Leoteca, la red social para crecer leyendo

07 / 03 / 2017
POR Jaime Martínez

Descubrimos de la mano de su creadora cómo funciona esta red social pensada para fomentar el interés por la lectura entre niños y adolescentes.

 

 

En el errático y frío mundo generado entre arrobas, likes y hashtags, encontramos suerte y abrigo en Leoteca, la primera comunidad virtual pensada especialmente para niños.

Un lugar en el que olvidarse del “ya” y del “ahora”, eclipsados tras las pausas de obligado cumplimiento y la reflexión encargadas de dar vida a los volúmenes de raíz risueña, a los manuales de hechizos y a las increíbles aventuras y horripilantes misterios que dan forma a los más de 60.000 títulos con los que ya cuenta Leoteca. Un rincón donde conocer las últimas novedades en literatura infantil, asistir a encuentros virtuales con escritores, comentar las últimas ficciones y compartir las impresiones de lecturas encargadas de forjar personalidades y caracteres, siempre con la palabra escrita como la principal protagonista de este juego del leer. 

Hablamos con su creadora, Inés Puig Vázquez, para saber como funciona esta red social que apuesta por fomentar la lectura entre los jóvenes.

 

Cuéntanos, ¿qué es Leoteca?

Leoteca es la primera red social pensada para que los niños hablen de libros. Una plataforma online donde queremos que los jóvenes lectores puedan iniciarse en las nuevas tecnologías de manera sencilla, segura y con un propósito que trasciende el ámbito del mundo virtual.

¿Cómo funciona?

Leoteca esconde un montón de sorpresas, pero podríamos decir que el funcionamiento básico de la plataforma se basa en que cada usuario dispone de un perfil donde puede mostrar los libros que ha leído, quiere leer o aquellos que le han recomendado. A partir de ese perfil los usuarios pueden compartir y comentar los libros con sus amigos, darles una puntuación y descubrir nuevos títulos.

 

 

¿Cómo surgió la idea de emprender este proyecto?

Todo comenzó hace unos años, cuando empecé una pequeña aventura en el aula de primaria donde trabajaba como maestra. Me preocupada el desinterés que mostraban mis alumnos hacia la lectura, y decidí conectar dos clases de 6º de primaria de varios colegios, creando así un espacio de animación lectora.

Los alumnos intercambiaron durante meses recomendaciones de libros, sugerencias y opiniones. Al acabar el curso, tenía delante de mí a 50 nuevos lectores. La pregunta que me surgió en aquel momento fue, ¿cómo puedo hacer que este proyecto llegue a más alumnos y a otros colegios? La respuesta llegó tras darle muchas vueltas, y algún que otro viaje al extranjero: Leoteca, una comunidad virtual para niños de 6 a 12 años en la que la lectura se convierta en una experiencia compartida.

¿Qué es lo que hay que hacer para apuntarse?

Es una plataforma abierta tanto a niños como a adultos, y los requisitos para apuntarse son diferentes en función de la edad. Los mayores de 14 años pueden hacerse un perfil con un e-mail, pero los menores deben contar con la autorización de un adulto, bien sean padres o tutores del colegio. Ellos serán los encargados de manejar la privacidad de la cuenta.

 

 

¿Cualquier niño puede apuntarse?¿Os dirigís a unos rangos de edad específicos?

Curiosamente pensamos la plataforma para niños pequeños, pero cada vez hay más adolescentes que se animan a hacerse su propio perfil y a dejar sus comentarios.

La plataforma está hecha para niños que ya leen solos, pero también contamos con una función para padres que desean hacerles un perfil a sus hijos pequeños, para así ir registrando los libros que leen. Si hay un niño que está interesado en la lectura, seguro que encontrará algo interesante en Leoteca.

¿Y a los maestros?¿De qué manera les puede ser útil participar de esta red social?

Desde el perfil del tutor se ofrecen diferentes propuestas que el profesor puede utilizar como herramientas didácticas. Cada libro cuenta con previsualizaciones, booktrailers, archivos de audio, de video o enlaces web con los que ayudar al usuario a hacerse una idea de lo que le espera en cada libro.

Una vez terminada la lectura, se pueden realizar diferentes actividades que permiten profundizar en la comprensión lectora. Desde videos y audio recomendaciones, hasta cuestionarios y otras propuestas didácticas. Es a través de estas acciones como se pueden ir consiguiendo puntos en Leoteca. También disponemos de otras funciones interesantes, como las recomendaciones y selecciones de lecturas, desde donde se pueden descubrir nuevos e interesantes títulos.

Algunos padres y maestros puede preocuparse al leer “red social” para niños.

Sería algo normal, pero no hay de qué preocuparse. Trabajamos casi dos años enteros para poder garantizar la seguridad en Leoteca, y contamos con el certificado de protección de datos del menor, un tramite complicadísimo de conseguir en España.

La interacción social está restringida a comentarios sobre los libros, y los adultos no pueden establecer conversaciones con niños en ningún caso. Los niños sí pueden hablar entre ellos, pero únicamente cuando el adulto a cargo active esa función. Además, cada mensaje que se envía es analizado en busca de una serie de palabras “prohibidas”, y todos los mensajes son reenviados al buzón de la persona que tutoriza la cuenta del menor.

 

 

¿Qué clases de libros podremos encontrar en esta gran biblioteca?

Albergamos más de 60.000 títulos infantiles y juveniles. A partir de esta enorme base de datos, desde el equipo de Leoteca trabajamos para hacer una selección basada en ciertos criterios de calidad. Una especie de guía para lectores que quieren encontrar un buen libro, y que servimos en forma de listas de recomendaciones tanto por edad, como por temáticas.

