‘Virtualidad Real’, o cómo desdibujar las fronteras online-offline en el arte

01 / 02 / 2021
POR David Alarcón

Las obras salen de la pantalla para integrarse en el entorno que nos rodea en una exposición que reivindica nuevas formas de trasmitir la cultura. Hablamos con su artífice.

“Los días que pasarían”

Hace tan solo unos días conocíamos el último estudio presentado por la consultora Ernst and Young, destinado a cuantificar las enormes pérdidas padecidas por la cultura europea a consecuencia de la pandemia. ‘Reconstruyendo Europa’ arrojaba datos escalofriantes, cifrando en nada más y nada menos que en un 90% la pérdida de ingresos de las artes escénicas. Una devastación nunca antes vista en el continente europeo motivada por la crisis sanitaria, económica y social que aún a día de hoy padecemos. Y es que, mientras los grandes museos y las más reconocidas galerías han logrado adaptar sus propuestas al terreno del online ofreciendo interesantísimas alternativas, la inmensa mayoría de creativos luchan por reinventarse a contrarreloj ante un panorama desolador que promete extenderse en el tiempo.

‘Virtualidad Real’ es un perfecto ejemplo de cómo concebir, exhibir y acercar el arte a la audiencia en tiempos de pandemia es posible. Y más necesario que nunca. Clara Lozano, Fran Milla y Rubén Chumillas -fotógrafa, diseñador virtual y diseñador gráfico, respectivamente- se han propuesto mantener la creatividad en pie, trasladando las salas de exposiciones museísticas a las pantallas de nuestros smartphones. A través de la realidad aumentada, la eliminación de las limitaciones de los soportes físicos y una enorme dosis de ingenio y resiliencia, el trío creativo acaba de inaugurar su primera exhibición íntegramente digital. “Es un museo al alcance de tu mano, el ejemplo de lo que el arte y la realidad aumentada pueden conseguir juntas”, explica Clara.

“La multiplicación de los panes”

Y es que la muestra exenta de presencialidad permite integrar las distintas creaciones con el entorno que nos rodea. Basta con acceder a la web que acoge la exposición, pulsar la opción AR (Augmented Reality) y esperar a que las obras se fusionen con el espacio, ya sea público o privado. “Incluso puedes rodearlas y ver lo que escoden detrás”, añade la fotógrafa, cuyas instantáneas se reparten en 4 salas: ‘La última vez que recé’, ‘Los días que pasarían’, ‘La multiplicación de los panes’ y ‘El silencio y la luz infinita’. El arriesgado proyecto estuvo a punto de suspenderse, después de que Instagram, plataforma en la que pretendían exponer en un primer momento, rechazase el filtro una vez hecho. Un problema que solventaron emigrando a su web personal. “Tuvimos que rehacer todo desde cero”.

Hablamos con Clara Lozano para conocer los retos a los que se han enfrentado a lo largo del proceso de desarrollo, el concepto que se esconde tras la muestra y su opinión acerca del futuro del arte.

“La última vez que recé”

¿Quiénes estáis detrás del proyecto ‘Virtualidad Real’? ¿A qué os dedicáis?

Detrás de ‘Virtualidad Real’ estamos Fran Milla y yo. Llevamos juntos 13 años y es la primera vez que nos unimos para crear (de esta manera) un proyecto juntos.  Yo soy fotógrafa, llevo haciendo fotos desde los 18 años de manera ininterrumpida. Le debo todo a la fotografía: me da de comer, me enseña a mirar y me permite expresarme artísticamente. Mi obra se inspira en la pintura y en el arte clásico, con especial atención al arte cristiano, muy presente en mis fotos. Fran, en cambio, es productor musical y diseñador virtual. Ha pinchado en festivales como el Low Festival o el FIB, encargándose él mismo de sus visuales y las portadas de sus canciones.  También ha realizado filtros de Instagram para escritores best seller, como Beta Coqueta o María Hesse.

Además, hemos contado con Rubén Chumillas para realizar el logo de ‘Virtualidad Real’. Rubén es diseñador gráfico, ha realizado la portada para el último disco de Vetusta Morla, con el que obtuvo una nominación a un Grammy Latino.

«El silencio y la luz infinita»

¿Qué os llevó a crear un museo de realidad virtual? ¿Fue una consecuencia directa del cierre de exposiciones y galerías durante el confinamiento?

Sí, fue una idea que surgió a raíz del confinamiento. Fue la consecuencia natural de pensar que el arte debía seguir en pie, como ha hecho siempre. Los museos, el lugar donde el arte estaba a salvo, dejaron de ser una opción, y eso nos llevó a idear la forma de convertir cualquier espacio, público o privado, en una sala de exposiciones a través de tu teléfono móvil.

¿Tuvisteis claro desde un primer momento como enfocaríais el formato expositivo?

La idea surgió de manera muy casual en un primer momento. Fran me enseñó lo que se podía conseguir a través de la realidad aumentada, y yo imaginé la forma de añadir eso que él sabía hacer a mis proyectos fotográficos. En muy poco tiempo, ya sabíamos cómo queríamos presentarlo y cómo queríamos enseñárselo al público.

“La última vez que recé”

Como comentas, ‘Virtualidad Real’ incorpora filtros con los que hacer de la visita a la galería digital una auténtica experiencia. ¿Cómo es el recorrido por el revolucinario museo? ¿Qué debe hacer el usuario durante su visita?

