Medusas, esos maravillosos seres invertebrados, albergan simplicidad, carecen de cerebro, sangre, ojos, huesos, ni siquiera latidos.
Como guía espiritual, la medusa susurra la necesidad del equilibrio de la vida, instando a una armoniosa danza con la naturaleza, siguiendo sus ritmos sagrados.
Este formidable tótem, la medusa, no debe descartarse cuando se cruza en el camino, pues imparte una profunda sabiduría y transmite mensajes esenciales.
La medusa simboliza el amor, la aceptación y el equilibrio, una llamada a confiar en el corazón, atender las emociones, abrazar la vida y a descubrir continuamente caminos de prosperidad.