Bárbara Martínez, la mamá creativa detrás de Latibule Studio

10 / 09 / 2018
POR Irati González

Dirige una agencia creativa infantil, la revista Balumba Magazine, da clases y tiene dos hijos. En #VEINKIDS le preguntamos cómo consigue tal acrobacia vital y ella nos responde.

 

 
Bárbara es diseñadora gráfica, madre de dos hijos, MaxGala, y además de coordinar y dar clases en los Ciclos Formativos de CIC-Elisava (Barcelona), dirige, junto a su socia Mariló Martín, Latibule Studio, una agencia creativa especializada en el sector infantil. Ambas, crearon también un proyecto llamado Balumba Magazine. Una revista digital que ellas mismas definen como “la revista que leeremos cuando encontremos ese momento de calma, porque habla de nuestra familia y de otras familias, con las que aprendemos y compartimos trocitos de vida”.

 

 

Antes de nada, cuéntanos, ¿cómo consigues dirigir la agencia, la revista, las clases, a tus hijos y que todo fluya?

¡Esa es la parte más complicada! cuando quiero encajar todo eso en el día a día… Que se me olvide una reunión porque la noche anterior uno, en el mejor de los casos o los dos, en el peor, de mis hijos ha estado enfermo, que se me queme la cena porque estoy mirando el Instagram, contestando mail y/o whatsup, que intente quedar con amigos y sea más complicado cuadrar agendas que hacerlo con la ONU, y que a partir del jueves la nevera esté vacía y la basura llena…

Eres madre de dos niños maravillosos, y seguro que, como casi todos los peques, son un terremoto, ¿dónde encuentras la inspiración o creatividad que requiere tu trabajo? ¿te ayudan tus hijos en tu proceso creativo?

Tener hijos es estar preparada para la sorpresa continua porque nada sale como esperas, y al final te das cuenta que es mejor tomarse las cosas como vienen. En mi caso, el tener hijos hizo que me especializara dentro del sector creativo hacia el universo infantil y verdaderamente ellos me hicieron descubrir muchas cosas, pero mi inspiración diaria viene de muchos sitios distintos. Me emociona especialmente el mundo del arte desde Calder a Malevich, pasando por Claudia Valsells. Siempre que puedo me escapo a ver exposiciones, y si voy con mis hijos, mejor, aunque eso conlleve hacer la vuelta rápida al museo de turno. También me inspiran otros diseñadores, desde clásicos como Müeller-Brockman hasta gente más actual como Lotta Nieminen, el estudio M/B o la cuenta de Instagram Artmemeking, que me parece brillante y divertidísima!

A ellos les consulto muchas veces temas de trabajo, por diversión y también porque creo que es importante que ellos vayan teniendo su propia opinión sobre las cosas.

 

 

Tus hijos son protagonistas de la mayoría de contenidos que publicas en Instagram, ¿qué papel crees que han tenido las redes sociales en vuestro vínculo familiar? ¿os ha unido?

Es curioso porque el otro día buscaba unas fotos antiguas que en teoría estaban guardadas en un CD, y no había manera, y en un momento dado pensé “Suerte que muchas las tengo en Instagram”. Creo que hay que tomarse las redes sociales con la importancia debida y ver la parte positiva. Hay veces que puedo estar días sin postear nada, simplemente porque no lo siento así o porque estoy ocupada o porque estoy de mal humor, y no pasa nada. Pero por otro lado me sirve como un diario de nuestra vida y me siento con los niños a repasar fotos “antiguas” para recordar esos momentos, y siempre es un rato muy amable y divertido. Es verdad que también me ha servido para conocer y descubrir gente con proyectos muy interesantes, y espero que siga siendo así.

“Keep families together” es uno de vuestros slogans, ¿qué significa para ti esta frase?

Cuando Donald Trump aplicó su política migratoria nos pareció tan desalmada y cruel que sentimos que como mínimo debíamos expresar lo que sentíamos. Fue un trabajo gráfico que realizamos en una sola tarde, el concepto era muy claro: las familias debían permanecer unidas en momentos tan difíciles y lo expresamos mediante las manos cogidas, un gesto que hacemos habitualmente para proteger y sentir, a la vez, a nuestros hijos.

 

 

Pero, empecemos por los comienzos. Hablemos de Latibule Studio. ¿Cuándo y cómo surgió la idea de crear una agencia de comunicación? y, ¿por qué especializada en el sector infantil?

