La artesanía de r-r-r y su cosmovisión indígena

06 / 06 / 2018
POR Belén Rubiales

Hablamos con su creador, Javier Reyes, quien nos habla del cómo, dónde y porqué de sus espectaculares tapices.

r-r-r es una de esas maravillas que contemplas y automáticamente sientes que hay algo más detrás. Javier Reyes es la persona que le da forma, el canal capaz de transportar la cultura indígena a los salones más contemporáneos y minimalistas – haciendo que eso funcione. Es diseñador gráfico, y con este proyecto quiso “ crear un diálogo entre la artesanía y el diseño mezclado con el trasfondo de las culturas y las tradiciones, el poder tener un contacto directo con esto y las personas que lo expresan”. Las tres erres que dan nombre a la marca, asegura “no significan nada en específico. Quería tener algo que funcionara como símbolo y que no pudiera ser asociado con algo o alguien. Tampoco podría ponerlo a mi nombre porque sería apropiarme de algo que está formado por muchas personas”. Natural de República Dominicana, cuando vino a España floreció en él ese sentimiento de añoranza y curiosidad por su cultura, que lo impulsó a desarrollar este proyecto. México se les uniría después, convirtiéndose en su segundo país de producción, ya que “sentía que la cultura mexicana seguía teniendo todavía una fuerte conexión con su pasado, algo que podía aportar de muchas formas al proyecto ya que es un pasado que ambos compartimos pero que dejó de existir después del descubrimiento de América».

Una laudable iniciativa hecha de lugares, tradiciones y gente que, si Javier nos lo permite, encajaría también sin mucho esfuerzo en los sustantivos ‘rescate’, ‘respeto’ y ‘responsabilidad’ sostenible.

Vives durante meses con los artesanos para formar parte del proceso y de sus vidas. ¿Cómo es esa convivencia y qué te aporta?

En Oaxaca, México, por ejemplo, donde trabajé en las series de los tapices estuve en una comunidad indígena Zapoteca, un pueblo pequeño que se llama Teotitlan del Valle. Allí durante casi 6 meses estuve viviendo con ellos en sus casas y compartiendo el día a día. Esta convivencia fue lo más importante porque de ella aprendí sobre su cultura, sobre sus formas de vida, sobre su lengua y de la relación que tienen entre si y con los demás. Al poco tiempo de estar con ellos creamos una relación cercana, me hicieron sentir como parte de su familia y yo de la mía.

Siempre hago el esfuerzo desde el principio para que no se cree una diferencia entre ellos y yo, que aunque les pague por su trabajo me involucro igual que ellos en todo el proceso y les ayudo en todo lo que pueda aportar. Siento que estar mas cerca del proceso y ser parte me hace entender mejor el trabajo y el material para sacar mejor provecho de él. Todo está conectado, todo tiene una razón de ser, si no pudiera vivirlo sería muy difícil tener una comprensión de lo que significa y hablar de ello.

¿Cómo son esas personas con las que trabajáis?

En México, los artesanos con los que estuve trabajando directamente son indígenas aunque pertenecen a una generación que ya está más modernizada y todavía conservan parte de sus tradiciones y su lengua – las cuales son completamente ajenas a mí. Son personas reservadas y tímidas en un primer acercamiento pero con un gran sentido del humor y de la convivencia en comunidad. Son muy curiosos y me preguntaban todo el tiempo cómo era mi país, que se comía, qué música se escuchaba y dónde exactamente estaba ubicado. Lo que más me gustaba era cuando me preguntaban si comíamos tacos.

En República Dominicana, como vienen de una mezcla entre africanos y españoles, esto los hace muy distintos culturalmente. En general son mas extrovertidos y pintorescos. Lo que tienen en común es que son personas de muy buen corazón.

¿Qué hay de España en r-r-r?

El proyecto está dirigido al público de España y resto de Europa, principalmente. Son los espectadores a los que quiero enseñar lo que hay del otro lado del mundo y gracias a ellos es posible continuar desarrollándolo.

