La generación ‘MEVOY’ de Sara Rivero

08 / 10 / 2021
POR África Poveda

«Es una reflexión sobre el desarraigo. Un viaje de ida y de vuelta. De conflicto y reencuentro». Hablamos con la actriz y directora sobre ‘Castilla Mal’, electrodocumental sobre una España interior que sufre un doble desgarro: el de la despoblación y el de su propia identidad.

Vemos a Sara Rivero en la televisión, la vemos en el cine, en el teatro, haciendo doblaje. Vemos a una artista multifacética que nunca se despega de su afán por innovar. Con motivo del Festival Notodofilmfest y su nueva sección especial ‘Valladolid, ciudad creativa’, la actriz vallisoletana ha sido nombrada embajadora de dicho premio presentando su propio documental. Después de ver algunos de sus trabajos, como ‘Papa Cohiba’, Sara vuelve a sacar su lado más creativo en ‘Castilla Mal’: un espacio de reflexión en torno a la experiencia de la huida del lugar de nacimiento, el impulso de marcharse, la necesidad de dejar atrás. 

Ella se autodefine como la generación ‘MEVOY’. Un sentimiento no determinado por el año de nacimiento, sino por una fuerza que empuja a crecer con un único e irrefrenable deseo: irse de casa. ¿Cómo es la relación entre tú y tu lugar de origen cuando la necesidad de prosperar te obliga a abandonarlo? Marchar porque el futuro es fuera, para encontrar raíz, para legitimarte, para poder ser. En cualquier caso, marchar siempre tiene un precio: la renuncia. La desvinculación de los orígenes. La experiencia de fragmentación respecto a tu propio territorio.

Te hemos visto actuar en televisión, en la gran pantalla, en teatros, como actriz de doblaje, y ahora también como creadora. Cuéntanos, ¿quién es Sara Rivero? ¿Cómo es el día a día de una artista multidisciplinar como ella?

Sara Rivero soy yo, hablar de mí en tercera persona me da mucha vergüenza, jajajaja. Amo lo que hago pero trabajo muy duro como todo aquel que resiste en esta profesión. La vida del artista… ¡ay la vida del artista!

Estamos acostumbrados a tu faceta como actriz, pero aún muchos no conocen la de creadora. ¿Qué fue lo que te motivó a probar a estar detrás de las cámaras también?

Hay un pacto bien equilibrado entre mi yo-actriz y mi yo-directora. Cada parte nutre y facilita el camino de la otra y ambas son perfectamente compatibles. ¿Cuándo llegó la directora? Siempre estuvo, aunque empezara a hacerse pública mas tarde.

Hace dos años, nos sorprendiste con tu «electrodocumental’ ‘Papa Cohiba’. Ahora vuelves a utilizar el mismo formato para presentarnos ‘Castilla mal’. ¿Podrías explicarnos más acerca de este concepto?

‘Castilla mal’, es cine ensayo, es poesía visual, es electrodocumental…es una pieza que no apela al intelecto sino a lo visceral. Da igual dentro de qué género la etiquetes. La fuerza de la pieza es un sentimiento arraigado pero inconsciente y la forma en la que se cuenta es la manera en la que yo me relaciono con ese pulso.

‘Castilla mal’, se centra en el mal de una Castilla que se vacía, la España interior que sufre el desgarro de la despoblación y el de su propia identidad. ¿Cómo nace esta idea?

Este corto es fruto de un proceso de investigación sobre memoria histórica castellana, identidad, territorio… Es algo con bastante fondo de lo que, tanto mi equipo como yo, deseábamos hablar.

A lo largo del vídeo vemos a un individuo experimentar la fragmentación de su propio territorio. Tú, siendo de Valladolid, ¿te inspiras en los sentimientos que tienes por tu Tierra?

En este corto se escucha mi voz, pero responde a las voces de muchas personas. De dentro y de fuera de Castilla. Es universal. No es un diario personal, es una reflexión sobre el desarraigo. Un viaje de ida y de vuelta. De conflicto y reencuentro.

La música y las imágenes se mezclan con la profundidad de tus palabras con frases como ‘El futuro nunca llega si no abrazas la raíz’. Con este documental, ¿pretendes concienciar de la grandeza que esconde la vida rural a todos aquellos jóvenes que buscan su futuro fuera?

La verdad es que no. Hablo de la forma de relacionarnos con nuestros orígenes, seas de donde seas. Mi imaginario simbólicamente es rural en relación a Castilla, pero no tiene por qué ser el tuyo.

La música electrónica, que es poco común en el mundo cinematográfico, en tus documentales es la protagonista para despertar emociones en el espectador. ¿Por qué escoges este género musical?

No es una decisión formal para despertar emociones en el espectador, porque hay otros tipos de música y otros instrumentos que te lanzan mucho mas fuertemente a la emoción. Al contrario, la música electrónica genera un distanciamiento que te permite pensar. Y si conectas, conectas desde otro lugar mas primitivo que no es emocional. Pero, sobre todo, lo uso porque ese es mi bit y creo desde lo que soy. Desde lo que a mí me moviliza.

Aunque llevas pocos años de andadura como creadora, ¿te ves dirigiendo proyectos más grandes a largo plazo? ¿ya estás madurando algún otro trabajo?

Sí. Vendrán cosas con la misma fuerza con la que yo voy hacia ellas. Así funciona la vida.

Puedes saber más de la trayectoria de Sara Rivero y sus proyectos en www.sararivero.com

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Créditos:

Actor videoclip: Borja Maestre

Fotografía: Cristina R. Vecino

Director de fotografía: Victor Hugo Martín Caballero

Director de producción: Santiago Ayala

Diseño de movimiento: Amaya Galeote

Visual creative: Pablo García Sanz

Grafismos: Emilio Lorente

Música: Mckanan

Atrezzo: Gonzalo de Miguel

Vestuario: Cristina Reyes y Josefina Maestre

Gaffer: Jose Luis Medina

Eléctrico: Alejandro Martos

Escrito, dirigido y producido por Sara Rivero