María Escoté x HONOR: la vuelta a los orígenes en clave techie

01 / 04 / 2019
POR Alegría Olmeda

La diseñadora ha documentado todo el proceso de creación de Clochard a través de la cámara de un smartphone. Hablamos con ella de esta colección que define como artesana, pasional y triste.

 

 
‘Como un vagabundo de lujo’, así percibe María Escoté (Barcelona, 1979) el concepto de la moda actual, en la que los looks que armamos son cada vez más excesivos e imposibles -como los de los de los vagabundos, que van poniéndose todo lo que van encontrando- debido a la sobreexposición de las marcas en las redes sociales. Es por eso que su última colección lleva el nombre de Clochard, la traducción del término en francés. En esta ocasión, Escoté ha hecho un punto de inflexión en su carrera para dar protagonismo a los detalles, la vuelta a los orígenes olvidados y al proceso sin olvidar su filosofía techie.

Con esta colección nos muestras el proceso creativo a través de la cámara de un Honor View ¿Por qué te decides a hacer esta colaboración? ¿En qué medida ha enriquecido tu trabajo?

Llevaba muchos años centrada en la infraestructura de la empresa, en vender, en tirar adelante y crecer y notaba que la parte creativa y romántica de mi profesión estaba abandonada. Este año, tuve la necesidad de encontrarme con la pasión de hacer una prenda, de la vuelta a los inicios, cuando te da igual vender y solo quieres hacer una pieza que sea maravillosa, que enamore y que hable de algo. Decidí parar, y hacer un proyecto más pequeño y especial en el que quería trabajar y elaborar mucho las prendas desde el principio.

Por otra parte, soy una apasionada de la tecnología, mi negocio es online, fui la primera en vender por internet después de un desfile. Entonces quise unirme a Honor porque es un apasionado del diseño y del color y, además, me han dado una libertad absoluta. Con el Honor View 20 y su cámara maravillosa de 45 megapíxeles, hemos documentado todo el proceso creativo y hemos podido fotografiar todos los detalles que se pierden y que a la gente le encanta verlos. La conexión ha sido esa: decir puedo desarrollar muchas cosas desde el smartphone y ya no necesito ni si quiera un ordenador para hacerlo.

 

En otras ocasiones te hemos escuchado decir que para ti es fundamental la función de la moda como transmisora de un mensaje. ¿Qué nos quieres contar con Clochard?

Clochard es vagabundo en francés, y con la colección he querido hablar de esta época en la que estamos viviendo un sobre exceso de las tendencias. Llega un momento que las redes, las influencias, las marcas de lujo… exponen tanto su producto que llega un momento que las piezas dejan de perder ese deseo, al menos para mí. Las veo tan expuestas y a veces sin sentido, que es un poco como los vagabundos, que van por la calle y se van poniendo todo lo que se encuentran hasta formar su propio look. Eso es lo que yo veo que está pasando ahora con las marcas y las redes sociales, que favorecen esos looks imposibles y sin sentido que me transportan a esos vagabundos. Pero vagabundos como de lujo, ¿sabes?.

 


 
De las Super Nenas al vagabundo, ¿cómo es esa transición creativa? ¿Es  quizás una evolución?

Siempre que hago una colección, el día del desfile rompo con ella, digo que es como un novio. Me cuesta mucho y lo paso muy mal, sobre todo porque el final es mejor momento creativamente hablando, cuando tienes las prendas acabadas es justo cuando las tienes que abandonar y empezar con otras desde cero. La de Las Super Nenas fue una colección muy bonita, que ha tenido mucho éxito y que va a ser muy importante en mi carrera porque las prendas están dando la vuelta al mundo. Clochard es otra historia, un proyecto especial, un volver a empezar, cerrar para volver a abrir, por lo que evidentemente, no tiene nada que ver.

 

¿Cuáles son los tejidos con los que principalmente has trabajado en esta colección?

Hay desarrollo de diferentes tejidos, parte bordados en la India y otros en Europa. He cogido tejano y lo he desgarrado, he mandado a bordar blondas con pedrerías y cristales que después he cortado y las he bordado con el tejano… También he mandado hacer flecos de perlas que he puesto sobre el tejano y he mandado a bordar sedas con lentejuelas en flores. Hay tweeds manipulados con blonda, napa haciendo flecos y simulando manchas de vaca… Sobre todo hay mucha mezcla de tejidos y de texturas que yo misma he ido desarrollando.

 


 
Tejidos inteligentes, colaboraciones con smartphones…El vínculo entra la moda y la tecnología es cada vez más evidente. ¿Seguirá siendo una de las grandes apuestas de María Escoté?

Totalmente. No comprendo mi marca sin la tecnología, siempre digo que pertenezco al 2.0 y espero que sea de por vida. De hecho, yo me quiero ir al campo rodeada de vacas y evidentemente lo necesitaré. Esto tiene que ir a más porque en unos años tengo que estar en la pradera.- Nos cuenta mientras mira a su equipo de comunicación riéndose-.

 

Hemos visto con tus diseños a Rosalía, a Miley Circus, a Katy Perry y a Beyoncé. ¿Quién más te gustaría tachar de la lista?

Esto una cosa que yo siempre digo que no, que me da igual, pero mira… Lo voy a decir: quiero vestir a Rihanna de una vez, ¡no puedo más! ¡La necesito!

 


 
Por tu estética tan atrevida eres de las que no pasa absolutamente desapercibida para nadie. Pero, ¿quién es la verdadera mujer Escoté?

Es una pregunta que siempre me hacen: ¿qué diferencia hay de la mujer María Escoté en casa y María Escoté diseñadora? Es la misma persona, ojalá pudiera separar mi vida personal de la profesional, pero no puedo. Siempre lo digo, en mis colecciones hablo del momento vital que estoy pasando tanto si es bueno como malo. Creo que tengo una libertad absoluta a la hora de trabajar desde que empecé. Soy la misma persona que ves ahí, es mi forma de expresión.

 

El consumo por el consumo, malas condiciones de producción, sostenibilidad…La moda se enfrenta a un contexto muy polémico. ¿Cuál crees que es el reto?

El reto es concienciarse que la moda es algo que hay que consumir, como todo en la vida, de manera inteligente. No podemos arrasar e ir a comprarnos 35 vestidos a euro y medio para usarlos una vez porque la procedencia de esos vestidos, seguramente no sea la más sostenible. Creo que vale la pena saber el valor de cada prenda, en qué condiciones está hecha y respetarla, quererla y usarla durante muchas temporadas. Hemos llegado a un momento en el que te compras una prenda, tienes la foto en Instagram y dices ‘ya no me la puedo poner más’. Tenemos que ser conscientes con todo, hay que cuidar el planeta y con la moda también podemos hacerlo. Podemos ponernos una prenda durante años y ser creativos, darle la vuelta, customizarla y hacerla diferente.

 

 
Si tuvieses que definir la colección en 3 palabras, ¿cómo lo harías?

Artesana, pasional y triste. Es una colección muy bonita pero falleció mi padre hace tres semanas, entonces siempre tendrá eso. Como ya he dicho, en mis colecciones siempre pasa algo en mi vida, y esta es muy especial para mi.

www.mariaescote.com