¿Es posible adquirir alguno de estos libros a través de Leoteca, ya sea mediante contenidos virtuales o envíos en formato físico?

Colaboramos con las editoriales más importantes de nuestro país, así que si encuentras un título que te gusta, seguro que puede hacerte con él en tu librería o biblioteca más cercana. De momento no ofrecemos lecturas on-line, nunca fue ese nuestro principal objetivo.

Según el CIS del pasado junio de 2016, casi un 40% de los encuestados reconocía no haber leído ningún libro en los últimos doce meses. ¿Complicado promover la lectura con estos datos?

Siéndote sincera, no me preocupan mucho los datos a gran escala. Me quedo con las pequeñas informaciones y gestos, como la creación de un club de lectura, o la reforma y apertura de una nueva biblioteca.

 

 

“No hay libro tan malo que no tenga algo bueno” decía el Don Quijote de Cervantes, pero algunos autores parecen empeñados en llevar este dicho hasta su extremo. ¿Cómo saber elegir bien entre una variedad de títulos cada vez mayor?

¡Uy, qué va! Hay muchos libros malos de principio a fin. El problema del mercado editorial en España es que se publica de todo y demasiado. Es un laberinto en el que cada vez es más complicado orientarse.

Creo que uno va adquiriendo cultura con el tiempo, poco a poco, y leyendo. Y para ese camino mi recomendación siempre es la misma, no comprar libros en grandes superficies. Es mejor optar por las pequeñas librerías, donde el librero tiene una experiencia que le avala. Si le somos fieles, con el tiempo tendremos en él a un buen amigo, alguien que nos ayudará a encontrar nuevas lecturas, cada vez más acertadas y en sintonía con nuestros gustos.

Un mal libro puede conducir al niño a alejarse de la lectura, ¿cómo conseguir que la ilusión y el interés por las palabras se mantenga?

No hay una fórmula mágica, pero mi experiencia como maestra contradice aquello de “es que haga lo que haga, no le gusta leer”. He dado clases a niños que no eran capaces de coger un libro, pasado tardes enteras con algunos que se quedaban en la biblioteca a regañadientes, y con otros que no salían de “Gerónimo Stilton”. Y es curioso como todos, con el tiempo, han terminado interesándose por la lectura.

¿El secreto? Siempre fui sincera. Compartí con ellos lo que más me apasionaba, y nunca les obligué a leer nada. Bueno, menos en una ocasión en la que un niño me dijo que se negaba a leer Pippi Calzaslargas porque la protagonista era una niña, así que decidí que si no lo quería leer, al menos tendría que escuchar los primeros capítulos. ¡Una semanas después le vi jugando a Pippi en el patio del colegio! ¿No es maravilloso? (risas).

¿Pueden las lecturas obligadas de los centros escolares promover esta desconexión entre el público juvenil y la lectura? Quizás sería mejor optar por listas acotadas y selecciones, y que sea el niño quien participe de una manera más activa, y no de una manera impuesta.

Estoy completamente de acuerdo contigo. Creo que unir la palabra “lectura” con “obligatorio” es un grave error que se comete en nuestro sistema educativo. El problema principal es que los docentes no suelen tener ninguna formación en literatura infantil, desconocen lo que ofrece el mercado y, tristemente, muchas veces ni ellos mismos son lectores.

Con este panorama es muy complicado abandonar las selecciones de lecturas obligatorias. En mi opinión debería de optarse por invertir dinero y esfuerzos en revisar los fondos de las bibliotecas, y en contratar personal que tenga conocimientos en la materia.

 

 

La parte más social de Leoteca parece dirigida a crear vínculos y amistades a partir de compartir impresiones sobre historias, cuentos y libros, ¿El simple hecho de compartirlas, ayuda a motivar y generar ese interés por la lectura del que hablábamos?

Sí, como en los demás ámbitos de nuestra vida. Hablamos y compartimos sobre aquello que nos interesa, ya sea un partido de baloncesto, el último disco de un artista o sobre una película a la que no podemos dejar de darle vueltas… En ese sentido Leoteca quiere ser una plataforma desde la que descubrir que la lectura puede ser una afición compartida, y que hay muchos niños que disfrutan de la literatura. Pero no puede, ni lo pretende, ser la solución final. El cambio debe darse desde el entorno más cercano, y dentro de una sociedad que se interese por fomentar el hábito lector tanto de niños, como de adultos.

¿Cómo funciona esta parte de “red social”?

Cuando se da de alta una clase, por poner un ejemplo, los alumnos aparecen como amigos entre sí por defecto, y pueden ver la actividad social de sus compañeros a través de las herramientas de su propio perfil. La diferencia con otras redes sociales está en que en Leoteca se habla de libros, de los que han comentado mis amigos, de las votaciones que han hecho y de los que han leído.

Para hacer nuevos amigos hay varias funciones, como la de “almas gemelas”, que se encarga de conectar lectores con gustos parecidos. Pero es importante recordar que Leoteca está pensada para ampliar conocimientos sobre libros y literatura, no para hacer nuevos amigos y chatear con ellos. Esa función está bastante restringida en la plataforma.

¿En qué nuevos proyectos y novedades estáis trabajando?

Queremos ampliar algunas de las funciones, personalizar todavía más los perfiles y realizar clubs de lectura. Creemos que muchas de las novedades funcionarían genial en los colegios, y estamos buscando financiación para poder llevarlas a cabo, pero es complicado. Ojalá salgan adelante y podamos hablaros de todas las novedades dentro de muy poco.

 

www.leoteca.es