Así fue la New York Fashion Week

19 / 09 / 2016
POR Gabriela Ramos

La ciudad de Nueva York es conocida como una de las capitales mas influyentes en la moda. De hecho en el conocido “Mes de la Moda” que ocurre dos veces al año, Febrero – Marzo y luego Septiembre – Octubre comienza en la ciudad de Nueva York, pasa luego a Londres, Milán y culmina en París. Es durante esta temporada cuando las casas de moda presentan sus colecciones pret a porter para el ojo editorial y la previa comercial.

Durante las últimas temporadas, Nueva York ha sido visto como el “baby de la moda” ya que, a diferencia de las otras capitales, presentaba colecciones muy comerciales, muy dispersas y sin un concepto, sin marcar tendencia, sin narrar una historia. Sin embargo, estoy gratamente sorprendida de poder decir que esta temporada Nueva York presentó una serie de colecciones que en su conjunto contaban algo, seguían las tendencias y se inspiraron en música, arte y vida social para generar un mensaje que, al vestirlo, resulta estético.

La semana se inició con Tom Ford, quien presentó rodeado del glamour de más altura de Hollywood, una colección muy fiel a su identidad como director creativo, y extremadamente innovadora en la tendencia y es ahí de que parte esta historia. Ya que el mercado en el consumo de lujo se ha visto deprimido por problemas varios a nivel internacional, la tendencia a seguir para este otoño y la próxima primavera es la exageración, lo opulento, el exceso en las prendas de vestir. Y fue en el más lujosos de los ambientes que Tom Ford hizo presentó una colección llena de abrigos enormes, accesorios grandes o botas extravagantes.
 
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Tom Ford  (vía: The Impression)

 
Por otra parte, la semana terminó con Mark Jacobs quien aunque fue un poco la antítesis de Tom en términos de presentación, logró recapitular en su colección el sentimiento que esta ciudad quiso mostrar. Los directores creativos americanos se inspiraron en el arte, la música, el pasado y, sin duda alguna, imaginaron el futuro. Desde aplicaciones de flores fosforescentes en sedas que aludían a un Seurrat (Jaso Wu) hasta un manejo del color intricado basado en el trabajo del David Hockney (Hugo Boss por Jason Wu también), la moda fue un nutriente para el alma.
 
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Marc Jacobs (vía: The Impression)

 

Otro fenómeno de esta temporada, fue la polémica: “Lo veo ahora, lo compro ahora”. Esto de lo que se trata es de mostrar la colección en temporada (y no con antelación) y vender al minuto que la pasarela termina. Tom Ford, Tommy Hilfiger, Ralph Lauren y Alexander Wang fueron algunos de los diseñadores que implementaron esta modalidad. Curioso es que quienes ofrecieron esta opción comercial invirtieron mucho para el espectáculo en la que se presentaron. Por ejemplo ambos, Tommy Hilfiger y Alexander Wang, generaron una fiesta para su show, tanto que se sintió que el espectáculo opacó la colección. Ford fue mucho más sublime al ofrecer a sus invitados una cena de ‘alto lujo’ y consentirlos con infinidad de martinis y champán a la hora de celebrar. Por su parte, Ralph Lauren cerró la calle frente su tienda de Madison, para crear en su acera un cubo de cristal donde presentó su colección 1.2 Otoño – Invierno 2016 (la primera parte se vió en las pasarelas el febrero pasado) para luego invitar a una lista muy ‘VIP’ a ser los primeros en comprar su colección, al tiempo que desvelaba una vitrina de pantallas LED había una sola prenda de vestir, mientras al fondo un video de un caballo blanco galopando ganaba mucha más atención que el vestido recién expuesto.

 

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Ralph Lauren (vía: The Impression)

 

El cantante Kanye West generó una polémica con su última presentación. Su propuesta, descrita como un “secuestro”, consiguió que muchos editores se sintieran desamparados, al ser citados el mismo día del show con una invitación que llegó a las cuatro y media de la mañana para luego ser trasladados en un bus sin agua y con música muy alta a las afueras de la ciudad donde tuvieron que esperar otra hora más bajo el sol (y aún sin agua) para ver una colección que no presentó nada nuevo, ya que su esposa había lucido anteriormente la mayoría de los atuendos.

Kanye West (vía: GettyImages)

 

También tuvimos a Jeremy Scott. El creativo invitó a toda la «New York de la industria» a ver su pasarela. Hasta tal punto fue así que la exclusividad de poder ver estos shows no se sintió. Él mismo presentó un tema diferente en su colección (en vez de productos de limpieza, este año fue sobre el cuidado dental) manteniendo el mismo concepto. Nada nuevo.

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Jeremy Scott (vía: The Impression)

 

Pero, más allá de dos no tan buenos, la semana fue muy buena. La tendencia se marcó. El espíritu se sintió. Como mencioné anteriormente, por primera vez en varias temporadas vimos a diseñadores inspirarse en arte, música, películas, historia, pasado, presente, futuro y todo se volvió la dramatización de una idea. Bien fueran sencillas, tràgicas, concurridas o elegantes, estas ideas se tornan en historias que contar, en historias que dicen mucho de nosotros, del mundo, de lo que pasa y de lo que va a pasar. Fue una semana de la moda profunda, muy pensada y con una sustancia genuina. Pareciera que el baby de las capitales de la moda estuviera creciendo, finalmente y después de un tiempo se presenta una historia en conjunto y esa historia dice mucho.