Del 23 al 26 de abril, la Maison transforma una esquina del Eixample en un oasis sensorial para celebrar el lanzamiento de su nueva fragancia ‘Afternoon Delight’.
Maison Margiela Fragrances ha captado el pulso de una generación que busca experiencias multisensoriales, memorables e instagrameables, con aroma a infancia reimaginada. Una vez más, la firma tira de nostalgia para presentar su nuevo universo efímero: Afternoon Delight Café, el templo sensorial que aterriza en el 286 de Consell de Cent, en pleno Eixample barcelonés, dispuesto a envolverte en vainilla, literatura y ese chic francés que solo Margiela sabe convertir en arte.
La razón de ser de este espacio tiene nombre propio: “Afternoon Delight”, la nueva fragancia de su colección Replica. Una oda a los placeres fugaces, a las tardes sin prisa y con magdalena, a ese momento en que el tiempo se detiene solo para ti. Una fragancia que, según el perfumista Carlos Benaïm, es “la esencia del deleite, una madeleine de Proust en forma de perfume”. Un homenaje olfativo al universo literario de Marcel Proust en ‘A la Recherche du Temps Perdu’, donde los recuerdos se activan a través del aroma.
El espacio, que más que una pop-up parece un oasis parisino en pleno corazón de l’Eixample, es una coreografía de lo que Maison Margiela hace mejor: romper códigos, reinterpretarlos y devolvernos algo nuevo que, sin embargo, es extrañamente familiar. Como una magdalena que nunca probaste pero te sabe a hogar.
Aquí, el perfume no se huele: se vive. Entre cafés de especialidad, magdalenas recién horneadas y rincones donde tu cámara frontal se va a sentir como en casa, cada detalle está pensado para activar los sentidos. Es toda una inmersión sensorial con exposiciones interactivas, fotos que parecen sacadas de un reel de ensueño, y una ambiente a caballo entre una galería de arte, un set de película francesa y un ritual de belleza. Todo ello bajo la estética inconfundible de Maison Margiela, esa que te hace sentir como si fueras parte de algo, aunque no sepas muy bien de qué.
Así que ya lo sabes: si del 23 al 26 de abril estás en la ciudad condal, date una vuelta por el Afternoon Delight Café. Porque no todos los días puedes decir que has olido a Proust mientras te comes una magdalena en un café parisino de Barcelona.
