Roberta Vázquez: «estoy haciendo el cómic que me hubiese gustado leer a mí de pequeña»

28 / 04 / 2023

Es una de las representantes del cómic contemporáneo. Ahora que participa en la expo ‘Constelación gráfica Jóvenes autoras de cómic de vanguardia’ del CCCB, en #VEINDIGITAL hablamos con ella.

Roberta Vázquez nació en Santiago pero vive en Barcelona desde hace años, donde resiste a la gentrificación a base de sudar tinta. Ha pasado de las infinitas ferias de autoedición, en las que sigue participando, a montar instalaciones propias en lugares como el CCCB‘Constelación gráfica’, abierta hasta el 18 de junio– y CentroCentro. Roberta es protagonista de una época en la que las viñetas saltan del papel recibiendo por fin el reconocimiento que se merecen por su valor artístico y pedagógico. La entrevisto en su habitación, donde ha creado un oasis que le permite leer, dormir y seguir dibujando como una genia.

Los Simpsons son personajes de culto, al menos así deberíamos de considerarlos después de habernos acompañado durante toda la vida ofreciéndonos las mejores dosis de cultura, política y humor. Considero que han forjado parte de la personalidad de varias generaciones, sobre todo de la nuestra. ¿Cómo es esta influencia en tu trabajo?  ¿Hay otros dibujos que te hayan influenciado?

Así es. Considero que las primeras 10 temporadas de los Simpson son una obra de arte a nivel de guión y dibujo (se nota que todavía se dibujaba a mano cada frame, y como romántica de lo analógico que soy, esto me parece un sinónimo de calidad). Otras series de los 90 que me encantan: King of the hill, Beavies and Butt-Head, Street Sharks, Motorratones de Marte, Las Tortugas Ninja, Pepper Ann, La Banda del Patio…La lista es infinita, había mucha calidad en cuanto a series de animación. Todas ellas han hecho que mis personajes sean sarcásticos, se puteen entre ellos, sean muy coloridos, y lleven gafas de sol sin venir a cuento.

La cuota mínima de autónomos este 2023 es de 230 euros ¿Qué es (y no cómo) ser autónoma hoy?

Una pesadilla, una injusticia, y una constante piedra en el camino. Parece que quieran arruinar la vida de cualquier persona que se lo intente montar por su cuenta. No pienso rendirme, pero estoy agotada. 

Haba Chunga, Señor Sabenada, una porción de pizza y frutas variadas… tus personajes van variando como tus historias. ¿Qué proceso sigues para darles vida? ¿Cuáles son tus favoritos o los que te acompañan desde hace más tiempo?

Muchas veces parto de un objeto, o una figurita, y le hago preguntas. Voy construyendo su personalidad y modificando su aspecto hasta que creo algo único. A ver, está todo inventado ya, pero intento aportar mi propio enfoque de las ideas que todos conocemos. Mi favorito es Haba Chunga, está basado en una haba de Roscón de Reyes que me compré por 2€ en el mercado de Encants. Es un personaje que te dice verdades universales a la cara, y además te vacila, y siempre tiene la razón.

Hasta el 18 de junio se podrá ver ‘Constelación Gráfica’, la expo sobre jóvenes autoras del cómic de vanguardia del CCCB. ¿Cómo ha sido la experiencia de participar en la muestra? Tu instalación abre la exposición ¿Qué has querido mostrar en ella?

Ha sido un regalo formar parte de esta exposición. Nuestro trabajo está llegando a muchísimos lectores nuevos, es emocionante y estoy muy agradecida. Un equipo enorme ha estado trabajando con nosotras durante un año, grabando entrevistas, seleccionando nuestros trabajos, negociando qué exponíamos y qué no, preparando las instalaciones y diseñando el montaje, y esto se nota en el resultado. Todas las salas cuentan con una retrospectiva del trabajo de cada autora, y después una instalación creada para la exposición en la que se nos pedía romper con el formato tradicional del cómic. Lo mío es un mix entre una historia de “elige tu propia aventura” y un juego de mesa gigante. Quería hacer algo divertido. Mientras lo diseñaba pensaba en la escena de Big en la que Tom Hanks toca un piano con los pies, o en Jumanji.

Eres de Santiago pero llevas años en Barcelona. ¿Cómo fue llegar? ¿Por qué decides quedarte a pesar de lo duras que se están poniendo las cosas?

