GYPSY SPORT, a pesar de pertenecer a otra dimensión indefinible, juega en la liga de los campeones. Rio Uribe, el diseñador detrás de la marca, ha triunfado en la Semana de la Moda de Nueva York, ha seducido a Anna Wintur y ha sido alabado por The New York Times.
Si una trata de buscar comparaciones la cosa se pone complicada. Se parece a todo y a nada. Me atrevería a decir que, de sus colegas contemporáneos, se encuentra entre Hood By Air y Grace Wales Bonner. Tiene bastante de ghetto pero no sé si de gotik, las señas latinas y afro son protagonistas y todo se adereza con mucho drama.
Río Uribe se define como un de esos «bebés americanos de los 80 de padres inmigrantes adolescentes». Pasó su infancia entre Los Ángeles y México hasta que fue a parar a Harlem.
EN 2006 comenzó a trabajar en Balenciaga, al mando de Nicholas Ghesquière. Durante 6 años examinó cada una de la sprendas que caía en sus manos como si fuera una pieza de arte. Fue en 2012 cuando lanzó Gypsy Sport, marca con la que decidió romper barreras de género y enviar mensajes políticos en torno a la raza, la religión o el sexo.
No diseña las prendas que vestiría sino las que le gustaría ver por la calle.
