Una colección que se apropia de los primaverales rojo, azul y amarillo entre rayas, cuadros, claveles y tulipanes.
Celebrando una vez más la autenticidad de sus diseños, la fuerte conexión de Amy Powney, su directora creativa, con el arte traduce en esta ocasión prendas que sirven de lienzo para una sofisticada primavera, e ilustran el perfecto equilibrio entre los estampados y el color (o viceversa). Entre esta escala de tonos, que reinventa la paleta cromática del pintor David Hockney, la última colección de Mother of Pearl se camufla con el escenario de fondo de la campaña y los conjuntos cimentados a través de prendas mono color. No se le resisten ni las flores de clara inspiración japonesa en todos sus formatos y tamaños, ni el inocente estilo de los conjuntos de rayas verticales. Al atractivo juego de la firma, que tiene como participantes los pliegues, las variadas texturas y la sensación de primer plano y profundidad se suman los zapatos de tacón con un patrón común: los lazos de seda en múltiples versiones.
Los conjuntos elegidos por Mother of Pearl para vestir la primavera combinan el estilo casual, perfecto para usar a diario, mientras hacen un guiño a la alta sociedad california retratada por el fotógrafo Martin Parr en su trabajo ‘The last resort’ . En esta particular simbiosis entre lujo y el ADN sport de la marca no podían faltar los maxi vestidos primaverales repletos de colores vivos en cortes amplios y holgados . Por otra parte, el contraste de volúmenes se materializa en prendas exteriores y abrigos con estampados de rayas, cuadros y texturas acolchadas. En cuanto a los accesorios, los originales bolsos repletos de perlas compartieron protagonismo con otros más grandes teñidos de rayas de múltiples colores.
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