‘Proyecto Balenciaga’, de Cecilia Navarro

10 / 05 / 2021
POR Olaya García

Una propuesta artística inspirada en el gran maestro de la costura, sus influencias y el pasado y futuro en la moda. Hablamos con la diseñadora.

 

Cecilia Navarro, una joven estudiante de moda que recientemente ha presentado su colección inspirada en Balenciaga, forma parte del ‘proyecto Balenciaga’ que organiza el Istituto Europeo di Design junto al Museo Balenciaga. En él los estudiantes tienen que inspirarse en el diseñador vasco para crear prendas que sigan las huellas de esta emblemática marca pero sin dejar de aportar su estilo. Cecilia nos explica su imaginario, en qué se inspira a la hora de crear y cuáles son los retos que encuentra en la moda. Te descubrimos a esta joven creativa, quien diseña, dibuja, idea, y ha encontrado una influencia enorme en el universo Balenciaga.

 

 

Dibujas, diseñas, tienes proyectos más experimentales…, cuéntanos un poco sobre ti.

Actualmente tengo 20, y hace ya casi dos años y medio volví a Madrid para estudiar aquello que siempre había soñado: diseño de moda en IED Madrid, este es mi 3º año de carrera y cada vez me siento más feliz. ¡Pura vocación! Mis dos abuelas eran modistas y valoran mi trabajo tanto como yo el suyo, de aquí mi vocación. Otro de los hobbies que tengo es el dibujo, ¿quizás también sea algo hereditario? Suelo llevar una libreta tamaño A5 encima. Siempre me ha dado miedo perder la memoria, desde que comencé a hacerlo se ha convertido en un elemento muy personal y que nuca puede faltar, es como si formase parte de mi cuerpo, un complemento más. Me inspira mucho a la hora de encabezar un proyecto de moda. Otra de las cosas más importantes de mi vida es el ballet, que me ha enseñado valores como la disciplina, la delicadeza, la constancia, la superación y la fluidez entre muchos otros… que me ayudan en esta carrera y sobre todo en el día a día.

 

 

Con IED Madrid habéis llevado a cabo el Proyecto Balenciaga, ¿hay algo que te gustaría resaltar de lo aprendido tras investigar al diseñador vasco? ¿Alguna lección que creas que te lleves ya sea a nivel personal o profesional?

Cuando encabezamos este proyecto tuve la gran suerte de viajar a Guetaria, Pais Vasco, para adquirir formación por parte de profesionales en los talleres del propio Museo Balenciaga con piezas originales y réplicas de Cristobal Balenciaga. Pude aprender y nutrirme de su trabajo y esencia de una manera muy cercana y bonita. Su técnica, trucos, control, sensibilidad, concepto, una mente tan profunda y prodigiosa en cuanto a confección y diseño, es lo que más marcó en mí.

Es un proyecto bastante experimental que comencé justo antes de la pandemia, y con el cual la he atravesado, una etapa difícil, con muchos acontecimientos y muchas cosas en mi cabeza. Pero además, siempre he admirado mucho Balenciaga actual y a Cristóbal Balenciaga. Todo esto ha hecho que se convierta en un proyecto muy especial para mí, del cual me siento muy orgullosa. Y por supuesto me ha aportado mucho profesionalmente y como persona.

 

 

En tus diseños para este proyecto vemos una clara inspiración japonesa, algo que en Balenciaga encontramos en sus cortes, al abstraer las siluetas o en sus escotes y mangas, pero en ti lo encontramos también en los estampados, háblanos un poco sobre esta decisión.

Investigando Balenciaga y adentrándome en su mundo, una de las cosas que despertó en mí la curiosidad sobre él y que trajo la inspiración de este proyecto fue su “etapa orientalista”. Cuando Balenciaga conoció a Madeleine Vionnet, reforzó su interés por las artes japonesas y le brindó la oportunidad de conocer en profundidad la colección de grabados y de quimonos japoneses que la modista almacenaba en su estudio. Fue así como en el verano de 1939, introdujo en la colección un tipo de manga que más adelante caracterizaría su estilo: la manga quimono. Estos quimonos no eliminaban la cintura, ni la forma curvada de las caderas como el quimono tradicional, trataba de respetar el orientalismo como fuente para luego adaptarse y ser modificado al vestuario moderno. Esto hizo que, a finales de los 40, el diseñador crease la silueta ‘tonneau’ la cual adaptaba la forma y los elementos característicos del quimono japonés a sus diseños.

