Estética pop dentro de una explosión de color con mucho «rollo». Así es el mundo de Alba, ilustradora, diseñadora gráfica y creativa de Madrid.
¿Quién es Alba Blázquez?
Soy ilustradora y diseñadora gráfica independiente de Madrid, cabeza inquieta y corazón de drag queen (así lo siento ahora). Estoy compatibilizando a diario las clases con un trabajo precario en una tienda, los fines de semana.
¿Qué te llevó al mundo de la ilustración?
Siempre digo que en realidad no es que un día me decidiera a empezar a ilustrar, sino que todo fluyó casi por instinto. Desde que tengo memoria me recuerdo pintando y garabateando: de pequeña en las paredes de mi casa, de adolescente en la agenda del instituto y de «veinteenager» sobre un bloc que más tarde digitalizaba y posteriormente experimentaba con la tableta gráfica dando color y detalles. Desde entonces no he parado de hacerlo. Aunque también es verdad que le debo mucho a un libro que cayó en mis manos llamado «Dark inspirations», con temáticas aparentemente desoladoras, pero con muchas obras en las que reinaba el color. Lo tomé casi como una Biblia en la que me inspiraba y tomaba como referencia ya que en ella había artistas de todo el mundo. Me pareció que era lo que siempre había estado buscando y no sabía ponerle nombre. Muy fuerte, retomé los estudios en parte motivada por todos estos artistas y técnicas que desconocía.
Además de ilustradora también eres fotógrafa. ¿De qué forma relacionas los dos
mundos?
Bueno, hace bastante que no me muevo como fotógrafa… sigo haciendo fotos y me gusta experimentar con todo lo que tengo a mano, pero ahora lo concibo como algo más íntimo y personal, también para estudiar formas y composiciones posibles con lo que me rodea en ese instante, o para momentos que quiero guardar algo en la retina.
¿Cómo definirías el estilo de tus trabajos?
Siempre colorido dentro de un universo pop y naif con estética noventera. En esencia es a veces caprichoso, otras absurdo, irónico y en ocasiones me centro en transmitir conceptos más abstractos.
¿De qué temas tratan?
Creo que depende del momento y de las circunstancias que me envuelvan. En las ilustraciones personales es inevitable proyectarse, por eso en gran parte tratan de la consciencia y miedos. Aunque ahora me veo más persistente en temas como el (des) amor, sexo, muerte, mundo millenial…
Hablando de inspiración… ¿Qué te inspira? ¿Sueles buscarla o la encuentras?
Suelo encontrarla. Considero que tengo suerte por ser impresionable y no soler censurarme o descartar casi nada. Quiero creer que cualquier idea, por pequeña que parezca al principio, puede brotar y transformarse en un concepto mayor. Pero como todo el mundo, si tengo que entregar un diseño/ilustración para un cliente y en ese momento me siento perdida, recurro a las maravillosas rrss para empaparme (eternamente agradecida a Internet).
¿Cómo es el proceso creativo de tus ilustraciones?
Suelo partir de un concepto el cual que boceto muy rápido y confío en la intuición que pueda tener sobre la marcha, probar y descartar… persisto hasta que se parezca a la imagen mental que previamente me he hecho o tiro por otro camino totalmente distinto, me dejo sorprender por lo que pueda contarme.
¿Estás en algún proyecto ahora? ¿Y tienes alguno en mente para el futuro?
Mi proyecto principal es acabar mis estudios de diseño y meterme de lleno en el mundo creativo, ya sea editorial, publicidad… me da igual, pero seguir generando ideas. Y en mente, en un plazo más largo tengo la idea de editar algunos relatos propios ilustrados.
¿Cuál es el proyecto pasado con el que te sientes más satisfecha?
Pues uno de los últimos que hice este mes, fue una colaboración para un festival que se hace en Los Angeles llamado Schoolgirls, dirigido por un colectivo de mujeres en respuesta a las pocas bandas de mujeres de rock alternativo que veía en carteleras, en este festival se concentran cientos de mujeres artistas y músicas y las ganancias se donan a una organización de justicia social que usa la música y el arte como medio de reforzar autoestima y autoexpresión en niñas.
¿Sientes que el mundo de la ilustración recibe el reconocimiento suficiente?
Creo que está en proceso, soy optimista, pero es un proceso lento y en el que parece que constantemente tienes que justificar lo que haces como lo que es: un trabajo. También he podido ver como existe cierta «idealización» en estos gremios que puedan implicar trabajar con tu creatividad, como si fuera algo que te lo conceden por «gracia divina», lo que me parece que a veces es restarle mérito al tiempo de trabajo y dedicación que supone encontrarse dentro de un estilo y a la vez poder expresarte a través de este.
¿Nos recomendarías algún artista que te guste?
Sí, por ejemplo de aquí España, me gusta mucho lo que hace los Bravú, Monstruo Spaguetti, Ana Galvañ, Flavita Banana, Elena Éper, Ana Múshell, por decir algunos pocos.
¿Qué es lo mejor de dedicarte a esto? ¿Y algo no tan bueno?
Lo mejor es poder sentarme en mi escritorio, pensar y crearme una atmósfera agradable. Tiendo a dispersarme y evadirme en cualquier sitio y con mucha facilidad, con esto tengo una excusa socialmente aceptada para hacerlo, jaja. Y algo no tan bueno, no sé, supongo que cuando tratas con personas que quieren que trabajes gratuitamente para ellas porque «es algo que te gusta hacer». También existe en ocasiones una detractación disfrazada de autocrítica, muy poco conveniente durante el proceso creativo, pero la satisfacción de terminar un diseño u obra a pesar de eso ya es una recompensa.
Foto principal: Maryana Hrytsyk
