9 apuntes sobre Fortuny: el “mago” español que ideó el vestido Delphos

11 / 05 / 2017
POR Jaime Martínez

Con una exposición anunciada para otoño de este mismo año en París, y coincidiendo con el 146º aniversario de su nacimiento, recordamos a este ‘hombre del renacimiento’ que destacó en tan diversos campos como la pintura, la escenografía y el diseño de modas. 

 

 

Muchos y diversos fueron los campos por los que se interesó el enigmático Mariano Fortuny y Madrazo, logrando destacar con sus aportaciones e inventiva en la mayoría de ellos.

Viviendo la práctica totalidad de su vida entre París y Venecia, Fortuny nació en Granada un 11 de mayo de 1871 en el seno de una familia de marcada ascendencia artística. Su padre, Mariano Fortuny, era uno de los pintores españoles más importantes del siglo XIX, y la familia Madrazo de la que descendía por vía materna, componía una importante saga de 3 generaciones de reconocidos artistas.

Conmemorando el 146 aniversario de su nacimiento, repasamos en estos 9 apuntes la prolífica labor como creador de esta figura renacentista que ha influido en diseñadores de la talla de Cristóbal Balenciaga o Issey Miyake, y cuyas coloridas creaciones merecieron palabras de admiración de escritores como L.P. Hartley, Gabriele d’Annunzio o Marcel Proust.

 

1. Pintor y grabador.

Tras el fallecimiento de su padre en Roma, cuando Fortuny contaba apenas con la edad de 3 años, la familia se marcharía a vivir a París. Allí Fortuny comenzará a desarrollar su faceta como pintor de la mano de su tío Raimundo Madrazo, y trabajando junto a otros artistas como el orientalista Benjamin-Constant.

Además de pinturas, realizará numerosos grabados bajo la técnica del aguafuerte con punta seca e ideará su propio tipo de temperas, cuya formula secreta nunca se atrevió a desvelar.

 

(1) Autorretrato de Mariano Fortuny y Madrazo. (2) Fotografía de Fortuny en su estudio. (3) El artistas retratado de niño por su padre, el pintor Mariano Fortuny, jugando con un trozo de tela junto a su hermana.

 

2. Fotógrafo.

Durante sus años en París, Fortuny se aficiona a la fotografía, perfeccionando su técnica tras su mudanza a Venecia en 1889, capturando no solamente fieles representaciones de la realidad, sino miradas, composiciones y juegos de luces y sombras.

 

(1) Henriette Nigrin fotografiada por su marido Mariano Fortuny, 1920. (2) Desnudo pictórico, fotografía tomada en 1925.

 

3. Genio de la luz, inventor de lámparas.

Durante su etapa en París también estudiaría electricidad, obteniendo los conocimientos necesarios que le servirían años más tarde para el diseño de sus diferentes modelos de lámparas. Sorprende lo rabiosamente contemporáneos que resultan sus diseños, tanto aquellos de marcada inspiración árabe, como la atemporal lámpara Fortuny sobre trípode de metal, patentada en 1903, y todavía comercializada por las casas italianas Pallucco y Venetia Studium.

 

Diferentes modelos de lámparas diseñadas por Fortuny.

 

4. Escenógrafo.

Con 9 años Fortuny queda fascinado por las óperas de Wagner y su idea del Gesamtkunstwerk (obra de arte total), tras asistir junto a su madre al festival anual Festspielhaus de Bayreuth.

En la búsqueda de su Gesamtkunstwerk, Fortuny realizó la escenografía y diseñó el vestuario de diferentes obras. Del mismo modo, inventó la conocida como “Cúpula Fortuny”, un novedoso sistema de iluminación indirecta que instalaría durante su encargo para remodelar el teatro de la Condesa de Béarn, el mayor teatro privado de París, y al que le seguirían encargos para otros importantes teatros europeos como el Liceo de Barcelona o La Scala de Milán.

 

(1) La soprano Colette Alliot-Lugaz, con vestido Delphos y capa. (2) Manto de terciopelo con decoración estarcida en tonos dorados. (3) Diseño de Fortuny.

 

5. Diseñador de modas.

Su primera creación en este nuevo campo sería el Knossos, un larguísimo echarpe de inspiración cretense que Fortuny idea tras regresar de un viaje por Grecia junto a la que años más tarde se convertiría en su esposa, Henriette Nigrin.