La cultura oriental trata de comprender e interpretar de manera acabada las necesidades y sentimientos humanos, así como la belleza y su relación con la naturaleza. La estética y el erotismo a través de una conexión que entrelaza cuerpo y materia como un solo elemento, conseguido a través de la perspectiva y la tridimensionalidad. Con esta premisa de la silueta desarrollada a lo largo de la colección, no solo en cuando a volúmenes, construcción y silueta, sino también recogida conjuntamente e inspirada en las estampas orientales del artista Katsushika Hokusai, un artista y grabador japonés que retrata la cotidianidad de su población a través de una técnica y estética, me inspiró mucho a la hora de crear. Cada prenda de la colección cuenta una historia al igual que sus estampas.

 

 

Balenciaga en las últimas décadas ha dado un salto enorme, pasa de ser el prototipo de atelier muy exclusivo a volverse viral con cada una de sus colecciones, ¿qué opinas de esta evolución de la marca y qué enseñanzas crees que pueden extraerse? ¿Puedes darnos un adjetivo que creas que defina al Balenciaga de Demna Gvasalia?

Personalmente, me encanta Balenciaga de la mano de Demna Gvasalia como director creativo y diseñador y la admiro y sigo mucho. Creo que es sorprendente la capacidad de estudiar a Cristobal Balenciaga de la manera más respetuosa y minuciosa, abstrayendo elementos muy característicos e importantes dentro de la ética, diseño y filosofía de la marca, que trae a las colecciones actuales a pesar del vuelco creativo, digital e innovador con el que tanto está arrasando. Volúmenes, estructuras, cortes, siluetas, acabados…

Esto era un poco lo que proponía el museo para nosotros como reto, es decir, si yo llevase Balenciaga hoy en día, ¿qué aportaría?, ¿que tipo de colección, prendas y siluetas mostraría? Si tuviera que definir la marca actual en un solo adjetivo sería control o innovación.

 

 

Cristóbal Balenciaga revolucionó en el siglo XX el mundo de la moda, con sus cortes y sus vestidos, ¿cuál es para ti la aportación más significativa de este diseñador? no me refiero sólo su aportación en general al mundo de la moda, pero algo que a ti te haya ayudado a la hora de construir tu propio universo estético.

Pues bien, Balenciaga es conocido como ‘El arquitecto de la moda’, como decía Christian Dior; “Con los tejidos nosotros hacemos lo que podemos y Balenciaga hace lo que quiere”. Creo que lo que más me ha aportado a mí y a mi mundo creativo es este dominio de tejidos y volúmenes para crear siluetas nuevas sobre el cuerpo a través de la visión tridimensional de las mismas. Y por supuesto las técnicas de confección tan complejas y fascinantes que tiene.

 

 

Cristóbal Balenciaga creaba para un público muy exclusivo, sus muestras de las colecciones eran sesiones privadas a las que no era sencillo acceder, a lo largo de su carrera apenas otorgó entrevistas… ¿crees que sería posible a día de hoy trabajar así y tener éxito? Para ti, ¿son algo fundamental o se podría prescindir de ellas y aún así lograr calar en la sociedad con tus diseños?

No creo que sea tan fácil triunfar de esta manera y mucho menos actualmente. Y menos conseguir el éxito a no ser que sea una marca de prestigio ya. La llegada de internet y el avance de la era digital ha supuesto un cambio enorme para todos, pero sobre todo para el mundo de la moda y de la comunicación, más este último año. Las empresas idean nuevas técnicas de comunicación y marketing para hacer llegar al público sus productos. Poder ver los desfiles en streaming o ver imágenes del mismo posteriormente, es una de las principales ventajas que ha traído internet a la moda. Ya no hay que esperar a que las revistas hagan su selección de desfiles sino que se nos da el poder de elegir cómo, dónde y cuándo consumir lo que queramos.
Como artista y diseñadora emergente, las redes sociales son una de las herramientas claves por no decir de las principales para mostrar mi trabajo, me ha brindado la oportunidad de conocer gente que se dedica al mundo creativo con la que he podido trabajar y colaborar. Poco a poco voy enfocando mis RRSS a un archivo más serio y creativo. Me parece muy difícil prescindir de ellas. Todo es vía online y es el medio por el que me estoy moviendo últimamente.

