De la Sirenita o la Cenicienta. Sus princesas promueven una idea estereotipada de mujer perfecta físicamente, servicial, obediente, callada y dependiente.
Cenicienta
Sus películas marcaron nuestra infancia, hemos crecido con ellas, todos teníamos un personaje favorito, pero ¿éramos realmente conscientes de lo que nos estaban enseñando? Puede que ahora que somos mayores, hayamos abierto los ojos y nos hayamos dado cuenta de las conductas machistas y violentas que se escondían tras estos dibujos. Sin embargo, los niños continúan siendo espectadores de estas películas que de algún modo, influyen en su educación y su forma de entender el mundo.
La Bella Durmiente
Durante sus primeros años, los más pequeños están en contacto con este tipo de contenido, que más tarde suelen tomar como ejemplo de conducta. Lo que Disney nos presentaba como una mágica historia de amor entre una joven y un apuesto príncipe que se casaban, vivían felices y comían perdices, no era más que el mismo patrón patriarcal repetido una y otra vez. Una idea de amor romántico que para nada se ajustaba a la realidad y mostraba que la vida de las protagonistas no tenía sentido hasta que aparecía un hombre en sus vidas.
Blancanieves y los siete enanitos
Lo que tienen en común estas películas dirigidas a niñas y protagonizadas por personajes femeninos, es que en ningún caso toman decisiones, opinan o deciden por su futuro, tal y como afirmaba la periodista Henar Álvarez en uno de sus artículos. Pero para eso están los príncipes, que aparecen para rescatarlas, elegirlas y decidir por ellas sin tener en cuenta su opinión. En La bella y la bestia, Bella es acosada por Gastón porque se niega a aceptar un no por respuesta, Blancanieves apenas habla durante la película a pesar de ser la protagonista y además se encarga de atender a los 7 enanitos. La Bella Durmiente necesita un beso del príncipe para volver a la vida y Ariel renuncia a su vida bajo el mar, su familia y sus amigos por amor.
La Bella y la Bestia
Las películas Disney, en este caso las de princesas, fomentan una idea estereotipada de la mujer: perfecta físicamente, servicial, obediente, callada y dependiente. Por otra parte, los personajes masculinos son los salvadores, protectores y los único que dan sentido a las vidas de las protagonistas.
La Sirenita
Los niños aprenden por imitación y a esas edades tan tempranas todo lo que ven se convierte en un ejemplo para ellos, en su realidad. Además, si miran a su alrededor se darán cuenta de que esas películas son el reflejo del mundo en el que viven, porque aquellos niños que un día se criaron con Disney, crecen y reproducen esos modelos de conducta que han aprendido de las películas con las que tanto disfrutaban. Como consecuencia de esto, la sociedad acaba normalizando estos comportamientos, que terminan formando parte de nuestra cultura. Sin embargo, nunca es tarde para abrir los ojos y educar a los más pequeños con contenido que apueste por la igualdad entre ambos géneros.
–