Fortuny cubrió con estos velos los cuerpos de las bailarinas durante la inauguración del teatro de la Condesa de Béarn en 1906, pero la presentación oficial se realizaría un año más tarde en Berlín, cuando la pionera de la danza moderna, la bailarina americana Ruth St. Denis, conseguía la admiración de todo su público actuando sobre el escenario ataviada con un Knossos.

 

(1) Knossos en tafetán de seda rosa salmón sobre vestido Delphos en satén plisado en color ámbar. (2) Geraldine Chaplin con vestido de Fortuny en 1979. (3) Relieve romano de una ménade bailando.

 

6. Vestido Delphos.

Inspirándose en los chitones jónicos empleados en la antigua Grecia y en la escultura clásica del Auriga de Delfos de la que tomaría su nombre, en 1909 Fortuny patentaba la que sería su creación más conocida, el vestido Delphos.

Realizados mediante unas secretas técnicas de tintado y plisado, cuyos procedimientos todavía se desconocen, cada vestido resultaba una obra única imposible de repetir. Adornados con cuencas de cristal de Murano, los deslumbrantes y coloridos Delphos fueron los primeros vestidos que liberaban el cuerpo de la mujer de la opresión de miriñaques, corsés y polisones. Llevados sin nada debajo, su utilización quedó recluida al ámbito del hogar hasta la llegada de los años 20, cuando su uso se generalizó después de que bailarinas como Isadora Duncan o la rusa Anna Pávlova se atrevieran a lucirlos en público.

 

(1) La bailarina rusa Anna Pávlova con vestido Delphos. (2) Gloria Vanderbilt con vestido de Fortuny fotografiada por Richard Avedon, 1969. (3) Conjunto “peplos” de vestido Delphos sobre túnica corta fotografiado por Cecil Beaton.

 

7. Diseñador textil.

Fortuny nunca fabricó sus propios tejidos, sino que seleccionaba para sus diseños las mejores telas provenientes de países como la India, China o Japón, junto a linos procedentes de Alemania, Irlanda o Escocia.

Compraba las telas en crudo, y era en su estudio de «mago» y alquimista y más tarde en la fábrica de tejidos que abriría en la Isla Giudecca, donde las telas eran tintadas, plisadas y estarcidas.

 

(1) Telas y logotipo de Fortuny. (2) La Señora William Wetmore con vestido Delphos, 1935.

 

8. Henriette Nigrin, ¿verdadera autora del vestido Delphos?

Fortuny y Henriette Nigrin se conocieron entorno al año 1900 en París. Convertida en su principal colaboradora, la pareja contraería matrimonio en 1924 pese a las reticencias de la familia de Fortuny, que no veía con buenos ojos su condición de divorciada.

Como compañeros, la pareja trabajaría en el diseño de diferentes prendas, en la invención de las técnicas del plisado y estarcido de telas, y en la fabricación de las formulas para su tintado. Es difícil establecer con claridad cuales de las creaciones atribuidas a Fortuny, especialmente aquellas vinculados con el diseño y la confección, no lo fueron en realidad de su esposa. Todo indica a que nos encontramos ante una de esas figuras femeninas olvidadas por los libros de historia, como demuestra entre otros escritos el presentado para patentar el vestido Delphos, “Esta patente es propiedad de su inventor, la Señora Henriette Brassart. La he presentado en mi nombre por lo urgente del caso. París, 10 de junio de 1909. Fortuny”.

 

(1) Henriette Nigrin fotografiada por Fortuny en París, 1902. (2) Vestido Delphos bajo gasa con decoración estarcida. (3) Interior del Palacio Fortuny de Venecia.

 

9. Un Palacio convertido en taller.

Con cada vez más encargos y habiendo expuesto ya sus trabajos como pintor en las primeras ediciones de la Bienal de Venecia y durante la Exposición Universal de París de 1900, Fortuny se traslada entorno al año 1906 al veneciano Palacio Pesaro degli Orfei, que termina convertido en su vivienda y taller.

Tras su muerte el 2 de Mayo de 1949, y después de que el estado español rehusara aceptar la herencia del creador, su viuda Henriette donaba el Palacio y la extensa colección de objetos acumulada con el paso de los años al ayuntamiento de Venecia, que creaba el Museo Fortuny.

 

(1) La modelo Tina Chow fotografiada por Antonio López con un diseño de Fortuny, 1977. (2) Modelo Delphos. (3) Helena Sorolla retratada por su padre a los 14 años luciendo un vestido Delphos.