‘Flores en la roca’ de Carolina Lindberg

19 / 05 / 2022
POR Alba Rubio

La artista multidisciplinar Carolina Lindberg presenta su primera exposición en solitario en la que explora los límites de la civilización y la naturaleza a través de piezas pictóricas, sonoras y textiles.

Carolina Lindberg presenta ‘Flores en la roca’, una exposición que podrá verse hasta el 22 de mayo en el Espacio Monbull de Madrid. La muestra explora su universo creativo a través de instalaciones donde combina lo audiovisual y lo textil acompañadas de sus primeras pinturas de gran formato. La artista nos invita a fijar la mirada en aquellas flores que nacen de las condiciones más hostiles, entre las grietas del cemento y el asfalto en nuestras ciudades.

Su obra, repleta de símbolos, personajes y tipografías, se caracteriza por su trabajo del color, la creación de contrastes que resaltan la figuración en sus pinturas, las imágenes digitales y analógicas o la influencia del grafiti, que han dado forma a un imaginario personal inconfundible.

‘’Flores en la roca’ surge de la observación diaria en el camino al estudio, Lindberg, rodeada del paisaje industrial del sureste de Londres, comienza a documentar alternativas al modelo de ciudad dominante a través de las flores y plantas que crecen alrededor de las vías oxidadas del tren. La obra cuestiona la situación de la mujer en el arte, los límites de la libertad y la moral del bien y el mal, invitando al espectador a reflexionar sobre conceptos como la tecnología, la artesanía o la naturaleza.

Creada como una instalación multidisciplinar, ‘Flores en la roca’ está compuesta de dos obras que encuentran distintas formas de romper con las nociones heredadas de la Modernidad. Inspirada en la técnica del patchwork tradicional, la pieza se conforma de tres paneles textiles que forman un laberinto poroso en el que flores atraviesan diferentes rupturas desde la digitalidad de la impresión al cuidado manual del patchwork, de la sinteticidad del nylon a lo orgánico del algodón. La obra está acompañada de una pieza sonora que simula sonidos de crecimiento.

Desdibujando los límites entre la civilización y la naturaleza, Carolina Lindberg contrapone la dicotomía humano-naturaleza a través de la ruptura de formatos en el plano técnico y material de su obra favoreciendo la idea de crecimiento. Hablamos con ella y nos cuenta todo sobre ‘Flores en la roca’.

Como artista y diseñadora multidisciplinar has trabajado en diferentes medios, moda, textil, música o instalaciones creando un imaginario propio. ¿Cómo definirías tu trabajo?

Mi trabajo es bastante multidisciplinar, de carácter vibrante y experimental. Principalmente consiste en la creación digital de imágenes impactantes, que más tarde materializo y combino con una cuidada selección de materiales como soporte para transmitir una idea o cuestión. Cuando colaboro en proyectos con otras industrias creativas como la música, la moda o los videojuegos, me encargo de trasladar mi universo visual a estos espacios.

¿En qué campo de trabajo te sientes más cómoda?

Durante la pandemia retomé la pintura a modo de ejercicio meditativo y esto ha acabado tomando un espacio considerable en el cuerpo de mi trabajo. En estas pinturas que presento en mi primera exposición individual, se establecen dos momentos: uno más planeado con masas de color planas, y otro de detalle, donde dejo que la improvisación sea la protagonista. Me encanta explorar diferentes campos, pero si tengo que quedarme con uno, sería el textil. Aquí es donde estoy desarrollando una técnica inspirada en el patchwork tradicional, que consiste en el ensamblaje de telas, creando paneles a través de los cuales viaja la información rompiendo con los límites físicos de la propia costura.

Algunos de los elementos característicos de tu obra son las pegatinas o stickers y el graffiti, ¿Qué puedes contarnos sobre esto?

Hace unas décadas el sticker boom se hizo muy popular entre las subculturas. Los stickers son un formato que he trabajado siempre porque viene de mi background como escritora de graffiti. Era la manera de poner tu nombre en todos lados sin tener que usar un spray. De ahí que en mi obra actual aparezcan elementos derivados de este background, notables sobre todo en la combinación de colores y el uso de tipografías.

A lo largo de tu trayectoria has desarrollado un lenguaje visual propio plagado de símbolos y elementos que revelan conceptos ocultos. En tu último proyecto, ‘Flores en la roca’ ¿qué significado tienen las flores? ¿Qué otros símbolos propios de tu trabajo podremos encontrar?

Las flores son el símbolo del ciclo y la renovación. Además, son de delicada apariencia, pero de raíces enormemente fuertes. Esto es algo que ahí dejo para la interpretación del propio espectador. En este proyecto, buscando completar el mensaje, he recurrido a un tercer nivel de información constituido por insectos. Y en este ha aparecido un símbolo muy guay que es el escarabajo, usado como amuleto protector que se popularizó ya en el Antiguo Egipto.

Además de ‘Flores en la Roca’, que verá la luz el viernes 13 de mayo, ¿podremos verte en nuevos proyectos?

Estoy trabajando en mi propia línea de accesorios que consiste en una serie de bolsos made to order, de la cual se podrá ver un avance en la exposición. ¡Estoy muy ilusionada de poder escuchar vuestro feedback pronto!

No te pierdas ‘Flores en la roca’, hasta el 22 de mayo en el Espacio Monbull Córner (c/ Almadén, 19), de Madrid.