Tony Lucian es un artista italiano–canadiense con mucha imaginación, sus imágenes reflejan que la juventud perdida a causa de la edad puede encontrarse tan solo viviendo.
A los 91 años, la madre de Tony no podía cuidar de sí misma, necesitando no solo vigilancia las 24 horas debido a la demencia que la consumía, sino que todas las tareas de la casa tendrían que pasar a manos de otra persona.
Fue su hijo quien tomó la decisión de asumir esa responsabilidad, volviendo a casa con ella para ayudarla en todo lo que él pudiera, lo que implicaba trasladar todo su trabajo al nuevo hogar.
Tony Lucian es artista y desde sus 22 años, tras finalizar la carrera de bellas artes, pintaba cuadros a partir de sus fotografías. Fue en 2013 cuando adquirió su primera cámara réflex digital y se dio cuenta de que la fotografía era la expresión artística que mejor podía aplicar a su vida.
Por lo que no es de extrañar que, con el tiempo y, al verse de nuevo conviviendo con su madre, esta se convirtiese en la musa por excelencia de todos sus trabajos, lo que le hizo sentir más productiva.
Y así fue como comenzó esta experiencia tan rejuvenecedora, que ha documentado en imágenes, y que cuenta la historia de su madre, de su vejez, de su pérdida de memoria y del deterioro físico natural que acompaña al cuerpo y la mente.
Con sus fotografías de aires infantiles y espíritu joven colgadas en su página web Ynotphotos, ha conseguido hacer sentir viva y útil a su madre y ahora, cumplidos los 93 años, todavía tiene la energía necesaria para seguir feliz y activa.
Tony considera que estas imágenes han tocado la fibra sensible de muchas personas y las anima haciendo una reflexión maravillosa: “La vida no consiste en esperar a morir. Se trata de querer vivir”.
Vía Feature Shoot