La fotografía íntima y reveladora de Deana Lawson

29 / 03 / 2022
POR Alba Rubio

El MoMa acoge la retrospectiva más grande de la fotógrafa con una exposición que aborda temáticas como el amor o el deseo y desafía los estereotipos raciales.

Deana Lawson llega al MoMa en abril con una de las exposiciones más grandes dedicadas a la obra de la artista neoyorquina. La fotógrafa se ha convertido en una de las voces más singulares de la fotografía actual. A través de retratos de estudio y fotografías documentales, el trabajo de Lawson desafía las representaciones convencionales de la vida de los negros, imágenes intimas, pero tremendamente reveladoras que representan narrativas de familia, amor y deseo.

Inspirada en la materialidad de la cultura negra y su expresión a través del entorno doméstico y el cuerpo, el trabajo de Deana Lawson aborda temas como el legado familiar, la estética espiritual, la comunidad, el romance o la sensualidad. Imágenes en las que el color, la luz o los espacios representan la liberación y el poder a través del espacio personal e íntimo.

La fotografía de Deana Lawson en apariencia espontánea es en realidad un trabajo cuidadosamente orquestado para sugerir preguntas en el espectador. Lawson construye escenas deslumbrantes y deliberadamente teatrales, cuya composición está medida al detalle. Los retratos están plagados de íconos y símbolos hogareños que encarnan la fe y la espiritualidad. La ropa de cama, los muebles de interior o la vegetación que rodea a sus modelos está estratégicamente pensada. Los colores azules, púrpura y rojo enmarcan las penetrantes miradas de sus fotografiados, que parecen dirigirse a un más allá etéreo.

Espacios domésticos, situaciones de gran intimidad, lugares que tienden a estar repletos de vida. Cuerpos desnudos, parejas abrazándose enamoradas, bebés durmiendo, cajas de zapatos, comida, juguetes o ropa sucia. Retratos íntimos pero muy reveladores que exploran la capacidad del cuerpo para canalizar historias personales. Un espacio donde el espectador es invitado a reflexionar sobre su propia interpretación del arte.

La fotografía se convierte en una herramienta para compartir historias, imágenes arraigadas al mundo sensible que funcionan como ventanas a distintos espacios como los sueños o los recuerdos. Fotografías donde lo cotidiano se acerca a la imaginación y se convierte en algo asombroso.