9 curiosidades sobre Gertrude Stein, la coleccionista americana que puso la “G” al colectivo “LGTB”

03 / 02 / 2018
POR Jaime Martínez

Acuñó el término de ‘generación perdida’, impulsó las carreras de Matisse y Picasso, escribió literatura vanguardista e inspiró una canción de Mecano. Conocemos un poco más a una de las mujeres más influyentes del arte y la literatura del siglo XX.

 

 

Si hoy a Gertrude Stein (1874-1946) se la conoce más por los cuadros que coleccionó y por las amistades que cosechó, lo cierto es que es un error que no se cometió en su tiempo, en el que fue valorada y reconocida por sus aportaciones como una de las más vanguardistas escritoras que modernizaron la literatura inglesa. Al mismo nivel de James Joyce – por el que mostraba una notable antipatía – y Virginia Woolf.

Coincidiendo con el 144 aniversario de su nacimiento -3 de febrero-, recogemos algunos de los capítulos más llamativos de su vida, con la intención de arrojar luz sobre la figura de uno de los personajes más influyentes del arte y la literatura de todo el siglo XX.

 

1.- Una de las primeras mujeres universitarias.

Siguiendo los pasos emprendidos un año antes por su hermano mayor Leo, al que había quedado muy unida tras la muerte de sus padres, con 19 años Gertrude dejaba Baltimore e ingresaba en el Instituto Radcliffe, el anexo femenino de la Universidad de Harvard. Allí Gertrude pasaría los siguientes 4 años estudiando filosofía, zoología y botánica.

 

(1) Fotografiada por Man Ray, 1926. (2) Posando para Jo Davison y fotografiada por Man Ray, 1923.

 

2.- Coleccionista y mecenas.

Tras renunciar a continuar sus estudios en la facultad de medicina Johns Hopkins de Baltimore, Gertrude se instalaba en París junto a su hermano Leo en otoño de 1903.

Leo se había mudado a la capital del Sena con la intención de profundizar en su gusto por el arte, y quien sabe si para iniciar una posible carrera como artista. Gracias al buen trabajo del hermano mayor de ambos, Michael, su situación económica mejoró, y los tres hermanos no tardaron en invertir aquella pequeña fortuna – mucho menor de la que tendían a estimar sus amistades – en obras de arte de unos hasta entonces poco valorados Cézanne, Matisse, Renoir, Picasso y Juan Gris, convirtiendo el apartamento de Gertrude y Leo en el n º27 de la rue de Fleurus, en el primer “museo” de arte moderno.

 

Interior del n º27 de la rue de Fleurus y ‘La femme au chapeau’ de Matisse, uno de los primeros cuadros comprados por los Stein.

 

3.- Impulsora de las “tertulias sabatinas”.

Convertidos en los principales valedores del fauvismo y el cubismo, el interés por la colección de arte de los Stein crecía al mismo ritmo que las visitas. Gertrude decidió organizar tantas idas y venidas limitando el horario a los sábados por la tarde. Nacían así las “tertulias sabatinas” por las que pasaron los principales artistas – muchos de ellos convertidos ya en amigos – de comienzos de siglo. En aquel entonces “estas imágenes no tenían ningún valor y no había ningún privilegio social asociado a conocer a alguien allí”, así que “solo vinieron quienes realmente estaban interesados”.

Si bien a comienzos de siglo eran habituales en ellas artistas como Matisse, Picasso o Georges Braque, hacia la década de los 30 se tornaron de un carácter más literario, con la presencia de Hemingway, Scott Fitzgerald y Ezra Pound.

 

Gertrude Stein en el interior de su apartamento y retratada por Picasso.

 

4. Acuñó el término de “Generación perdida”.

En su París era una fiesta, una de las obras que mejor recogen el exultante ambiente creativo del París de entreguerras, Ernest Hemingway cuenta cómo comenzó a divulgarse aquel término por el que sería conocida toda la generación de escritores americanos que vivieron en Europa entre el final de la Primera Guerra Mundial (1918) y el inicio de la Gran Depresión (1929). “Éramos todavía buenos amigos, cuando ella lanzó el comentario ese de la generación perdida” después de ver como el mecánico de su viejo Ford-T, amonestaba a uno de sus jóvenes ayudantes diciendo que pertenecía a una “génération perdue”. “Todos ustedes son eso —dijo Miss Stein—”.

