¿Aprueba la industria de la moda en detox? Greenpeace tiene la respuesta

06 / 08 / 2018
POR Julia Olmo

Según un informe publicado por la ONG, multinacionales como Nike, Adidas o H&M lideran la gestión de productos químicos tóxicos. Sorprendentemente, el sector del lujo todavía no ha adquirido este compromiso con el medioambiente.

 

Luke Brooks, otoño invierno 2012

 
En el año 2020 se cumple la fecha límite de la campaña Detox promovida por Greenpeace, cuyo objetivo es terminar con el uso de sustancias químicas peligrosas en la cadena de fabricación de ropa y complementos que llegan a las vías fluviales de países como Indonesia, China y México. Para dar inicio a este nuevo proyecto, Greenpeace tuvo que sacar a la luz cómo las empresas producían al menor precio sin preocuparse por el coste medioambiental y humano que suponía y puso en marcha una lista negra en la que aparecían los químicos más peligrosos, al mismo tiempo que se movilizó a 100.000 amantes de la moda para tomar medidas conjuntas y presionar a sus marcas favoritas.

Puma fue la primera marca en sumarse a esta iniciativa tras firmar públicamente el compromiso de desintoxicación. A ella, se sumaron marcas como Adidas, Benetton, Mango, Inditex, Primark o H&M. Todas ellas están gestionando rigurosamente las sustancias químicas implicándose no solo con sus subcontratistas comerciales, sino con sus proveedores en la cadena de suministro, lugar donde se usan las sustancias químicas peligrosas y en el que se centra la mayor parte de la contaminación.

Valentino y Burberry han sido las únicas casas de lujo que se han sumado a la desintoxicación, una sorpresa para el equipo de Greenpeace, que esperaban que fueran más grandes marcas de lujo las que se sumasen a esta iniciativa “pusimos mucho esfuerzo en comprometer a marcas de lujo con la desintoxicación, pero no lo hicieron” dijo Kirsten Brodde, coautora del Informe Detox. Lo cierto es que, a pesar de los avances, el número de marcas que se ha sumado a esta campaña solo representan el 15% de la industria mundial de la moda.

Desde que se inició este proyecto, la relación entre marcas y proveedores ha variado tras introducir una hoja de ruta para eliminar las sustancias peligrosas mediante una gestión más rigurosa de ese tipo de sustancias en la fabricación de las prendas y complementos y la publicación de datos sobre los proveedores y sus vertidos de aguas residuales.

El apoyo que ha recibido esta campaña por parte del sector e incluso de los amantes de las actividades al aire libre, ha demostrado que todos los ciudadanos demandan un cambio en la industria. Las bases ya están sentadas, el paso final es incrementar la transparencia y seguir la hoja de rota. Ya no hay excusa.