Lo nuevo de Balenciaga: ¿adiós underground, hola pragmatismo?

01 / 06 / 2017
POR Verónica Martín

La última campaña de la firma parece disparada con un teléfono móvil en un tributo a lo corriente, como reflejo de las vivencias personales de su director creativo, Demna Gvasalia.

 

 
«Común» puede ser la definición de la sesión de fotos realizada para la casa Balenciaga con motivo de su próxima colección otoño-invierno 17 en la que los modelos aparecen apenas sin iluminación ni retoque y con una silla como único atrezzo. Un fondo gris con el logo de la marca repetido es, además de la ropa, el único signo de identidad de la firma que se puede encontrar. Jerseys, gabardinas y abrigos con el oversize como denominador común al que ya nos tiene acostumbrados el también fundador director creativo de Vetements.
 

 
Esta inclinación del diseñador, lejos de responder a la tendencia o ser un guiño a la cultura de club, supone un rasgo personal marcado por su niñez en Georgia en plena etapa soviética: «la ropa era tan escasa que significaba comprarla tres o cuatro tallas más grandes. Todo mi guardarropa era así. Mis chaquetas siempre eran demasiado grandes para mí porque se suponía que durarían dos o tres años. Creo que la razón por la que me gusta ese tipo de proporciones y formas está muy vinculado a eso» cuenta Gvasalia, quién se incorporó a Balenciaga a finales de 2015, en declaraciones a WWD.
 

 
Johnny Dufort es el fotógrafo encargado de firmar esta serie de imágenes con la actriz danesa Emma Leth, la artista neoyorkina Eliza Douglas y las modelos Barbra-Lee Grant, Kennah Lau, Oliwia Lis y Sveta Black como protagonistas. Una campaña totalmente opuesta a la brillantez y perfección de las antiguas grandes campañas publicitarias  que destaca por su estilo normcore y un tanto anodino.
 

Vía WWD