Una historia donde la feminidad y la inocencia se funden en un paisaje idílico y nos deleitan con unas fotos y una pieza audiovisual que nos permiten entrar en la intimidad de las dos protagonistas.
Hay mujeres buenas, magia blanca y pura que no hacen daño, solo dan amor. Que nos aconsejan y brindan ayuda, atrapando ritos, muestran su poder. De mente avanzada, espíritu alado, vuelan y nos contagian con su claridad. Ángeles de carne, que pueden tocarse, corazón sincero, su alma es cristal.
En 2012 todos los ojos se pusieron sobre ella en el vídeo “Genesis” de Grimes. Con sus largas trenzas rosas, a medio camino entre Barbarella, la robot de la icónica película Metropolis y una heroína futurista nipona, Brooke Candy se ganaba un espacio propio con sus hipnóticos bailes y una imagen de impacto al servicio de una personalidad imposible de encasillar.de una personalidad imposible de encasillar.
Rapera, modelo, fotógrafa, estilista y stripper, hija de Tom Candy, co-fundador de la revista pornográfica Hustler, la misma que dio fama a Larry Flint, Brooke utiliza la moda, la música, el sexo y su cuerpo como armas arrojadizas para dinamitar cualquier tipo de normativa.
Tras el lanzamiento de su primer álbum, Sexorcism, Brooke no se limita a la música y reivindica por encima de todo su libertad vital y creativa entonando un único mantra para un futuro mejor: AMOR INCONDICIONAL.
El número lo cierra una conversación entre Alice Waddington y Nerea Pérez de las Heras, justo después de estrenar su debut "Paradise Hills" en Sundance