Nueva primavera, nueva piel

28 / 02 / 2019
POR Mariana Martinez

Con la llegada de una nueva temporada, retomamos las rutinas de belleza que olvidamos en el invierno. Os presentamos tratamientos faciales y corporales para el mimo personal.

Con el invierno, los meses de frío nos pasan factura y nuestra piel se encuentra más vulnerable y reseca. Además es normal que durante el ajetreo de las fechas festivas y la navidad descuidemos la descuidemos un poco y olvidemos nuestra rutina de cuidado. Sin embargo, con la llegada de la primavera y del calor, podemos volver a mejores hábitos, sobre todo para sanar nuestra piel antes del verano. Es por eso que gracias a los avances de la medicina estética, como lo que ofrece Clínica Vicario, podemos recuperarnos y devolverle a nuestra piel su estado original a través de diferentes tratamientos.

A través de una amplia variedad de procedimientos, como los hilos tensores, podemos tensar la piel con el fin de disminuir las arrugas (también se conoce como el «lifting sin cirugía»). Un procedimiento indoloro que da como resultado una cara rejuvenecida y fresca para empezar una nueva temporada.

Por otro lado, la aplicación de ácido hialurónico en el rostro y en el cuerpo también se ha vuelto un tratamiento muy popular en la clínica, y es que esta sustancia da volumen y rellena las imperfecciones de forma natural. Normalmente se utiliza en la zona de las ojeras que nos dan un aspecto de cansancio, para prevenir arrugas y para definir ciertas zonas del cuerpo. Si queremos lucir menos cansadas o agregar volumen en alguna área (como en los glúteos o pantorrillas) este sería el tratamiento ideal, ya que con el inicio del calor de primavera empezaremos a mostrar un poco más de piel.

Otro de sus tratamientos estrella, es la lipoescultura facial o corporal. A partir del ácido desoxicólico se elimina de forma definitiva la grasa localizada, por ejemplo en el área de la papada o alguna otra zona del cuerpo que nos cueste mucho rebajar. Esta sería una buena opción si queremos estar en forma antes de que llegue el verano.

Recordar que los tratamientos estéticos no sólo implican cambios físicos sino también emocionales, ¡si lucimos bien y nos sentimos bien seremos más propensos a afrontar con buena cara lo que venga!