 

5. La más radical de las escritoras vanguardistas.

Tras la publicación de su primera novela Three Lives (1909), Gertrude comenzó a acaparar los comentarios de la crítica. Se trataba de un relato en torno a 3 doncellas, dos inmigrantes alemanas y una de color, en el que rompía los tradicionales esquemas de la literatura realista. En él utilizaba un lenguaje directo, simple y repetitivo, que no era más que un anticipo del radical y más que hermético tono que emplearía en la mayor parte de sus obras posteriores, como Tender Buttons (1914) y The Making of Americans (1925).

 

Portada de la edición de 1933 de ‘Three Lives’ y Gertrude junto a la familia Picasso en 1934.

 

6. Los “retratos literarios”.

“En un gran estudio de París, rodeada de pinturas de Renoir, Matisse y Picasso, Gertrude Stein está haciendo con las palabras lo que Picasso está haciendo con la Pintura”, escribía en un número de la revista Arts & Decoration su amiga Mabel Dodge. Precisamente a Dodge, Gertrude le había dedicado una de estas primeras “composiciones” experimentales de lenguaje encriptado, que comenzó a realizar en torno a 1913 de sus amistades más íntimas, como Alice Toklas, Matisse y Picasso, y que gozaron de una gran difusión en la prensa estadounidense.

 

7. Gertrude y Alice, convertidas en celebridades.

Stein volvía a utilizar un lenguaje claro y accesible para publicar en 1933 la Autobiografía de Alice B. Toklas. Una autobiografía de ella misma, escrita desde la mirada de la que había sido su compañera sentimental desde 1907.

Por aquel entonces su nombre ya formaba parte de la cultura popular norteamericana, pero el éxito del libro fue tan abrumador que catapultó su figura a la de celebridad. Con el empuje del libro, Gertrude y Alice regresaban a Estados Unidos en 1934 para iniciar una serie de conferencias por las principales ciudades del país. Era tal la expectación, que un cartel luminoso en Times Square se encargó de anunciar su llegada: “Gertude Stein has arrived in New York”, podía leerse una y otra vez.

 

(1) Gertrude fotografiada por Carl Van Vechten, 1935. (2) Gertrude y Alice, 1927.

 

8. Un nuevo significado para “Gay”.

Con ese característica estilo reiterativo que ya puede dilucidarse en su famoso aforismo “Rosa es una rosa es una rosa es una rosa” – el mismo que inspiró a Mecano para su canción -, Stein componía entorno a 1922 el poema en prosa Miss Furr and Miss Skeene. Siendo una de las primeras obras publicadas de abierta temática homosexual – Virginia Woolf no publicaría su Orlando hasta 1928 -, en él llega a repetirse hasta en 139 ocasiones la palabra “Gay”, que si hasta entonces significaba “despreocupado”, “brillante y vistoso”, la obra de Stein terminó por convertirla en sinónimo de homosexualidad.

No era la primera vez que Stein trasladaba su realidad sexual a su obra literaria. Ya una temprana novela, Q.E.D. (Quod Erat Demonstrandum), narraba el triangulo amoroso entre tres mujeres, mientras que en el título de Tender Buttons muchos críticos observan una referencia clara a los senos femeninos.

 

9. Superviviente en la Francia ocupada por los nazis.

¿Cómo logró la escritora norteamericana más famosa de su época, homosexual y judía, sobrevivir junto a su compañera en la Francia ocupada por los nazis? Es lo que todos se preguntaban al final de la guerra. La versión oficial, divulgada por un número de la revista Life de 1944, era que Gertrude y Alice simplemente pasaron inadvertidas ante los soldados alemanes, que nunca llegaron a reconocerlas en las localidades de Bilignin y Culoz en las que se refugiaron. La realidad apunta a que fue su admiración por el mariscal Pétain y sus vinculaciones con el régimen de Vichy lo que les proporcionó la protección tanto a ellas, como a su colección de arte, durante la Guerra. Años en los que escribió Wars I have Seen (1945), una de sus últimas novelas.

 

(1) En el interior de su vivienda del nº5 la rue Christine, 1938. (2) Portada diseñada por Cecil Beaton para la primera edición de ‘Wars I have Seen’ (1945).