La muñeca está triste… ¿Qué tendrá la muñeca?
Su sonrisa mantiene, aunque algo le quema.
Ha perdido la fuerza, ha perdido el valor.
La muñeca está pálida, algo la aterra;
sonríe y asiente, no quiere dar pena,
pero dentro, sin pausa, crece el temor.
¡Ay!, la pobre muñeca de pie temblorosa,
quiere salir corriendo, salir victoriosa.