La actriz, modelo y poeta narra en The Cut cómo el universo de la alta costura online le sirvió para conocerse mejor.
vía Dazed
Y lo cuenta en primera persona dentro de una serie, Fashion Feelings, en la que participarán nombres destacados del mundillo relatando de qué manera la industria de la moda les cambió la vida.
Hari Nef es la primera en compartir su historia. Lo hace de una forma sencilla y breve, pero toda la información que contiene el texto es muy reveladora. No sólo porque muestra las nuevas posibilidades que, de repente, se abrían ante ella, sino porque supo verlas y adueñarse de ellas.
Todo comenzó delante de un ordenador portátil. Estaba sentada frente a él con su primer novio, un diseñador de moda que por aquel entonces, como ella, todavía iba al instituto. Él le dijo «mira, intuyo que este show de Jean Paul Gaultier te gustará mucho». Fue así como descubrió que en internet podía acceder a infinidad de colecciones. Entonces buceó en el archivo de Style.com y fue creando el suyo propio. «No lo hice por ningún motivo concreto. Lo hice simplemente porque me hacía feliz», cuenta en The Cut.
Poco a poco conoció opciones alternativas a los modelos de belleza que ofrecían revistas como People, en cuya portada aparecían actrices como Jennifer Aniston, Angelina Jolie o Megan Fox. Durante muchos años ese tipo de mujeres eran sus referentes estéticos, a los que no podría parecerse sin pasar por quirófano, llenarse de silicona y con muchas extensiones. Esa opción nunca se la planteó ya que sabía que «no podía aspirar a ser esa niña bonita», pero pensar en ellas le hacía más difícil tratar de definir su propia imagen. Sin embargo, navegando en el mar de internet, se topço modelos en los que mirarse que no encontraba en su vida cotidiana. Esos hallazgos le llevaron a hacerse preguntas sobre su identidad de género.
«¿Dónde me siento más cómoda? En el espacio femenino«
La cara b de la moda le ofreció una alternativa factible. Si no podía estar entre ese grupo de actrices, sí podía buscarse en modelos como Stella Tennant, cuando aparecía entre las páginas de la revista Self Service, Kristen McMenamy retratada por Juergen Teller o una jovencísima Freja Beha Erichsen. Todas ellas representan bellezas alternativas que forman parte de la industria. No se trata de una contracultura. Como explica Hari, estos rostros están respaldados por la gente que decide qué es la belleza en el mundo. Descubrir que los mismos que producían campañas deslumbrantes eran los que creaban historias vanguardistas paralelas le dio mucha seguridad y confianza en sus propias posibilidades.
«Encontré todos esos lugares en los que se retrataban distintos tipos de feminidad y sentí que yo podía aspirar a verme en uno de ellos. Nunca los hubiera encontrado fuera de la moda«
Stella Tennant en Self Service
Kristen McMenamy por Juergen Teller
Freja Beha Erichsen
