Hablamos con Jimena Amarillo sobre ‘Angélika’ su disco más libre y divertido. Un proyecto que nace desde el corazón de la intérprete, mezclando el humor, la vulnerabilidad y el empoderamiento.
‘Angélika‘ es el nuevo disco de Jimena Amarillo y, probablemente, el más libre y divertido hasta la fecha. El título del álbum nace de un personaje inventado por la propia Jimena, creado con la idea de hacer sus directos más suyos, menos rígidos y mucho más disfrutones. De alguna manera, ‘Angélika’ se convierte en su alter ego escénico, través de una figura que le permite soltarse, sentirse acompañada y romper con cualquier expectativa. Este nuevo trabajo mezcla humor, vulnerabilidad, amor, desamor y un fuerte deseo de pasarlo bien, dando lugar a un disco que no sigue normas ni formulas preestablecidas, y que no pretende ser otra cosa que lo que le sale del corazón.
Jimena Amarillo cuenta con el reconocimiento de un publico fiel gracias a una identidad sonora muy característica, pero con ‘Angélika’ da un paso más allá. Deja en segundo plano las guitarras y voces distorsionadas para abrirse a nuevas formas de producción, y se lanza por primera vez a colaborar con artistas como Queralt Lahoz o Suai Suave. En #VEINDIGITAL hablamos con la compositora sobre su nuevo trabajo:
¿Quién es ‘Angélika’ y de dónde sale esta figura que da nombre al álbum?
Pues como todo lo que hago, es aleatorio, la verdad, jajaja. Yo quería hacer algún tipo de rebranding loco y siento que no tenía la capacidad de hacerlo físicamente. Tengo un mundo muy adentro, muy mío y lo que me pasaba en el escenario es que me veía yo y estaba tiesa. Entonces dije, bueno, rebranding loco, hago un muñeco gigante, que sea medio feo y que parezca trans. Realmente, surgió de esa idea, de pasármelo bien en el escenario y sentirme acompañada. Entonces, claro, pensé, quiero bailarinas, pero tampoco soy yo Lola Índigo, entonces voy a hacer algo especial. Bailarinas y un muñeco gigante y de ahí surgió ‘Angélika’, y el nombre, porque me sonaba a choni y ya.
A tus 24 años, llevas ya tres álbumes de estudio y tienes una identidad sonora muy característica, ¿Qué has aprendido de ti misma a lo largo de este camino?
Pues, es este año más que nunca. Porque, ha sido el año en el que yo he caído en lo que es la música y me doy cuenta de cómo va la vida. He aprendido a perfilar más mi sonido, porque he aprendido más a producir. Desde siempre me lo he hecho todo desde mi casa y he aprendido que la música no va como se cree. Que que hay muchas cosas detrás que la gente que no sabe. Y he aprendido cómo no, a no comparar una vida con la de ninguna. Por eso, yo creo que me da igual y tengo tanta música porque no sigo la normatividad como de la industria ni nada de eso. Entonces he aprendido a estar en la industria. Pero no meterme de pleno cómo lo que hace la gente.
Con ‘Angélika’ da la sensación de que vas un paso más allá, que tu música es más tú que nunca y que incluso tu discurso es mucho más empoderador, ¿Has sentido ese salto de madurez según lo creabas o fue posteriormente?
Sí, fue al estar haciendo el álbum, porque yo hacía las canciones de una manera que nunca las había hecho. Estaba en mi parte más disfrutona y me di cuenta porque, cuando haces una canción te das cuenta de cómo estás. Me salían las letras en diez minutos, como siempre, pero a la vez, diferente. Me permitía decir cosas que antes no, de una manera súper clara, como soy con mis amigos. En mi primer disco estaba muy triste, en el segundo tenía ansiedad y en este, pues estaba de puta madre y sin novia. Creo que cada cosa refleja el cómo estás tú, porque yo soy una tía incapaz de contrar una cosa que no es, o de montarme una película.
Este álbum cuenta con la presencia de Queralt Lahoz o Suai Suave, ¿Qué han aportado al proyecto?
Bueno, creíble. Han aportado mis primeras colaboraciones en un disco, que es algo muy importante. Me he dado cuenta de que hacer música con gente es divertido, que yo pensaba que no, pero sí. Y bueno, lo de Queralt, es muy fuerte para mí. Ella es increíble, un referente, top 3 cantantes en España y es muy fuerte tener una colaboración con ella, la verdad. Ella me aporta realidad. Literalmente, es la persona más real que yo me he encontrado en en la industria. Y Suai Suave, pues me está enseñando mucho. A mí me gustaba mucho su música, yo era su fan, ella no. Entonces nos conocimos, tuvimos una historia, ahora somos pareja. Entonces, claro, yo me acoplo a su movida y ella a la mía. Me hizo darme cuenta de que una persona que no tiene nada que ver musicalmente conmigo se puede meter en mi historia. Entonces, me quitó un poco la inseguridad de poder hacer cosas con gente que no haga lo mismo que yo.