¿De dónde provienen los diseños de vuestros tapices? ¿Qué historias encierran?

Son ideas que surgen en el momento estando allí, son un cúmulo de experiencias que van tomando forma a partir de mis observaciones, sentimientos y sensaciones. Me intriga mucho la cultura indígena de Latinoamérica, el mundo que crearon, su forma de ver la vida y su cosmovisión. De estas ideas salen muchos de los temas para los tapices, también hay ideas que surgen de las tradiciones que todavía conservan, por ejemplo la cerámica.

Los paisajes de estos lugares también fue algo que me sirvió mucho. Hice una serie de cuatro tapices inspirados en los colores y los tonos a diferentes horas del día: 6am, 12pm, 5pm y 7pm.

En cuanto a las esculturas y resto de piezas, ¿cuál es el punto de partida?

Las esculturas y las máscaras las hice con artesanos en República Dominicana. Las máscaras, por ejemplo, pertenecen al carnaval de un pueblo llamado Monte Cristi y las usan para vestirse en conjunto con trajes para desfilar por el pueblo y hacer demostraciones. Normalmente van pintadas de muchos colores combinadas con los trajes, la idea fue descontextualizar y presentarlas como piezas revelando el material del cual están hechas ya que me parecía una combinación muy ingeniosa, una base de papel mache, red metálica para cubrir los ojos y goma de caucho para hacer las orejas.

En general parten de la idea de aprovechar el material y la técnica de los artesanos proponiendo una nueva idea visualizando el potencial que tienen fuera del uso o de su contexto original. Las esculturas/móviles tienen el mismo principio. Fueron piezas que yo mismo hice trabajando en un taller local de carpintería en Santo Domingo, reciclando partes de muebles antiguos.

¿Qué mensaje queréis que transmitan vuestros productos al mundo?

El oficio y el mundo artesanal en Latinoamérica se va perdiendo cada vez más con el tiempo. Es un mundo desconocido para muchas personas, sobre todo en el contexto europeo. El proyecto es una forma de rendirle homenaje a estas culturas y a este oficio enseñando parte de su verdadero valor. Darles una oportunidad a los artesanos de vivir de su trabajo dignamente a través del comercio justo.

Las piezas tratan de contar parte de la vida de estos lugares aunque es imposible transmitir todas estas experiencias por medio de ellas, por lo que en la web tengo una sección que funciona como apoyo donde voy documentando a través de imágenes, vídeos y textos lo que siento y vivo allí.

¿Cómo es el proceso de fabricación? ¿Cuáles son las técnicas artesanales que se utilizan?

Son procesos completamente manuales y de mucha dedicación, en su mayoría aprovechan los materiales y recursos que tienen al rededor usando herramientas muy básicas. La técnica para los tapices es la más compleja con la que he trabajado hasta ahora. Todo empieza con el hilo de lana, que se obtiene directamente de las ovejas. Luego se tiñe usando colores naturales o anilina, dependiendo del color que se quiera usar, y se hierve en agua usando una olla al fuego con leña. Cuando se obtiene el color deseado hay que lavarlo usando una raíz que ellos llaman “amole” que sirve como jabón y le da buen olor. Hay que dejarlo secar durante un día. Una vez seco tienen que preparar la trama que va en el telar usando un hilo de algodón que sirve como base o estructura para mantener unido el tejido de lana. El telar que ellos usan es una estructura de madera con una trama de hilos verticales que van de un extremo a otro y que se alteran a través de unos pedales en la parte inferior. De esta forma van tejiendo simultáneamente la parte de frente y del revés del tapiz, el diseño que van tejiendo es un espejo de su lado contrario. Todo este proceso dura entre 10 y 15 días.

¿Cuál os gustaría que fuera el futuro de r-r-r?

Me gustaría poder expandir el proyecto trabajando con otras culturas, técnicas y materiales. Durante años he querido ir a África, ya que parte de la cultura de mi país esta directamente conectada con muchos países de este continente. La artesanía que tenemos, de hecho, viene directamente de allá. Por ahora está completamente abierto, vamos a ver qué pasa.


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