Fiel a su estética weirdo, la firma consigue perturbarnos con un vídeo dirigido por el artista visual Yilmaz Sen.
La estética de Balenciaga dio un giro de 180 grados con la llegada de Demna Gvasalia en 2015. Desde entonces, el director creativo ha sabido dejar a la industria boquiabierta de forma regular, aunque no siempre en el buen sentido. Esa estética weirdo que caracteriza hoy en día a la firma alcanzó otro nivel hace dos días con su última campaña en Instagram.
El artista visual y diseñador afincado en Copenhague Yilmaz Sen dirige el vídeo que ha provocado reacciones de todo tipo en las redes. Avatares de modelos vestidos con looks de la colección Primavera 2019 miran fijamente a cámara durante unos segundos. Nada fuera de lo común, hasta que comienzan a contorsionarse de forma inimaginable. Las piernas de una se retuercen hacia atrás quedando suspendida en el aire con forma de caballito de mar, la parte superior de otro se enrosca pareciendo un espiral y los hombros de uno aumentan hasta imitar la estética del último clip de Kanye West con Lil Pump y Adele Givens. El video, que solo dura 48 segundos, incluye 6 avatares con sus respectivos looks. El entorno escogido, urbano y algo decadente, complementa a la perfección la estética psicodélica, cargada de logomanía, estampados y colores que caracteriza a esta colección. El estilismo corre a cargo de Lotta Volkova, una colaboradora habitual de la marca que nunca decepciona con su trabajo.
El resultado son unas imágenes surrealistas y algo perturbadoras que no han dejado indiferente a nadie. Quien no ha sentido miedo, si algo de incomodidad o rechazo. El lookbook de la colección también cuenta con avatares que de vez en cuando insertan en mitad de la montaña o en una playa tropical al atardecer. Balenciaga nos tiene acostumbrados a campañas originales para las que Demna no duda en buscar talento fuera de la industria de la moda. Ejemplo de ello es su campaña Paparazzi que hizo furor en las redes. No hace falta más que echar un ojo al perfil de la firma en Instagram para observar que desafiar los límites del buen gusto es algo que Demna disfruta, domina y que a juzgar por la ventas, funciona.
–
