Los artistas Filip Custic y Virgen María, respaldados por Colección SOLO, han creado una sorprendente escultura de globos que desafía las normas del espacio urbano y a a las nociones preestablecidas de estabilidad y realidad. Para ello, Custic emplea una amalgama de medios, desde el confeti hasta los líquidos de colores, hasta transformar lo que aparentaba ser mármol o el pedestal de un extraño monumento en una experiencia sensorial en vivo.
En el vibrante cruce entre la identidad, la tecnología y la expresión artística, el artista visual Filip Custic ha dejado su huella en todo el mundo con su enfoque innovador a través de la fotografía, la performance, la escultura y el videoarte. Con ‘Dreamcore’, Custic, en colaboración con Virgen María invita al espectador a sumergirse en un fascinante espectáculo de desconcierto y revelación. Durante la performance, el paseante se convierte en parte activa de la obra, desencadenando el estallido de globos que revelan sorpresas inesperadas: confeti, dinero, purpurina. La escultura, aparentemente sólida y estática, se convierte en el escenario de una sesión comunal de ASMR en directo, donde el placer háptico y el disfrute sensorial asaltan la praxis del espectador. Es aquí donde Custic desdibuja las fronteras entre la realidad y la ficción operativa, desafiando nuestras percepciones y abriendo un diálogo sobre la naturaleza efímera de la estabilidad.
La obra de Custic se sumerge en la intersección entre la tecnología y el cuerpo humano, explorando cómo los objetos tecnológicos pueden ser catalizadores para celebrar la diversidad de identidades. Los espejos y las pantallas, elementos recurrentes en su obra, se erigen como símbolos de nuestra obsesión contemporánea por la imagen y los selfies, mientras que las referencias a la ciencia y la historia del arte añaden capas de significado a sus creaciones.
La acción de demoler la escultura al final de la instalación no solo marca el cierre de un capítulo, sino que también invoca una sensación de sueño lúcido. La duda persiste, la ficción operativa se desvanece, pero la plaza recupera su normalidad imperturbable. Custic, con su habilidad para tejer narrativas visuales inmersivas, desafía a los espectadores a cuestionar las nociones establecidas y a explorar las fronteras entre lo real y lo ilusorio en la era digital.
Descubre más sobre el universo de Filip Custic en su web, www.filipcustic.com
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