Los zapatos de autor de Magro Cardona

21 / 04 / 2017
POR Verónica Martín

Con materiales como el corcho, el denim y el vichy de seda. Así renueva la firma su romance entre la artesanía y la vanguardia para esta primavera verano.

 

“Nos conocimos trabajando en una marca de lujo y allí empezamos a desarrollar las primeras ideas. Desde el principio detectamos algo único y genuino y necesitamos llevarlo a la realidad y probar. Fusionamos nuestras dos personalidades y le dimos forma” cuentan Irene Magro y Ana Cardona sobre los comienzos de su marca Magro Cardona.

En su nueva colección exploran con el color manteniendo siempre el minimalismo elegante que las caracteriza. Detrás de sus palabras se palpa una forma de trabajar casi intuitiva, de dejarse llevar por los impulsos, sustentada por muchas horas de esfuerzo y un gusto exquisito. “Nuestro proceso creativo es largo y caótico. No hay tiempos. A lo largo de todo el año van surgiendo ideas de fuentes de inspiración infinitas como pueden ser la calle, viajes, exposiciones, ¡incluso viendo una serie!. Esta temporada sentíamos la necesidad de trabajar con el color, diferentes texturas y tejidos” señalan Magro Cardona.

Seis modelos nuevos más algunos ya considerados clásicos con los que se identifican mucho como su sandalia Kika –rockera, ponible y muy cómoda- conforman el muestrario. Entre los modelos nuevos, June Heel -sandalia de medio tacón-, el mocasín mule 905 o la sandalia plana Kashmir Velvet con hebilla-ojo realizada en colaboración con la joyera Beatriz Palacios.

La campaña ha sido realizada por el fotógrafo Fernando Maquieira. “No es precisamente un fotógrafo de moda, pero buscábamos algo más artístico, surrealista, que aportara un enfoque diferente. Sabíamos que Maquieira nos empujaría a explorar lugares desconocidos para nosotras. Queríamos trasmitir que este verano no hay reglas. La colección es una oda a la locura y diversión con sensatez, a divertirse de una forma muy sofisticada y chic, a crecer y madurar siendo muy sexy” afirma Irene, quien confiesa que la realización de sus campañas siempre son pura anarquía e improvisación.



Dos fábricas, una en Toledo y otra en Alicante, son las encargadas de producir sus zapatos, donde cada par pasa por las manos de unos 50 artesanos. “Siempre decimos que nuestro público es una mujer de 30 y una chica de 60. Eso sí, ambas muy rebeldes” señalan estas dos diseñadoras que han hecho de la artesanía y la vanguardia sus señas de identidad.



Magro Cardona