Josep Font en primera persona: “Los inicios fueron la mejor época de mi vida”
Retrato de Josep Font por Javier Biosca
A finales del pasado mes de junio, El Cristobal Balenciaga Museoa inauguraba nueva línea de contenidos expositivos con una sorpresa: “Josep Font. Belleza e Inquietud”, la primera retrospectiva dedicada a la trayectoria de uno de los diseñadores españoles más apreciados. El interés que ha despertado la muestra y su regreso después de que dejara Delpozo en 2018, así lo confirma. La antología cuenta con el comisariado de historiador y crítico de arte, moda y arquitectura Josep Casamartina i Parassols, director de la Fundación Antoni de Montpalau, la colección privada de moda más grande que se conoce en España y gran experto en la obra de Font. Con más de doscientas piezas en la colección, Parassols hacía ya tiempo que había planteado al diseñador la posibilidad de hacer una exposición, pero no fue hasta que llegó la propuesta del Museo Balenciaga que lo vio claro.
Font fue uno de los primeros diseñadores sobre los que escribí, cuando a principios de los dos mil logré colarme en la entonces Pasarela Gaudí para hacer mis primeras crónicas para itfashion.com, la ya desaparecida revista online sobre moda que fundé en 1999. Poco más que recuerdos (y algunas fotos analógicas) quedan de esos primeros años en los que sus desfiles, llenos de magia y emoción, lograban transformar el frío recinto ferial con cuidadas puestas en escena y elaborados estilismos. Gracias a él, París y la moda con mayúsculas quedaba más cerca. Su amor por el oficio ya era totalmente palpable entonces, con cuidados diseños que contrastaban con la moda utilitaria y minimalista del resto de marcas que presentaban allí sus propuestas. Años más tarde, poder vivir de cerca su etapa en Delpozo fue emocionante. Además de poder asistir a varias de las presentaciones en Nueva York y Londres, “Historia de un vestido«, una de los primeros artículos que escribí para El País Semanal durante la época en la que colaboré con ellos, pude conocer más de cerca su visión y su forma de trabajar.
Para Font, hacer moda que perdure siempre ha sido algo muy serio. Su proceso creativo arranca plantando semillas: inspiraciones dispares, ligadas la mayor parte de las veces al mundo del arte y a artistas concreto, que luego van floreciendo, creciendo y tomando forma en piezas en las que un estudiado trabajo de volúmenes, yuxtaposición de colores y juego de texturas toman el protagonismo. En ellas, como en las de Balenciaga, lo más importante no es lo que se ve, sino lo que no se ve. Con una mirada muy particular, la selección de piezas que se exponen hasta enero de 2024 en El Museo Balenciaga, desvelan la coherencia y la evolución de su producción, en la que el saber hacer y la recuperación y renovación de técnicas tradicionales tienen un lugar destacado.
Con motivo de la muestra, tuve la oportunidad de conversar con Josep Font para el Blog del Museo en una de las pocas entrevistas que ha concedido. En primicia, compartimos con vosotros algunos de los extractos de la misma y os invitamos a leer la conversación completa en el siguiente enlace.
01. Balenciaga en el recuerdo: «Esta exposición es casi un homenaje a mi madre».
Para Font esta exposición es, de alguna manera, un homenaje a su madre, a quien acompañaba a ir de compras en Barcelona cuando era niño. Fue en ese momento cuando se le empezó a despertar su interés por la moda y por dos nombres, el de Pedro Rodríguez y Cristóbal Balenciaga, que tendrían, más adelante, un lugar especial en su vida.
“Recuerdo que siempre acompañaba a mi madre de compras, era una señora muy elegante y estilosa. Le gustaba mucho la moda y siempre me hablaba de Pedro Rodríguez y de Balenciaga. Íbamos a la tienda Santa Eulalia, en Paseo de Gracia, también a “Todo para la mujer” y a “Pepe Martínez” y cuando se probaba la ropa me preguntaba “¿Te gusta?” Y si yo le decía que no, no se lo compraba. ¡Y yo tenía sólo once años!. Ella era una persona con mucha personalidad y con mucho criterio, por lo que siempre me ha parecido muy fuerte que confiara en mí para decidir. Cuando años más tarde mi padre me lo explicaba yo pensaba que, de alguna manera, mi madre ya veía en mí esa inclinación por la moda” (…) “Y al cabo de unos años estoy en el Museo Cristóbal Balenciaga compartiendo con el maestro. Casi es un homenaje a mi madre.”
Josep Font para Delpozo. Fotografía: Ernesto Artillo. Estilismo y producción: Estudio Lara Ubago.
02. La moda según Balenciaga y Font: “Una de las cosas que más me gustan de Balenciaga es esa sencillez realmente estudiada que tienen muchas de sus piezas”.
