Para la primavera-verano 2019, la diseñadora ha trabajado con Issac Lam, uno de los fotógrafos emergentes del país.
De la inmersión en el mundo de la jardinería donde Simone Rocha exploró la funcionalidad de los materiales técnicos como el vinilo, a la crudeza y la sencillez del cloqué y el tul de la nueva campaña Primavera-Verano 2019.
Esa ha sido la evolución creativa de la diseñadora irlandesa, que en esta última ocasión, ha contado con la visión tras el objetivo de Issac Lam, uno de los fotógrafos más reconocidos, creativos y emergentes que abrazan la cultura de Hong Kong.
Aunque Rocha creció y vivió en el Reino Unido, entiende la tradición y los valores de la cultura china. Es por eso que, para dar vida a la nueva identidad que representa al país, Lam y Rocha han combinado a la perfección. Las imágenes crudas que evocan un nuevo país reinterpretado donde existe un amplio espectro de géneros, edades y etnias, representan los tejidos delicados, la estética minimalista y ese allure victoriano cargado de feminidad que caracteriza a la diseñadora.
Los vestidos de seda de inspiración arty también son protagonistas de esta última campaña, confeccionados a partir de obras de arte adquiridas por la propia diseñadora y combinadas con cortes occidentales y victorianos, como ya nos tiene acostumbrados.
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