Estuve a punto de tirar la toalla al segundo año. Pero según se fue acercando la fecha de marcharme, empecé a hacer planes guays para despedirme de la gente que había conocido los últimos meses, y me lo estaba pasando tan bien, que cuando me surgió un trabajo de dependienta me quedé sin pensarlo. Sin duda la mejor decisión de mi vida. Vivir aquí es muy duro, pero me encanta Barcelona: está bien conectada, hay festivales de autoedición, Fatbottom, Máquina Total, los mejores conciertos, y todos mis amigos son dibujantes de cómics a los que admiro, no le pido más a la vida. Bueno, sí: ¡Regularización del alquiler!

¿Cuándo empezaste a hacer cómic ? ¿Hubo algún cómic o autor que te abriese el camino?

He hecho cómics desde niña, pero cuando empecé a planteármelo como algo serio fue en la adolescencia. Me leí “Odio” de Peter Bagge, y me voló la cabeza. Fue un hilo del que tirar para descubrir más autores del underground americano, como Phoebe Gloeckner, Robert Crumb, o Gilbert Shelton. Los trabajos de Alberto Vázquez también me marcaron mucho cuando empezaba a publicar mis primeros fanzines.

Hoy, ¿qué es lo que más te sirve de inspiración?

Hablar con mis amigos por audios, me marco unos monólogos de los que siempre rescato alguna frase. Ellos creen que les hago terapia, pero son ellos los que me ayudan a mí.

Casi no se puede vivir ya sin IG, menos si te dedicas a algo creativo. Con criterio le puedes sacar partido, pero ¿qué ha sido lo más horrible que te pasó en IG? O lo que menos soportas de las redes sociales en general…

A mí me encanta Instagram, es una manera muy directa de estar en contacto con tus lectores. Me dicen que se han reído mucho, o que les he alegrado un día de mierda, y eso siempre anima a seguir trabajando. Lo que menos soporto: que a la mínima que una red social funciona, la capitalizan e intentan que paguemos por publicidad, a cambio de que la cuenta vuelva a tener una visibilidad normal. Me niego. Me gustan los likes como a todo hijo de vecino, pero no pienso pagar por ellos.

Algo que no soportes y algo que adores de lo que se está generando en la ilustración del presente.

Estoy un poco out de la ilustración, te lo voy a contestar con el cómic. Adoro: que el cómic se haya puesto de moda, esto genera interés en un público más amplio y nos ayuda a salir de las cloacas. Odio: que alguien que no se dedique al cómic me venga a decir cómo “mejorar” una de mis viñetas, siempre son ideas malísimas. También odio lo poco que se valora el trabajo desde el propio sector del cómic, es increíble como grandes instituciones que se supone que nos apoyan, a la hora de la verdad nos menosprecian y nos mal pagan, pero luego se les llena la boca hablando de arte y cultura.

Cuentos para niños. ¿Cómo está siendo trabajar para Blackie Little?

Estoy haciendo el cómic que me hubiese gustado leer a mí de pequeña. Llevo dos años y medio trabajando en ello, y es mi proyecto más cuidado hasta la fecha: he puesto atención en cada detalle. Me da un poco de miedo lo que vaya a pensar mi pequeña fan-base de niños que leen mis cómics, porque en este no va a haber ni tacos, ni sexo ni drogas, evidentemente. Espero que no les decepcione.

¿En qué estás trabajando ahora?

Preparando material nuevo para ferias de autoedición como el Gutter Fest y Libros Mutantes, terminando el libro para Blackie Books, y haciendo las últimas gestiones de la Expo “Perdona, estoy hablando” (Centro Centro Cibeles, Madrid, 2023) una exposición sobre cómic autobiográfico hecho por mujeres, que he comisariado junto a Tevi de la Torre y Teresa Ferreiro. También estoy haciendo encargos freelance, impartiendo talleres de cómic, y llevando mi tienda online, para pagarme las facturas.

¿Cómo te gustaría verte en unos años?

Con la estabilidad suficiente como para vivir sola (pero de alquiler, no creo en las viviendas en propiedad), con muebles bonitos, una zona de trabajo iluminada, un perrito al que pasear, y un novio con bigote y sentido del humor, que viva en su propia casa, pero que venga los domingos a hacerme una paella y a echarme un buen polvo. ¿Es tanto pedir? 

¿Un plato favorito?

Huevos fritos con patatas.

Una merienda ideal…

Café americano y una galleta Chips Ahoy extra tierna, de esas gigantes y blandurrias.

Un personaje de Los Simpsons

Edna Krabappel.

Texto y fotos de Rocío Madrid