5 claves para entender la fotografía de Cristina García Rodero

27 / 09 / 2018
POR Irati González

Sin ella la fotografía documental y el imaginario contemporáneo español no serían lo mismo. Ahora que un museo ha sido inaugurado en su nombre, repasamos su carrera.

 

 
Cristina García Rodero nació en Puertollano (Ciudad Real) en 1948. Desde bien pequeña empezó a asociar la fotografía con felicidad. Veía la cara y la sonrisa que se le ponía a su padre cuando les hacia fotos a sus hermanos y a ella, que cuando llegó a la adolescencia, su único deseo era comprarse una para revivir esos mágicos momentos. Desde entonces no ha podido quitar la vista de su objetivo y, actualmente, es una fotógrafa muy reconocida tanto a nivel nacional como internacional.
 

 
La lista de premios que llevan su nombre es muy extensa y ahora es el museo el que ha querido rendirle homenaje. En concreto, el Museo Municipal de Puertollano, localidad que la vio nacer, el que albergará más de 300 obras, de las cuales dos terceras partes serán de ella, y el que ha recibido el nombre de Museo de Cristina García Rodero. Hoy en #VEINDIGITAL recorremos su carrera en 5 claves.
 

1. Sus méritos profesionales

En 2009, la fotógrafa manchega se convirtió en miembro de la Agencia Magnum, siendo la única de nacionalidad española hasta el momento. Algo que ha marcado su carrera y que siempre le acompañará. Pero, por supuesto, eso aunque es mucho, no lo es todo. Tiene un World Press Photo en la categoría de Arte, que ganó en 1993; el Premio Nacional de Fotografía (1996), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2005), y el Premio PHotoEspaña (2017), ente otros. Sin embargo, el premio que más satisfacción le dio recibir, como ha admitido en varias entrevistas, fue la Medalla al Mérito del Trabajo, ya que siempre se ha definido como gran trabajadora.
 

 

2. Mostró una “España oculta” durante 15 años

En un largo periodo de, ni más ni menos, quince años, Cristina, inmortalizó las fiestas populares y las formas de vida en pueblos de diferentes regiones de España, en un momento en el que el país empezaba a modernizarse. Este retrato antropológico, que abarca desde 1974 a 1989, es un clásico de la fotografía contemporánea y constituye la documentación visual más importante sobre folclore y ritos religiosos de nuestro país, con una original mirada que rehúye los tópicos visuales.
 

 

3. Su universo en blanco y negro

Las fotos en blanco y negro componen la mayor parte de sus proyectos y se han convertido en su seña de identidad. Para la fotógrafa, lo más importante no es la técnica que utilices, sino lo que la imagen puede contar y transmitir. Y, aunque el color da mucha más información, reducirlo a dos tonos aporta esa distancia que a veces necesitamos para apreciar la imagen. Todo se vuelve mucho más misterioso y deja el camino libre a la imaginación de cada uno.
 

 

4. La religión, solo en sus fotografías

El interés por las tradiciones religiosas comenzó en García Rodero de adolescente, cuando realizó en su pueblo natal, Puertollano, su primer reportaje fotográfico sobre una festividad que se remonta al siglo XIV. Actualmente, muchos han sido los proyectos en los que la religión era parte fundamental de su obra. De hecho, ha inmortalizado con su cámara romerías y peregrinaciones de medio mundo. Y pese a que la religiosidad supone una gran inspiración para ella, no se considera creyente, ateísmo que le ha ayudado a ver las cosas con cierta distancia.
 

 

5. Dolor, libertad y la lucha de las mujeres de sus fotografías

En sus viajes por todo el mundo (siempre sola) ha fotografiado millones de escenarios únicos. Desde España a Etiopía, pasando por Haití, sus fotografías están llenas de historias duras, pero también alegres, en las que habla, sobre todo, del dolor y la lucha por la libertad y la supervivencia de las mujeres. En su carrete hay imágenes de las manifestaciones del culto a María Lionza, ‘La diosa de los ojos de agua’, en Venezuela; de la posguerra de Georgia, en el Cáucaso; de los campos de refugiados albano-kosovares; de los carnavales de Haiti; o de las mujeres marginadas de la India.