Fátima Miñana presenta su colección ‘The Art of Lost’ en la pasarela 080 Barcelona Fashion. En #VEINDIGITAL hablamos con la diseñadora sobre el vínculo entre la moda y la intensidad emocional asociada al duelo, la armonía entre la funcionalidad y la creatividad o el uso del patronaje 3D.
Las tonalidades oscuras, encabezadas por el color negro, son las protagonistas de la última propuesta de Fátima Miñana. Un clásico en la temática que se aborda, el duelo. Este tradicionalismo se combina con la delicadeza de satinados claros que simbolizan la calma que aporta la muerte y rosas integradas en la vestimenta como ofrenda silenciosa. Inspirada en la obra de Egon Schiele, la diseñadora aborda la dualidad entre creación y deconstrucción. En un mundo en el que a menudo se evita hablar de la muerte, Fátima Miñana incorpora estas emociones en la vestimenta y nos invita a reflexionar sobre la importancia de aceptar el duelo como parte integral de la vida.
Del título de la colección The Art of loss se desprende que la pérdida puede ser considerada un arte. ¿Podrías explicar este concepto?
El título de esta colección proviene de un poema de Elizabeth Bishop, llamado One Art. Este poema describe el arte de la pérdida o cómo nos vamos acostumbrando a pequeñas pérdidas diarias y cómo podría prepararnos esto para pérdidas más significativas. A medida que el poema avanza, las pérdidas aumentan en importancia y se muestra que aunque pensemos que podemos racionalizar y dominar el dolor, éste escapa nuestro control y nos hace vulnerables.
¿Por qué la inspiración en Egon Schiele?
Me inspiré en la obra de Egon Schiele por su uso de la distorsión corporal como metáfora del estado psicológico de los sujetos que retrata. Quería que esta colección capturara la intensidad emocional asociada al duelo a través de la experimentación con la silueta. Mis prendas buscan expresar el trauma de la pérdida sirviéndose de prendas que impiden el movimiento de los brazos, otras con cortes agudos cercanos al pecho o estómago o con pequeños sabotajes en los acabados de faldas y vestidos. Además, he querido crear mi propia ofrenda en forma de rosas de tela integradas en el patronaje de las prendas.
¿Qué papel juega en la colección el patronaje 3D?
Este tipo de patronaje es una constante en mi trabajo. Es el método que utilizo para hacer realidad las ideas que tengo en mi cabeza. En esta colección he creado con este tipo de patronaje las rosas, que aparecen en vestidos y partes de arriba; las prendas con cut outs, en escotes, cintura y cadera; la silueta de las capas, y los drapeados y pliegues de chaquetas y faldas.
¿De qué manera en tu colección se unen lo creativo con lo comercial?
En esta colección he querido mantener mi identidad más creativa al mismo tiempo que hacía prendas funcionales y ponibles. Las prendas de esta colección son más cómodas que en otras ocasiones pero mantienen la esencia y el toque distintivo de la marca.
Háblanos de la gama cromática y qué te ha llevado hasta ella
Dado que la temática de esta colección es el duelo y la relación entre la moda y la muerte, supe desde el principio que el negro debía predominar. Me inspiré en la indumentaria tradicional de los rituales y ceremonias funerarias, de ahí la gama profunda de negros y azules marino, en contraste con satinados claros y delicados tonos dorados que simbolizan la paz que aporta la muerte. Esta colección busca capturar ese equilibrio entre la solemnidad del luto y la serenidad que encontramos en la despedida.
¿Qué implican los contrastes de texturas en tus diseños?
El juego de texturas en esta colección refleja la dicotomía entre el dolor de la pérdida y la serenidad de la muerte. Por eso, he optado por contrastar texturas ásperas y rugosas, como lanas y mohair, con la suavidad y delicadeza de satenes y rasos, capturando así las emociones contrapuestas que acompañan al duelo.
¿Cuál ha sido el diseño más difícil de la colección?
Diría que las piezas más complejas son aquellas que llevan rosas. Integrarlas en el patronaje y lograr que se plieguen como pétalos ha sido un verdadero desafío. Además, al ser mi primera vez patronando menswear, el comienzo fue especialmente difícil, ¡pero creo que está gustando mucho!
¿Tu pieza preferida de la colección, si es que hay una?
El vestido dorado de rosas asimétricas. Me gusta mucho la mezcla de asimetría en los patrones, lo romántico de las rosas en contraste con los acabados deshilachados de los pétalos y costuras, y el brillo dorado de la tela.
¿Es difícil no caer en lo repetitivo cuando se hace una nueva colección?
La verdad es que, al menos en mi caso, ¡no creo que sea así! Aunque cada colección mantiene la identidad de la marca, los distintos conceptos hacen que cada una sea única. Además, tengo la suerte de que cada temporada surgen muchas ideas diferentes y a menudo debo cortar el hilo creativo en algún punto, teniendo que dejar ideas sin desarrollar y no al contrario.
¿Cómo definirías la esencia de tu marca?
La esencia de la marca radica en que cada pieza es única, ya que su proceso de creación se asemeja al de esculpir: la prenda se dibuja y moldea en tres dimensiones para lograr la proporción, el movimiento y el equilibrio deseados. Este enfoque meticuloso da lugar a prendas llenas de creatividad y precisión artesanal.
¿El sueño de una diseñadora es llegar a ser un clásico de la moda?
Mi sueño es poder vivir de esto, mi pasión, y llegar a consolidarme como una marca que crea piezas con una identidad mundialmente reconocible.
Fotos: Luis Ayora
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