La nostalgia por los yuppies ha llevado al diseñador a crear una propuesta que recrea el espíritu multitasking y el frenesí de la época del fanatismo.
Pablo Erroz lleva ocho años desfilando en la 080 de Barcelona y esta temporada sorprende con una colección que pone de manifiesto más que nunca los atributos que le definen: atemporal, sin género, individualista y enfocada a personas multitarea que se adaptan al frenesí actual. Además apuesta por una producción sostenible y local. Hemos tenido la oportunidad de hablar con él y que nos cuente más sobre su nueva propuesta.
El diseñador, ya casi veterano en la pasarela ha preferido liberarse de las temporadas y crear sólo una colección atemporal. Las razones para esta decisión son muchas como él mismo nos detalla y es que «durante los últimos meses nos hemos replanteado muchas cosas: lo primero, que somos una marca pequeña que necesita crecer de manera orgánica, estructurada y ordenada.» A pesar de ello, reconoce que «tenemos la suerte de empezar a estar presentes poco a poco en mercados tan opuestos como los nórdicos y los tropicales. No queremos perder clientes de una colección a otra por no tener producto que servir (al final, en lugares como Puerto Rico nunca hay invierno y en el norte de Europa siempre las prendas de abrigo van por delante). Por eso mismo y por apostar por un consumo responsable, nos parece mucho más interesante trabajar en una colección más grande, que abarque a ambos mercados y que pueda llegar a todo el mundo. Tener todo un año para trabajar en la colección, estar al tanto de las producciones y asegurarnos que se hacen como deben.»
De esta manera también hay un factor muy importante que entra en juego como es la permanencia y «por otra parte, dar así también una cierta exclusividad, ya que al final, a lo único que nos lleva presentar una nueva colección grande sólo 4 meses después es que esta primera pierda interés, la gente quiera lo nuevo y al final sigamos produciendo más de lo que necesitamos. Es una cuestión estratégica, pero con un gran sentido de responsabilidad detrás. Somos muy pequeños y no queremos perder el norte. Cuánto más dure una colección, cuanto más llevable sea, a más gente abarque y en definitiva, cuantas menos normas tenga, mejor para todos. Si queremos seguir, tendremos que replantearnos cosas constantemente.»
Esta gran colección atemporal y que llega para acompañarnos durante un año completo está inspirada en el colectivo yuppie de principios de los 90 y se ha utilizado como figura literaria, Pablo nos cuenta que estos yuppies «eran un poco una metáfora. No es el yuppie en si, sino quizá una evolución natural a nuestro juicio de lo que a hoy en día podría haber evolucionado esta figura. Quizá hoy tendría mucho que ver con el #buscavidas o el #multitasking. Personas hechas a si mismas que buscan diferenciación ante todo, pero que se centran en su mundo interior y crecimiento personal, siempre al tanto de toda y en búsquedas de las mil y una para salir adelante en un ambiente quizá un tanto hostil.»
Como señala, el mundo en general y la moda en particular puede ser un terreno hostil donde trabajar e intentar mejorar y muchas veces la diferencia la marca los tejidos que se eligen para una colección, saber seleccionarlos y visualizar cómo quedarán los diseños que se plantean sobre el papel llevados a la vida real. Nos cuentan que «en esta colección hemos querido trabajar con siluetas relajadas, de género diluido (because I’ts up to you), oversizes y con detalles característicos del wardrobe masculino tradicional dan forma a la parte más sutil de la colección, en combinación a una explosión de color reflejado a través de diferentes mezclas de prints, con emotivos guiños a un eternal summer mood y una forma libre de vivir.
Deshilachados, prints sobre pailettes, napas, algodones y viscosas forman el eje principal de tejidos, acompañado de una mezcla de tonos entre los que predominan el amarillo, marrones, negros, blancos off white y sutiles puntos de verdes agua, dando vida a prendas de alto invierno, así como aquellas prendas soñadas en las vacaciones estivales». Con todo ello, no podemos dejar de sorprendernos el contraste que genera esta propuesta con sus pasadas colecciones minimalistas y de líneas simples. Este es un cambio «necesario. Salir de la zona de confort siempre es necesario. Son prendas que además vendemos muy bien, que nos dan visibilidad y que el mercado nos pide, sobre todo en lugares como centro América o Asia. No obstante, es una colección amplia donde también predominan looks mucho más relajados en monocolor.»
Vemos que en el fondo se resiste un poco a renunciar a aquello que durante estos años se ha convertido en su marca personal pero que no tiene miedo de dar un twist y seguir adelante atendiendo a las necesidades reales de un mercado internacional. Sin duda Pablo Erroz tiene un gran futuro por delante y demuestra que se lo está ganando en cada nueva propuesta que presenta. Ahora tendremos que esperar todo un año para volver a dejarnos sorprender, mientras tanto podemos deleitarnos con las fotos del backstage de su último desfile Up to you.
Fotografías de Xavi Prat para #VEINDIGITAL
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