Simplemente hay que acceder al museo a través de mi página web –claralozano.com-, y en la sección ‘Virtualidad Real’ aparecen las cuatro salas que forman la exposición. Cada sala contiene un proyecto formado por tres obras. Una vez dentro de la sala, puedes ver las obras en 3D, moverlas y verlas desde todos los ángulos. La experiencia completa se consigue al activar la realidad aumentada, para lo que solo tienes que pulsar la opción AR que aparece en la esquina derecha de la obra. Al hacerlo se activará la cámara trasera de tu móvil y las obras se mezclaran con tu entorno. Puedes posarlas sobre cualquier superficie, además de ampliarlas y ajustarlas de tamaño. Puedes acercarte a verlas con detalle, e incluso rodearlas y ver lo que esconden detrás, tal y como harías con una obra en medio de un museo.

“La multiplicación de los panes”

Una de las grandes ventajas respecto a los formatos físicos, es que esta exhibición virtual puede visitarse desde cualquier parte del mundo y no está sometida a horarios. ¿Qué otros beneficios advertís?

Sí, su principal beneficio es la eliminación de las limitaciones de los formatos físicos. Las obras de ‘Virtualidad Real’ pueden ser vistas en cualquier momento y lugar. El uso de la realidad aumentada permite generar infinitas combinaciones con el entorno. Todo el mundo ve la misma exposición, pero de una manera diferente; cada uno presta su entorno como base para el arte. Dentro de la aplicación de realidad aumentada hay un botón para fotografiar y grabar la experiencia, cosa que en la mayoría de museos no está permitido por razones lógicas.

«El silencio y la luz infinita»

Sin embargo, guarda similitudes con los museos tradicionales. Posiblemente, la más evidente sea que las obras expuestas tampoco pueden tocarse. ¿Qué otras características habéis preservado?

Comparte con el resto de museos su razón de existir, que no es otra que exhibir el arte y acercarlo al resto del mundo. Es el fin último de la mayoría de las obras, poder ser vistas por diferentes miradas que generan en cada una de ellas una opinión, y en el mejor de los casos, un sentimiento.

El museo de realidad virtual se divide en 4 salas: “La última vez que recé”, “La multiplicación de los panes”,  “Los días que pasarían”, y ‘’El silencio y la luz infinita’’. ¿Qué nos podéis contar acerca de las piezas artísticas expuestas?

Todas las obras hablan del año 2020, de la huella que ha dejado en mí y de cómo he vivido todo lo que ha pasado, desde temas más profundos hasta otros más banales. ‘’La última vez que recé’’ habla sobre el inicio de todo esto, cuando nuestra casa se convirtió a la vez en nuestra cárcel y en el único lugar seguro. Solo podíamos hacer las labores del hogar y rezar, ser creyente no era necesario para suplicar que el sueño terminara. ‘’La multiplicación de los panes’’ habla de una manera casi cómica del boom del pan como método de huida hacia delante en el tiempo. ‘’Los días que pasarían’’ hablan del recuerdo, con especial atención a la niñez; cómo pasamos 3 meses viviendo a base de recuerdos que certificaron que la vida era eso, lo cotidiano. Y por último ‘’El silencio y la luz infinita’’, como homenaje a todo el silencio y soledad que ha terminado guiando a tantas personas a alcanzar la luz infinita.

“La última vez que recé”

¿Qué obstáculos os habéis encontrado a lo largo del proceso creativo?

Pues hace aproximadamente dos semanas, el proyecto completo se vino abajo. Este proyecto estaba pensado para ser mostrado a través de un filtro de Instagram que permitía compartirse de manera instantánea y sin salir de la app. Cuando todo estaba montado y el filtro enviado pendiente de aprobación, recibimos un e-mail que decía que el filtro había sido rechazado por una cláusula en su política de condiciones. Esta cláusula dice que en los filtros de Instagram no se permite mostrar fotografías de personas, se tengan los permisos de las mismas o no.

Por tanto, Instagram dejó de ser una opción viable, y tuvimos que buscar una alternativa. Después de muchas horas de investigación, descubrimos que una posible solución sería montar el sistema de realidad aumentada en mi web, para lo que tuvimos que aprender a  programar esta solución y rehacer todo desde cero. Nos hubiera encantado poder montar la exposición a través de la aplicación que tanto usamos y nos gusta, pero hasta que no se cambie esa premisa, será imposible alojar el proyecto allí.

“La multiplicación de los panes”

Actualmente, la exposición alberga únicamente fotografías, pero vuestra intención es combinar las imágenes con videos, música u objetos 3D, entre otros recursos. ¿Veremos una segunda parte de ‘Virtualidad Real’ pronto?

Sí, esto es solo el principio del proyecto. Poco a poco añadiremos más elementos y actualizaremos los que ya hay para mejorar la experiencia visual. A partir de ahora, será nuestra nueva forma de mostrar mis fotografías, yendo cada vez un poco más allá en lo que al uso de realidad aumentada y realidad virtual se refiere,  ya que éstas nos permiten no tener límites en cuanto a creación.

«El silencio y la luz infinita»

¿Creéis que las exposiciones virtuales se impondrán a las muestras presenciales? ¿Convivirán armoniosamente ambos formatos a largo plazo?

De momento creo que ambas conviven, esta forma de mostrar el arte se aplica muy bien al arte que se crea de manera digital como la fotografía. En cambio, otras artes como la escultura y la pintura, pienso que tienen su razón de ser en el mundo físico. Aun así creo que la unión hace la fuerza, y me encantaría ver museos como el Museo del Prado apoyarse en el mundo virtual para mejorar la experiencia y ver como se puede mezclar el pasado y el futuro del arte.