La chica que veía el mundo del revés, por Caroline Mackintosh

26 / 09 / 2018
POR Irati González

Estrenamos «The Girl who saw the World in Reverse», un corto con el que la directora y fotógrafa sudafricana nos invita a tomarnos la vida más a la ligera.

 
El nuevo y original film de Caroline Mackintosh, «The Girl who saw the World in Reverse», habla de la vida cotidiana de una joven que no hace las cosas de manera tradicional; que avanza hacia delante en su camino viéndolo todo del revés, y aunque nadie pueda comprenderla, no tiene miedo. Sus guantes son su mejor calzado, ya que tiene un medio de transporte un tanto peculiar. Ella no camina, rueda, y es así como consigue ver las cosas como nadie más las ve.

Vivimos en un mundo donde hemos sido condicionados para ver todo de una manera concreta y dentro de unos límites preestablecidos. “En la sociedad actual, siempre nos estamos cuestionando qué podemos obtener de cada situación. Esta es la forma en que la mayoría de la gente enmarca la vida, pero al hacer esta película, todo lo que quería era simplemente hacer algo por el bien de la creación, quería crear algo divertido, hermoso y alegre, simplemente por el hecho de ser eso”, explica Caroline a #VEINDIGITAL. Así, cuando se le ocurrió la idea, solo tuvo que conocer a Karla, la protagonista, y enamorarse de la maravillosa música de Camissa Audio para inspirarse y empezar a dar forma al proyecto.

“Cuando comienzas a poner las cosas patas arriba, tiendes a ver la vida desde un ángulo diferente, un punto de vista alternativo sale a la luz. Tomar un enfoque diferente e introducir un poco de alegría en tu vida puede abrir una nueva forma de ser”, comenta la directora. Desde el primer momento, su intención ha sido crear una película positiva, que anime a la gente a tomarse la vida un poco más a la ligera. Nos invita a salirnos de las conformidades y a abrazar nuestro lado más colorido y peculiar. Quiere que nos levantemos, bailemos, juguemos, caminemos sobre ruedas y nos movamos sin pensar tanto en las consecuencias. Y, por supuesto, que nos divirtamos un poco mientras hacemos todo esto.