El espíritu de Gianni Versace renace en Málaga: arte, moda y emoción en una exposición irrepetible

20 / 01 / 2025
POR África Silvelo

El universo creativo de Versace vertebra ‘Gianni Versace. Retrospective’, una exposición que se podrá disfrutar en Málaga desde el 7 de febrero hasta el 30 de junio.

Cuatro vestidos de Versace

Cuatro de los vestidos que podrán verse en la exposición ‘Gianni Versace. Retrospective’ en la Embajada Italiana en Madrid ©PaulaCaballero.

Lo que se podrá ver en Málaga son dos décadas de creatividad impulsadas por el constante deseo de asombrar. Así lo recordó Karl Von der Ahé, comisario de la exposición ‘Gianni Versace. Retrospective’, durante la rueda de prensa en la embajada italiana en Madrid.[/caption]

La fuerza de Versace residía en su insaciable curiosidad y su vasto acervo cultural, forjado en parte por sus lecturas clásicas de obras como ‘La Odisea’ o ‘La Ilíada’, mientras crecía en el taller de su madre en su Calabria natal. Estas influencias nutrieron un imaginario creativo que se reflejó en cada una de sus colecciones. “Sus desfiles eran auténticas obras de arte sobre la pasarela, y, especialmente a partir de mediados de los años 80, se convirtieron en experiencias que todos querían vivir en primera persona”, señaló Von der Ahé.

Esta riqueza creativa, nacida de la fusión de conceptos estéticos dispares, tomó forma en un espíritu exuberante que se tradujo en una estética inconfundiblemente barrocaun reflejo del alma cultural europea. “Vayas donde vayas en Europa, ya sea Italia, España, Francia o Alemania, encuentras una iglesia, un palacio, una fuente barroca. Es un estilo que nació en Italia y acabó convirtiéndose en un lenguaje compartido en todo el continente. Ese fue el espíritu que impregnó las creaciones de Gianni”, destacó el comisario.

A la exuberancia de su obra se sumó su espíritu aventurero, que el propio Gianni Versace describió con estas palabras: “Soy como una especie de Marco Polo que viaja y mezcla culturas”. Ese espíritu viajero se refleja en cada una de las nueve salas que conforman la exposición de Málaga, una muestra única que encuentra en el Palacio Episcopal un paralelismo con la atmósfera de la Casa Casuarina, en Miami Beach, donde Versace fue asesinado.

La exposición propone un recorrido emocional y mágico por la vida del diseñador italiano, marcada por los lugares que definieron su biografía creativa: Calabria, Milán, Londres, Nueva York y Miami. En cada uno de estos destinos, Versace no solo vivió, sino que supo absorber y reinterpretar la esencia del momento, capturando aquello que flotaba en el ambiente y traduciéndolo en su imaginario creativo.

Londres le transmitió el espíritu rebelde del punk, plasmado en uno de los vestidos más icónicos de Gianni Versace: el que lució Liz Hurley en la presentación de Cuatro bodas y un funeral en 1994. Conocido como THAT dress —un nombre que lo dice todo—, se trataba de un diseño negro, ceñido al cuerpo y decorado con grandes imperdibles dorados que estratégicamente cubrían la desnudez de la actriz. Esta creación representaba el deseo de Versace de romper barreras, utilizando uno de los símbolos más característicos del punk: los imperdibles. Fue el primer diseñador en dominar el arte de la sorpresa, un elemento que la retrospectiva malagueña busca recrear. Cada sala ofrece una experiencia única, innovadora, y refleja la constante evolución de la obra de Gianni Versace y su deseo de fascinar al público.

En la constelación del pop, encabezado por Andy Warhol, Gianni Versace encontró una conexión artística que marcó su colección primavera/verano de 1991, llevándola al estatus de mito. Versace tuvo la fortuna de conocer a Warhol, un encuentro que siempre consideró un motivo de orgullo, algo que también le sucedió con Pablo Picasso. El vínculo entre Versace y Warhol radica en su visión compartida sobre los iconos, una herencia cultural común que ambos transformaron en piezas de arte contemporáneo.

Warhol, procedente de una familia ortodoxa eslovaca, es el máximo representante de los iconos de la cultura pop del siglo XX. Su enfoque se inspiraba en las tradiciones de las iglesias ortodoxas, donde las copias de los iconos sagrados tenían el mismo valor simbólico que los originales. Versace aplicó este principio a la moda, entendiendo que las reinterpretaciones podían alcanzar el mismo impacto que las creaciones únicas.

“Ambos eran herederos de una tradición grecorromana, concretamente la representada en el imperio bizantino. Warhol creó una nueva Madonna basada en Marilyn Monroe, una imagen que puede adquirirse en formatos que van desde los cinco dólares hasta los millones. Cuando la llevamos sobre nuestro cuerpo, la estamos exhibiendo y replicando. Es una forma de cultura, casi de religión. Así se convirtieron en los iconos de la modernidad que conquistaron el mundo,” subrayó Karl Von der Ahé al analizar la conexión entre ambos genios.

Sin lugar a dudas, Gianni Versace se ha consolidado como uno de los italianos más universales de nuestra era. «Si vas a Japón, China, Estados Unidos o al Reino Unido, todos le conocen», señaló Karl Von der Ahé. Versace fue una figura clave de lo que podríamos llamar el Siglo de Oro de la moda, ese que se vivió entre mediados de la década de 1970 hasta el final de los 1990, una época rebosante de vitalidad artística que ya no existe en la misma forma, ni en la moda, ni en la música, ni en el fútbol. Hoy en día, el negocio ha eclipsado la creatividad, pero en los años en los que Versace estaba en su apogeo, logró transformar la moda en una auténtica forma de arte.

¿Se necesita algo más para escapar a Málaga y dejarse envolver por el espíritu versaciano como hacemos cuando vamos a Roma a ver la Capilla Sixtina?

‘Gianni Versace. Retrospective’ podrá visitarse a partir del 7 de febrero en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga