La artista textil María Ramírez se une con Pineal Studio en la realización de 6 tutoriales que muestran los posibles usos de los pañuelos según la técnica nipona del Furoshiki (método que lleva siglos siendo aplicado en Japón).

Retrato de María Ramírez
El sistema empleado al trabajo de esta diseñadora, que encuentra su origen hace más de 400 años y que viene de la palabra Furo-Shiki (la cual significa literalmente: «extender del baño», y simboliza un ciclo), va desde la creación de tocados y pañoletas, a la de una cesta de frutas, un portador de libros o vino o envoltorio de regalos. Todo un arte a partir de tejidos y distintos estampados. Una manera, además, de contribuir al medio ambiente a través de un estilo de vida que cumple las 3R (reducción, reutilización y reciclado). Además de sus tutoriales, también podemos encontrar las dos colecciones creadas por su firma homónima. Una de ellas: Nacka, es un homenaje a la ciudad sueca del mismo nombre; y la otra: Crayon, está inspirada en la textura de estos lápices. Desde 2015 lleva creando colecciones limitadas manufacturadas artesanalmente. EN #VEINDIGITAL hablamos con ella para conocer un poco más de cerca su particular universo.
¿Quién eres?
Me llamo María Ramírez y soy de Albacete, pero llevo siete años viviendo en Madrid. Soy diseñadora de estampados y tengo mi propia firma textil que se llama mariaramirez, en la cual diseño y produzco colecciones de edición limitada de pañuelos de algodón. Llevo un año y medio con mi firma y tengo dos colecciones que para mí son como mis hijas. Estudié Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y me especialicé en todas las asignaturas de grabado. No teníamos ninguna asignatura de textil por lo tanto empecé a aprender de forma autodidacta diferentes formas de estampación en este material. Tras licenciarme me mudé a Estocolmo, para realizar una residencia artística en KKV Konstnärernas Kollektivverkstad. Allí trabajé en mi primera colección de pañuelos y participé en la Stockholm Design Week junto a mi hermana la diseñadora de interiores Elena Ramírez. Quien me conoce sabe que soy una persona alegre y positiva.
¿Cómo has llegado hasta aquí?
Buena pregunta. Creo que el trabajo duro y la constancia es lo que te lleva a conseguir tus objetivos. He de confesar que nunca fui una niña muy estudiosa. En el colegio siempre estaba dibujando y soñaba con la hora de salir de clase para hacer fotos o leer libros.Con el tiempo fui focalizando mis esfuerzos en cosas más productivas. Y cuando llegó el momento de elegir una carrera sabía que Bellas Artes era lo que quería estudiar. Tuve la grandísima suerte de terminar la carrera con las cosas muy claras y las metas muy marcadas. Lo más importante para llegar a una meta es el trabajo; prestar atención a lo que te rodea y ser una persona curiosa y abierta. Y, sobre todo, tener paciencia, que es la madre de la ciencia.
¿Cómo definirías tu estilo?
Mi estilo es limpio, sencillo y cromático. Centro mis intereses artísticos en arte, diseño de estampados y textil. Suelo usar en mi trabajo formas sencillas con tendencia a la abstracción geométrica. Uso la repetición como vocabulario básico para la construcción de patrones. La experimentación con diferentes medios y materiales me motiva a tener nuevos proyectos e ideas. En cuanto a la imagen. Siempre trabajo de la misma manera y con el mismo fotógrafo: Alberto Feijóo, al cual admiro mucho y me entiendo muy bien. Fondos claros y atrezzo fácil y sencillo para que destaque el producto y su diseño.
¿Cómo ha surgido la colaboración con Pineal Studio?
Pineal Studio es un equipo de fotógrafos y diseñadores con los cuales he querido trabajar desde hace tiempo pero no habíamos encontrado el momento y el proyecto adecuado. Admiro mucho el trabajo de cada uno de ellos. Sabía que trabajaban vídeo y cuando empecé a idear el proyecto de los tutoriales sabía que ellos sabrían plasmar lo que yo tenía en la cabeza. No dudé ni un sólo segundo. Hablé con Alejandro Cascallana y le conté mi idea. Desde el primer momento ha sido fácil y divertido. Junto a Ding Ding, que es la modelo y otro pilar fundamental del proyecto, hemos hecho muy buen equipo.
¿Qué es lo que te ha llevado a inspirarte en la técnica nipona del Furoshiki?
Me interesa conocer nuevas culturas y sus tradiciones. Hace aproximadamente ocho o nueve años conocí a Sakura Sato, ella es diseñadora y vive actualmente en Yamanashi, Japón. Hemos mantenido una relación de amistad o casi de hermandad todos estos años. Cuando venía a España se quedaba a dormir en mi casa y ha conocido a toda mi familia. En uno de sus viajes a España ella me enseñó a ponerme un pañuelo en la cabeza y me habló sobre las técnicas de Furoshiki. Empecé a investigar estas técnicas y a interesarme por esta tradición Japonesa. Cuanto más investigaba más me interesaba. Estas técnicas se comenzaron a emplear a mediados de la Era Nara para no confundir o mezclar ropa. Con el tiempo su uso se difundió y se comenzó a utilizar para proteger mercancías o regalos. En los últimos años el ministerio de medio ambiente japonés ha hecho campañas para promover el uso de furoshiki.