de manera calculada, fría y sin alma. Me atrae la calidez de un espíritu vivo, de obras creadas con intención. Veo el mundo como a la suma de muchas partes que funcionan juntas, elementos que crean significado cuando se unen. Mi objetivo es recrear esas partes invisibles, así como Remedios traducía los sueños.

¿Por qué decidiste utilizar la alegoría del sueño para estructurar la colección en dos partes?

En mi trabajo siempre está presente el concepto del Alter Ego, las múltiples personalidades coexistiendo en un cuerpo. No somos los mismos cuando soñamos, y me gusta pensar que al dormir abrimos la puerta a otras versiones del “yo”. Al acabar la colección, observé que las prendas se agrupaban por si mismas en dos grupos: por un lado, esa parte más dulce y caótica del sueño dónde los colores son más suaves, las formas infinitas y nos rendimos a la inconsciencia; por otro lado, el sueño profundo que se vuelve lúcido de texturas y formas, con prendas que cree de manera muy orgánica, trabajando directamente sobre el maniquí, siguiendo la tela. En esta segunda parte los colores son más violentos, hacen más ruido, la realidad del sueño se vuelve poli cromática.

El traje de terciopelo azul que has confeccionado no lo has incluido en estas dos partes, sino, que lo has dejado fuera, como el “final del viaje”, ¿por qué?

Si la colección fuera una pieza musical clásica, cada movimiento (o parte de la colección) tendría una estructura, tiempo y ritmo diferente. El traje de terciopelo es el fin, cuando la última nota muere, y sale la luna, y las estrellas, y todo es silencio, pero un silencio muy suave y precioso. La conclusión de una existencia.

Narbon es una firma muy joven. La primera colección fue en 2019, ¿por qué diste el paso de crearla? ¿Constaste con apoyo para hacerlo?

Mi plan era hacer prácticas en Italia. Pero después del show de graduación la Asociación de Moda de Austria (AFA) me concedió una beca y empezaron a llegarme consultas de fotógrafos, estilistas, revistas, shows internacionales, clientes… Fui atrasando las prácticas hasta ahora. No descarto trabajar para otra firma en algún momento de mi carrera, pero por el momento no me bajo de un caballo que ya corre.

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¿Qué es lo que diferencia a esta nueva colección de las dos anteriores?

Tengo un gran amor por el color, los estampados y la ornamentación. Soy una persona maximalista. En mis colecciones anteriores he creado sin límites, de manera muy espontánea, creando cada look como a una unidad. Aurora es una colección con más silencio. Más íntima. Empezando suave, cada look se ha ido construyendo en base al anterior, creando un ritmo ascendiente y una estética más linear. Siento esta colección más madura, más adulta, con pinceladas de inocencia, pero una gran determinación.

¿De qué manera las fotografías digitales de Tim Cavadini dialogan con tus prendas?

En el elogio de la sombra, Junichiro Tanizaki escribe sobre la penumbra, el juego del claroscuro, y como en la existencia de esta oscuridad se esconde el secreto de la belleza. Tim crea fotografías serenas, de belleza sutil y siempre atento a la iluminación (o falta de ella). Prendas de lentejuelas nacaradas se vuelven vivas poniendo el foco en el detalle, y dejando que resplandezca en la tiniebla. Creando siluetas de fondo, que a su vez resaltan las cualidades naturales de las prendas.

Para crear tus colecciones te inspiras en la cultura, naturaleza y surrealismo artístico de nuestro país. ¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración españolas a la hora del proceso de creación?

Es difícil destacar un solo elemento. Todo me inspira y no puedo elevar un referente por encima del resto. Son mis raíces. Lo único que podría destacar es el «mood». El «ambiente», la energía.

A pesar de tener una corta trayectoria, ya has tenido bastante reconocimiento a nivel internacional. ¿Qué supone eso para una persona que acaba de empezar?

Es algo bueno, por supuesto. Tener un público que conecta con mi proyecto es algo fantástico. Sobre todo, al principio, cuando hay tantos pasos a ciegas, es un gran apoyo tener gente que cree en lo que hago.

Durante tus estudios en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena, tuviste como tutor a Hussein Chalayan, considerado uno de los diseñadores más visionarios y transgresores de los últimos veinte años, ¿cómo fue la experiencia? ¿te ha influido a la hora de crear tus piezas?

El estilo de Chalayan es muy diferente al mío, pero nunca me limitó en mi proceso creativo. Como a profesor, aprendió mi idioma y me ayudó a refinar mi estilo. Los fittings fueron siempre una buena experiencia, aprendí mucho de cada encuentro; La metodología, cada paso del proceso productivo de una colección y el papel del director creativo. Para entender mejor mis conceptos aludía constantemente a las películas de Almodóvar… es una persona global, algo que admiré y sigo admirando de él.

¿Cómo te imaginas a Narbon de aquí a cinco años? ¿Qué veremos en tus próximas colecciones?

Global. Más magia.

 

 

 

Descubre más en @patricia_narbon  y @ateliernarbon

 

Créditos

Fotografía: Tim Cavadini

Pelo y maquillaje: Sarah Bzoch

Modelo: Katia

Polaroids: Patricia Narbón