Girls, la serie que nos dio un respiro, dirá adiós

06 / 01 / 2016
POR Marisa Fatás

La serie de Lena Dunham abrió una etapa esperanzadora que dejaba atrás el postfeminismo. Ayer anunciaban que la sexta será su última temporada ¿Cómo representará la ficción televisiva a las mujeres a partir de ahora?

 
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Girls, en su ficción, nos ha mostrado una realidad a la que la cultura pop pocas veces nos permite la entrada: celulitis, grasa acumulada, escenas de sexo atípicas, problemas económicos con los que identificarse, un nuevo tratamiento del aborto y, sobre todo, el distanciamiento de una ideología neoliberal que impone ciertos patrones de conducta, en este caso, a las mujeres.

Si el feminismo de la Segunda Ola fue tratado por el sistema del capital como «castrante», el postfeminismo rescataba todos aquellos atributos que nos permitían vivir plenamente nuestra «feminidad». Así, en los tiempos de la nueva economía, series como Sexo en Nueva York o Mujeres desesperadas nos mostraban modelos de mujer que podían ser solteras o divorciadas y no desintegrarse y también podían ser independientes económicamente y no estar estigmatizadas, pero, eso sí, alimentando a un mercado que sigue sin perdonar un vientre flácido o un armario que no suponga toda una inversión. En definitiva, mujeres que pueden vivir libremente su sexualidad y su vida sentimental, pero produciendo en un sistema que les exhorta a invertir sus ganancias en un consumo que permite la construcción de ese ideal de belleza imprescindible a través de las tecnologías corporales.

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Girls, como todo, no es perfecta, pero sí que nos ha dado un respiro a esa imagen de libertad constreñida por tacones que cuestan medio sueldo o toxinas botulínicas que cumplen promesas perecederas.

¿Qué será lo siguiente? Parece que de nuevo Lena Dunham y HBO se encargarán de darle la vuelta al alimento del sistema patriarcal con dietas alternativas. Y es que hace unos meses anunciaron su próxima colaboración: Maxine, ambientada en la escena feminista de los años 60. Quizá sea la oportunidad perfecta para mostrar el mayor atractivo y el verdadero mensaje de un movimiento tan mal tratado por los medios y que ha pasado a la historia totalmente desvirtuado.