El machismo no envejece: se está haciendo cada vez más joven

17 / 07 / 2019
POR Daniela Calderón

Tendemos a asociar las conductas retrógradas con la población más envejecida, pero el I Informe sobre Jóvenes y Género nos muestra que, la igualdad, no termina de asentarse entre las nuevas generaciones. 

Fotografía de School of Feminisim

Durante los últimos años, el feminismo parece haber ganado terreno en nuestras vidas. Vemos anuncios donde los hombres limpian, películas sobre princesas que no necesitan ser rescatadas y estadios que se llenan para ver fútbol femenino. Al echar un vistazo a nuestra nueva cultura pop, cualquiera diría que la igualdad ya ha ganado la partida. Pero nada más lejos de la realidad.

Según los datos más recientes del Instituto Europeo por la Igualdad de Género, España aprobaría por los pelos y es que, nuestro país apenas puntúa un 54 sobre el total de 100 puntos. Ante estas estadísticas, la FAD se ha propuesto saber más sobre la idea de género entre nuestros jóvenes para conocer más de cerca, de qué forma evoluciona nuestra sociedad.

Las estadísticas obtenidas en este Primer Informe sobre Jóvenes y Género no son nada alentadoras. Los resultados del estudio muestran una juventud donde, se entiende el feminismo de forma superflua. La igualdad no llega a calar en la intimidad de la sociedad y, según estos datos, las parejas actuales experimentan unos niveles de desigualdad que podrían superar a los de las generaciones anteriores.

A partir de las respuestas de los participantes del estudio, los jóvenes fueron divididos en tres grupos:

 

CONSCIENTES Y EQUITATIVOS

Suponen un 44% de la muestra y son los que mostraban una actitud más reacia hacia las conductas de género tradicionales. Este grupo abraza las ideas de liberación femenina, acepta una nueva forma de masculinidad menos agresiva y son también más abiertos con respecto a la bisexualidad y homosexualidad. Además, todos los integrantes muestran una fuerte preocupación ante el crecimiento de la violencia de género y se muestran implicados con los movimientos feministas.

 

TRADICIONALES Y SEXISTAS

Este subgrupo supone un 39% de la muestra y en la mayoría son hombres (62%). Es en este segmento en el que se refleja una ideología más preocupante. En este grupo se normalizan conductas como los celos o la actitud posesiva de las parejas sentimentales, especialmente de hombres hacia mujeres. Están en contra de los nuevos valores, como la liberación sexual de la mujer pues, para ellos, esta actitud no debe ser la norma que rija el sexo femenino.

Sin duda, los insights más alarmantes de todos los extraídos de este grupo es que una décima parte ve aceptable la violencia hacia la pareja, grabar o fotografiar escenas íntimas sin consentimiento del otro e incluso, tener la potestad de decidir qué ropa puede vestir nuestra pareja.

 

NEGACIONISTAS O CONSERVADORES

De nuevo con mayoría masculina (65%), este grupo se compone de un 17% del total de encuestados. Sin duda este es el segmento más complicado y contradictorio de la muestra pues, exhibe actitudes opuestas en muchas de las preguntas. Defienden relaciones de pareja tóxicas y autoritarias pero a la vez restan importancia a las infidelidades. Además, niegan la existencia de la brecha salarial o la desigualdad de oportunidad entre hombres y mujeres.

Foto cortesía de School of Feminisim

Como vemos, la mayoría de los participantes en el estudio siguen teniendo unos valores extremadamente conservadores que chocan con la oleada feminista que parece florecer en occidente. Otra de las grandes preocupaciones que podemos extraer de este estudio es que, los adolescentes inician sus relaciones a una edad cada vez más temprana, lo que ha llevado a un aumento exponencial de casos de violencia de género en edades que oscilan entre los 12 y 14 años.

Parte del problema se puede explicar por la falta de referentes de la nueva masculinidad. Mientras que para las mujeres han ido surgiendo nuevos modelos a seguir, ellos se han quedado a la deriva en una sociedad donde la masculinidad tóxica está desfasada pero que a la vez, no les ofrece un ejemplo de hombre feminista que sea exitoso en todos los ámbitos.

Nosotras también tenemos parte de la culpa y es que, seguimos teniendo actitudes machistas en lo referente a los hombres. Para las chicas, el sexappeal de un chico sigue teniendo mucho que ver con cierto toque canalla que tiene de forma implícita algo de violencia y autoridad sobre las mujeres.

La conclusión es que, a ambos géneros nos queda mucho por avanzar para conseguir una sociedad libre de construcciones de género que nos instruyan sobre cómo comportarnos para resultar más atractivos.