Aunque Gustave Curbert pintor el cuadro en 1886 por encargo del diplomático y coleccionista turco Khalil-Bey, no fue hasta 1996, cuando Jacques Lacan encontró el cuadro en Francia y fue así como, después de más de un siglo salió a la luz y se colocó en el Museo d’Orsay de París. Por aquel entonces, El origen del mundo causó una gran sensación. Un pubis en primer plano incluso a finales del siglo pasado todavía generar polémica. Desde entonces mucho se ha especulado con la identidad de la modelo. Se creyó que podía ser la amante del creador de la obra, Joanna Fisherman, o la condesa de Loynes, Jeanne de Torubey; pero ambas opciones se descartaron. Ha sido el escritor Claude Schopp quien nos ha resuelto las dudas hace unos días. Este descubrimiento ha sido posible ya que Schopp comenzó a analizar la correspondencia de George Sand y Alexandre Dumas. Sin buscarlo, encontró una frase que le resultó extraña: “No se puede pintar con el pincel más delicado y sonoro la entrevista de la señorita Quéniaux de la Ópera”. Cuando la leyó pensó que la palabra entrevista no decía nada, así que decidió buscar el manuscrito original y vio que, en realidad, quería decir ‘interior’. Ha descrito este hallazgo como una victoria injusta por haberlo encontrado sin apenas esfuerzo. Esta pista le lleva a afirmar que la modelo francesa más buscada en la historia del arte, es una bailarina de la ópera de París -por aquel entonces de 34 años-, Constance Quéniaux.
Fotografía de de Constance Quéniaux
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