¿Y qué fue lo que te impulsó a colaborar con otras artistas?
Pues… yo quería. Me quité mis miedos, comparaciones y dije, venga, con la cabeza bien alta. Tengo una amiga, que siempre me dice que mande un direct, se llama Irene. Manda mensajes hasta a Lady Gaga, sabes? Ja ja ja. Pero pensé, venga claro. Pasé demos y me dijeron que sí. Me quité el miedo. Si alguien no quiere hacer algo contigo no pasa nada, a mí hay gente que me gusta, pero no colaboraría con ellxs. Pero sí, quitarme un poco el miedo a ser rechazada.
En este disco te has abierto a nuevas formas de producción, como trabajar con Marin Zannad en París. ¿Qué te llevas de esa experiencia?
Pues eso, que currar con gente súper chulo. Porque yo estoy súper asentada, todo lo hago desde aquí, pero esta gente me ha ayudado a abrir mi mundo y a incorporar sonidos que yo no hubiera añadido, como a perfilar mi movida. Realmente, siempre nace de mi cabeza, pero esta gente pues me ha ayudado a hacerlo de otra manera, dar otras ideas. Entonces, pues sí me ha impulsado más. Creo que lo voy a hacer más a menudo.
Siguiendo un poco con el sonido del álbum, en este disco has trabajado de forma diferente, dejando en segundo plano las guitarras o las voces más distorsionadas, ¿Fue una decisión consciente desde el inicio o fue surgiendo durante el proceso?
Sí, sí, total. Siempre me preguntan cuáles son tus referentes y mis referentes llevan siendo los mismos desde hace muchísimos años. Lo que pasa es que, claro, tengo tantas vertientes. Mis referentes indie, mis referentes electrónica, mis referentes no sé que… entonces, claro. Yo escucho muchísima música, he hecho un disco de guitarreo, de baladas y he hecho otro, así como medio de indie. No voy a hacer todo el rato lo mismo. Es como rebrandear, y tampoco es un rebranding, rollo Rosalía en plan, voy a cambiar la movida. Simplemente a mí me sale natural, la música que escuchaba este año, pues era más tirando a este palo porque me está gustando más y creo que es más acorde a mi sonido. Me siento más cómoda.
‘Angélika’ recoge diferentes caras de Jimena, a veces más nostálgica otras más guerrera, otras con ansiedad ¿Fue importante para ti explorar diferentes moods?
Me salía, me surge siempre, es que nunca lo pienso. Tengo muchas amigas que lo hacen y me encanta, pero nunca pienso en la idea que quiero contar. Un día estoy aquí sentada, veo un rayo de sol y digo, joder… Empiezo a decir una frase y me sale como una canción. Nunca pienso lo que quiero hacer, por ejemplo, un día que estoy peleada con mi madre, lo cuento. Otro día conozco a mi novia, que tiene un flequillo, pues lo cuento, entonces hablo de mis vivencias.
Bueno, de alguna forma tú música es como un diario, ¿no?
Sí, sí lo es. Es como mirar para atrás y decir, uf, estaba mal, pero ahora fíjate que bien estoy, total.
¿Hay alguna canción de ‘Angélika’ que te haya costado especialmente sacar o mostrar por lo personal que es?
Hubo una que no puse, es la primera vez que digo a una canción de un disco que no, porque no me gustaba. Pero así de este disco, me gustan todos, pero la más vulnerable es ‘Mi onda’. Al principio tenía otro estribillo, que era igual de intenso que toda la letra, pero me daba tanto cringe y tanta vergüenza decir tantas cosas… que lo cambié. Siempre digo que mi música no es enserio, es de coña.
Dicen que ‘Angelika’ es tu trabajo más completo hasta la fecha, ¿Cómo lo sientes tú? ¿Qué te está removiendo más en esta nueva etapa?
Pues la verdad es que soy una persona que por las redes y así, no siente las cosas. Estoy esperando un poco a tocar en directo, que siento que es cuando la gente realmente va a ver si es una cosa u otra. Siento que los ritmos de la música ahora van rapidísimos y están por números y yo he sacado el disco y estoy igual. Yo estoy en mi casa, pero aquí no me pasa nada. Me apetece mucho presentar este álbum en en concierto. Siempre le he tenido miedo a los conciertos y me daban un poco de palo, pero esta vez no quería sacar un disco, quería tocar.
Y bueno, para finalizar, en el directo has sumado bailarines y a ‘Angélika’, ¿Hay alguna sorpresa más?
Seguramente, porque siempre estoy pensando en cosas. Mi cabeza no para de pensar. Entonces igual hago alguna burrada en algún directo, pero la base es esa. Luego ya veremos cómo surgen las cosas. Yo creo que va a ser muy divertido.
Descubre ‘Angélika‘, lo nuevo de Jimena Amarillo
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