Tanto en el trabajo de Balenciaga como en el de Font, la sencillez de los volúmenes emerge como resultado de un profundo estudio y de un complejo trabajo de patronaje. El diseñador catalán siempre explica cómo los estudios de arquitectura le ayudaron en su posterior formación como diseñador de moda, sintiéndose cómodo tanto en el desarrollo de la parte más técnica y formal, como el de la vertiente más estética.
“Una de las cosas que más me gustan de Balenciaga es esa sencillez realmente estudiada que tienen muchas de sus piezas, con las que consigue crear ese efecto de que hay elementos que parece que floten. Me encantan todos esos elementos que no se ven pero que yo sí sé que están. Todo ese saber hacer es maravilloso y es lo que aprecio más de su trabajo”
Josep Font para Delpozo. Fotografía: Ernesto Artillo. Estilismo y producción: Estudio Lara Ubago.
03. Sobre mirar atrás: «Volver atrás, cosa que nunca me gusta, ha sido interesante
La exposición se ha hecho realidad más por el empeño del comisario, el experto Josep Casamartina, una pieza imprescindible en la reivindicación y recuperación del legado de la moda española y catalana, que por el propio Font, que recalca en varias ocasiones que su ego no necesitaba esta exposición. Cuando finalmente vio clara la propuesta, hacerlo en el Museo Balenciaga le pareció el mejor marco, resultó inevitable mirar atrás.
“He adoptado la costumbre de un día para otro olvidarme de la anterior colección, porque sino no podía continuar. Presentaba una colección, estaba a la mitad de la anterior y empezaba la siguiente. Siempre tenía dos y tres colecciones a la vez. Tienes que tener una mente muy ordenada para eso y tengo la facilidad de, después del desfile, al día siguiente, olvidarme del tema. Por lo que cuando Josep Casamartina me enseñaba prendas, de golpe surgían estados oníricos, el momento que se hizo, quién lo llevó, lo mucho que disfruté haciéndola…Incluso me acordaba perfectamente de los tejidos, dónde los compré…de todo. Es volver atrás, cosa que nunca me gusta, pero ha sido interesante y un proceso para recordar”.
Josep Font para Delpozo. Fotografía: Ernesto Artillo. Estilismo y producción: Estudio Lara Ubago.
04. Acercar la moda a todo el mundo: «Lo más interesante de la exposición es poder acercar mi trabajo a todo el mundo».
Desde el momento que se anunció la exposición, el teléfono empezó a sonar y el buzón de entrada no ha parado de llenarse de mensajes de clientes y seguidoras emocionadas por este regreso. Sus vestidos forman ya parte de la biografía de muchas mujeres que eligieron sus diseños para momentos claves de su vida. Poder acercar todo el trabajo que hay detrás de algunas de sus piezas más relevantes, es para Font, una de las cosas que da sentido a esta exposición.
“Lo que es muy importante y bonito es acercar las prendas y los tejidos a todas aquellas personas que no han podido ver nunca en directo uno de mis desfiles. Además, hay cosas que en el fondo se pierden en un desfile: el trabajo de patronaje, las telas…hay una complejidad que ahora se va a poder apreciar de muy cerca, y eso es lo que me parece más interesante de esta exposición”.
Josep Font y Luz Díaz en el año 1987
05. De cuando empezó todo: «Los inicios fueron la mejor época de mi vida»
Aunque la retrospectiva remarca que Delpozo fue el punto culminante de la carrera de Font, el diseñador recuerda con especial nostalgia y cariño los inicios junto a su dupla creativa Luz Díaz, con quien fundó su marca en 1987. Juntos empezaron vendiendo camisas que comercializaban ellos mismos a las tiendas.
“Fue la mejor época de mi vida. Lo hacíamos todo nosotros. Vivíamos entre cajas de ropa, íbamos a visitar y a llevar las prendas a las tiendas. Era una locura, pero había tanta ilusión que lo disfrutábamos mucho. Enseñábamos lo que hacíamos con todo el cariño del mundo, éramos súper tímidos. ¡A veces pensaba que nos compraban por pena y todo! Eres más inconsciente, eres muy joven, todo te parece bien, y aunque las cosas no te funcionan, te da igual, porque la ilusión puede más que todo.”
FW 2013, “Arquitectura Orgánica”, Nueva York. Vestido corto en jacquard de lana marfil con aplicaciones de guipur de lana y mangas japonesas bordadas con cristales negros y piezas metálicas. Colección particular
06. De tener paciencia: «Lo mío ha sido muy lento, llevo muchos, muchos años trabajando»
Josep Font quiere animar a que los jóvenes se atrevan a tirar adelante sus propios proyectos y tengan paciencia, algo que no es fácil en un contexto en el que todo avanza velozmente.
“Estoy diciendo esto para que la gente joven se atreva. También es verdad que la gente joven lo quiere todo muy rápido, y no es así, no es así. Lo mío ha sido muy, muy lento. Empecé muy joven, evidentemente, pero ha sido muy, muy lento. Llevo muchos, muchos años trabajando”.