Hace un par de años, una amiga común creyó que Mariló y yo debíamos conocernos, y justo en ese momento, tanto ella como yo teníamos diversos proyectos en marcha de marcas infantiles, así que decidimos unir fuerzas y ver lo que pasaba.

Decidimos especializarnos en el sector infantil porque era lo que nos unía en ese momento. Yo ya venía de haber creado una revista de ámbito familiar, Caos Magazine así que ya tenía experiencia en este sector, y cuando más tarde conocí a Mariló, ¡fue el momento perfecto para volver a ponerlo todo en marcha!

En la web afirmáis proponer un diálogo sobre la esencia de la infancia, ¿en qué consiste?

Esta afirmación va un poco en consonancia con la idea que comentaba antes sobre la maternidad y las sorpresas. Si la maternidad/paternidad no es nunca lo que esperabas, (tanto para lo bueno como para lo malo, eh!), creemos que lo mejor es estar abiertos al diálogo, a corregir, a repensar, a probar y a equivocarse, siempre desde el amor más absoluto, y al final todo saldrá bien. Este diálogo lo traspasamos a los proyectos que hacemos con los clientes porque son marcas muy especiales que tratan su trabajo como un segundo, tercer o cuarto hijo.

 

 

¿Qué diferencia a Latibule Studio de otras agencias?

Bueno, supongo que eso lo deberían decir nuestros clientes, pero la verdad es que nos implicamos mucho en los proyectos porque creemos en ellos y queremos contribuir a comunicar la valía que desprenden, trabajando de una manera muy cercana con las marcas y los colaboradores. Todo eso nos lleva a crear unos lazos muy estrechos con nuestros clientes, forjando unas relaciones muy bonitas que se transmiten más allá de los proyectos, y la verdad es que consideramos un lujo trabajar así.

Y, ¿cómo es eso de trabajar con peques?

Jajaja, igual que vivir con ellos, a veces maravilloso y a veces una locura. Lo importante es tener paciencia y mucho sentido del humor. Los niños captan enseguida el “mood” de la situación y por eso es importante no estresarse y estar abiertos a la improvisación.

Habéis colaborado con marcas como Little Creative Factory o We are Cotton, ambas con valores sostenibles, ¿es importante para Latibule Studio trabajar con proyectos con conciencia?

La suerte es que en este sector hay muchas marcas que ya se han creado con estos valores sostenibles y es maravilloso poder trabajar con ellas. Sin duda creemos que se apuesta de manera muy sincera por el consumo responsable y la ecología porque, la mayoría, está creada por madres y padres que piensan en sus hijos, y para nosotras es un honor trabajar con ellas.

 

 

Además de la agencia, eres una de las fundadoras de la revista Balumba Magazine, ¿cómo surgió la idea de crear este proyecto?

Balumba surgió primero porque tanto a Mariló como a mí nos encantan las revistas, y segundo porque así podemos dar salida a contenidos que nos encantan y que, sin duda, queremos compartir y que de otra manera se quedarían en el ámbito más personal.

¿Qué buscan los lectores en una revista como Balumba?

En Balumba pueden encontrar contenidos muy diferentes, desde descubrir una marca de accesorios de colores vibrantes, ir a un concierto de rock familiar o leer una entrevista a una familia. Al final, es simplemente compartir hallazgos o mantener una conversación con alguien que te parece interesante, y luego volcarlo en una plataforma para poder compartirlo y crear ese diálogo del que antes hablábamos.

 

 

¿Por qué crees que es tan importante que las familias lean sobre otras familias?

Aprender a través de la experiencia de los demás, sobre todo, en el tema de la crianza es muy necesario. Aquello de que los niños no vienen con un manual de instrucciones es más que cierto, igual de cierto que tus hijos no se van a parecer a los del vecino, pero la empatía que podemos generar al compartir nuestras experiencias es muy valiosa y podemos aprender mucho los unos de los otros. Hace tiempo, leí en una entrevista a Gordon Rampsey, el chef, que él no dejaba que sus hijos tuvieran aparatos electrónicos durante la semana, y los reservaba únicamente para el fin de semana. Me pareció una muy buena idea y así lo aplico con mis hijos, pero de igual manera intento aplicar el buen humor con que tratan los problemas mis amigos Joan Marc y Luis, que tienen dos hijos, o la manera de mantener la calma de Mariló que tiene tres niñas.

Creo que todos hacemos lo que podemos con la mejor intención, pero lo que es seguro es que siempre queremos aprender a criar a nuestros hijos más y mejor.