 

 

Y en general, ¿qué inspira a Cecilia Navarro en sus creaciones? ¿Cuáles dirías que son tus mayores influencias estéticas?

Suelo inspirarme en cosas sencillas y cotidianas que aparecen en mi día a día, otros trabajos creativos de artistas, diseñadores, y metodologías de trabajos nuevos. Soy muy observadora y curiosa; me fijo en el detalle más pequeño. Me encanta coger inspiración de lo feo, lo desagradable, cosas que repugnan a la sociedad y convertirlo en algo estético, visual y que de qué hablar.
Mis mayores influencias estéticas son sobre todo artistas emergentes y locales, el arte (sobre todo grabados, esculturas y lo digital), la estética, la moda oriental, es uno de los principales elementos a la hora de crear. Diseñadores muy conceptuales y emergentes de otros países. También la moda nórdica me llaman mucho la atención. La deconstrucción y estructura. El cine suele inspirarme mucho.

 

 

A la hora de trabajar, cómo surgen las ideas, ¿dirías que eres una persona metódica o encuentras inspiración en el día a día, sin realmente buscarla?

Suele surgir, siempre tengo algo en el trasfondo de mi cabeza que necesito sacar. Observo mucho todo, como he dicho antes. Cada vez que salgo a la calle consigo apreciar el mínimo detalle, desde bien pequeña. Suelo acordarme de cosas en las que no te fijarías. La inspiración forzada es algo que no debo ni quiero buscar, no es natural para mí y se nota que está vacío de concepto.

 

 

No sé si tienes algún proyecto (o proyectos) en la cabeza ahora mismo, si es así, háblanos un poco sobre el futuro, qué planes tienes, qué más vamos a ver de Cecilia Navarro.

Tengo en mente nuevos proyectos tanto académicos como personales. Me apetece mucho colaborar con otros creativos y complementar mis ideas con las suyas, hacer un pastiche con nuevos artistas y gente que estoy conociendo. Tengo en mente un proyecto que encabecé el verano pasado y me gustaría retomar. Pero sobre todo, dedicaré mis trabajos e investigaciones como experimentación y pruebas para mi futuro TFE.

 

Como alguien que está empezando en el mundo de la moda, y ante la situación actual, ¿cuáles crees que son los mayores retos como generación? ¿Hay algún tema que te preocupe especialmente sobre cómo se concibe la moda actualmente?

No voy a mentir si digo que no tengo miedo, porque sí. Como todo lo desconocido y nuevo, genera miedo. Estamos ante una situación fuerte y nueva, que en gran parte repercute al sector creativo y artístico. Por una parte, me empuja a crear algo totalmente nuevo aprovechando el avance digital que ha traído consigo la pandemia y dar un enfoque nuevo e innovador a la moda, sobre todo en la forma de comunicar.
Me encantaría aportar a la moda del futuro la capacidad de ver lo bonito en lo feo, la forma en la deformidad, la abstracción en lo abstracto, reivindicar lo inconformable y también lo conformable… Me gustaría despertar algo en la sociedad aunque sea indefinible, o confuso.
Una de las cosas que más me preocupa es que no se valore el trabajo que hay detrás de cualquier cosa que se pueda comprar, que no se valore el precio o el desarrollo creativo y de producción que conlleva. El hecho de que te valoren menos por ser más joven o nuevo en el sector y que la moda siga siendo la segunda industria más contaminante del mundo. Y el trabajo justo.

 

 

Sigue a Cecilia Navarro en @ceciilianavarro

Fotografías: Gerardo Romera