SS2017, «Soo Sunny Park». Nueva York. Abrigo en tafetán de lino fucsia con mangas pañuelo acampanadas. Colección particular.
07. La moda ayer y hoy: «Entonces la moda era mucho más clasista, para unos pocos. Hacías desfiles y nadie de la calle se enteraba. Ahora todo el mundo puede ver, opinar, comentar, comprar…ahora la moda es global.»
El diseñador tiene claro que las redes sociales han sido lo más importante que ha pasado en lo que respecta a la moda durante los últimos años, para lo bueno y para lo malo. Cuando empezó sólo unos pocos tenían acceso a la información, mientras que ahora todo tiene que ver con una conversación global. Como contrapartida, los meses de trabajo detrás de una colección suelen gozar de tan sólo unos pocos minutos de gloria.
“Se presentaban dos colecciones al año, la gente no veía las imágenes de esa colección hasta al cabo de seis meses, ahora al cabo de cinco minutos ya lo está viendo todo el mundo todo y lo quemas. Hasta los detalles de dentro del desfile. Ahora es todo tan rápido. Las redes sociales han sido en parte los causantes de eso, si comparamos una época con la otra. También es verdad que entonces la moda era más privilegiada, era mucho más clasista, para unos pocos. Hacías desfiles y nadie de la calle se enteraba. Ahora todo el mundo puede ver, opinar, comentar, comprar…ahora la moda es global. En eso ha mejorado, desde luego”.
FW 2008-2009, «Mi España», Haute Couture, París, 2008. Vestido de tul bordado y gazar estampado, inspirado en los azulejos andaluces y valencianos, y plumas de avestruz. AdM 17286. Fundació Antoni de Montpalau.
08. Poner en valor lo que hacemos en casa: «El talento que hay en España es maravilloso. Somos muy buenos».
Presentar en París, le ofreció a Josep Font la posibilidad de abrir su mente y entender los entresijos de la industria internacional, como funcionan las marcas en toda su dimensión. También de percatarse que aquí hay mucho talento y potencial.
«En España, por desgracia, la moda sigue siendo muy desconocida, eso es una realidad. Digo por desgracia, porque soy español, soy de aquí y me encantaría que conocieran el talento que hay en España, que es maravilloso. Pero parece que no existamos, estamos fuera de circuito…no sé que hay que hacer para que esto deje de suceder. Porque yo viajo mucho, veo mucho, y veo el trabajo que se hace en España y somos muy buenos. Hacemos cosas muy buenas, y hacemos muy buen trabajo. Hay gente muy buena aquí. Tú vas al Vogue Runway, ves las colecciones y piensas, en España hay colecciones que le dan diez mil patadas a lo que estoy viendo. ¿A quién hay que llamar, avisar, para que muevan esto? Yo no tengo problema, porque ya está, pero hay mucha gente aquí que está luchando y hacen realmente verdaderas joyas.“
SS 2015, “Josef Albers”, Nueva York. Vestido bustier en varias capas de tul bobinet dorado y verde con bordado de hilos metalizados y piezas de material holográfico que fue expuesto en los famosos escaparates de Navidad de Bergdorf Goodman en Nueva York. AdM 15493. Fundació Antoni de Montpalau.
09. Trabajar en equipo: «El proceso de crear es lo más bonito»
Tanto el proceso creativo inicial como el trabajo en equipo en el taller son dos de los momentos que dan todo el sentido al trabajo de diseñador según Josep Font. Las conexiones que se establecen con otros creativos, artesanos y técnicos tienen para él un valor incalculable y son muy enriquecedores.
“Para mí es el momento más interesante. Me encanta que la gente disfrute con lo que estamos haciendo. He hablado con gente de mi antiguo equipo y todo el mundo lo recuerda como una época maravillosa. Ahora me doy más cuenta aún, y mira que eran horas y horas de trabajo. El proceso de crear es lo más bonito”
SS 2009, “Mirando al mar”, Haute Couture, París. Vestido de noche en crepé georgette y organza beige con bordado en el cuerpo y capa con aplicaciones de pétalos de organza y plumas de avestruz. AdM 15772. Fundació Antoni de Montpalau
10. El futuro de Josep Font… «Todavía queda mucho por hacer»
Aunque lo hizo desde el anonimato, Josep Font insiste que nunca ha parado de trabajar en moda. Ahora, este regreso a primera plana augura nuevas propuestas y la posibilidad de volver con un proyecto propio. Muy perfeccionista, Font sigue con ilusión y a la espera de una propuesta que le emocione lo suficiente como para regresar.
“Tengo varias propuestas, pero no sé muy bien todavía. Me tiene que gustar mucho el proyecto, me tengo que enamorar”.
Hasta que no se produzca el flechazo, tenéis hasta el 7 de enero de 2024 para reencontrarnos con la belleza e inquietud de Josep Font en el Cristobal Balenciaga Museoa.