Los cuerpos místicos de Maïmouna Guerresi

24 / 07 / 2017
POR Verónica Martín

El trabajo de esta artista multimedia explora la diversidad cultural y la espiritualidad humana a través del encuentro entre metáfora y realidad.

 

 

Nacida en Italia, Guerresi se convirtió al Islam y adoptó el nombre de Maïmouna en 1991 después de vivir en Senegal.
La italo-senegalesa utiliza la fotografía, la escultura, el vídeo y las instalaciones para fusionar África, Asia y Europa a través de delicadas obras en un trabajo que no entiende de fronteras. La leche, la luz, el hijab, los árboles y el contraste blanco y negro suelen ser temas recurrentes de la creadora.

No siempre esto fue así, en los años 60 y 70 el movimiento europeo del arte del cuerpo inspiraba a Maïmouna para evolucionar después hacía este estilo tan personal. El arte y la literatura islámicos son para la artista «una fuente inagotable de inspiración, llena de conceptos espirituales, metáforas, conocimientos, poemas recolectados, versos, de valor milagroso y sagrado». A menudo hace referencia a las figuras místicas del África islámica tratándolas como moradas sagradas en las que compartir y descubrir un lugar de encuentro.

Europa, África, Estados Unidos, Asia y Oriente Medio, han acogido su obra en exposiciones individuales y colectivas, también el pabellón italiano en la Bienal de Venecia de 1982, 1986 y 2011, al igual que Documenta K18 (1987) en Kassel, Alemania.

«Giants» es la serie de fotografías que le ha hecho internacionalmente famosa. Como se puede ver en las fotos, Maïmouna retrata diferentes secuencias de figuras inmensas en las que se unen lo visible y lo invisible con un hipnótico resultado. La artista juega con los vacíos, es el caso de la obra «Genitilla al-Wilada» en la que un agujero negro ocupa lo que sería el abdomen de la mujer protagonista o «Feluka» en la que un hombre con una línea blanca cruzando su rostro mira al espectador con una cavidad negra como cuerpo que parece representar su ser.

 


 

Maïmouna Guerresi