El Dr. Tasker era el principal radiólogo en el Hospital Wilshire en Los Ángeles durante la década de 1920. La radiología, por aquel entonces estaba en su fase inicial y, para su correcto desarrollo, se estudiaba el funcionamiento de la fotografía convencional. Para Tasker las flores eran la expresión de la vida amorosa de las plantas. Su inclinación por la belleza le llevó a atrapar su esencia mediante rayos x. Sus retratos florales capturan el delicado y sutil interior de rosas, eucaliptus, lotos, tulipanes o flores de lis. Fue así como los descriptivos trazos que dibujaban la frágil estructura de las flores compusieron una atemporal relación entre la ciencia y el arte.
Tasker quiso retratar la poesía que vio en la botánica con unas composiciones mínimas en las que lo diáfano y lo oscuro definían la superficie de cada impresión. La iluminación de todas las flores deja al descubierto cada uno de los pétalos o filamentos, acercándonos a la intimidad de la naturaleza.