Siéntete como una planta

17 / 09 / 2021
POR Nia Delfau

Nia Delfau inaugura su primera exposición de fotografía, ‘Como una planta’. Recuperamos un texto que escribió para nuestro último número en papel, VEIN no.15, en el que comparte el proceso de su bonito proyecto.

Soy directora de arte, fotógrafa y diseñadora gráfica. Durante años he trabajado en diferentes estudios de diseño en Barcelona. El último fue The Animals Observatory’, una marca de moda infantil. Luego me surgió la oportunidad de ser la asistente del fotógrafo Osamu Yokonami y decidí instalarme en Japón unos meses.

Una de las cosas que más me impresionó fue la amabilidad, la educación y el respeto de la gente con quien me rodeé allí. De forma inesperada, me sentí muy bien en un lugar desconocido. Al no hablar el idioma tuve que estar mucho tiempo en silencio. Algo que en un inicio me daba miedo, pero que al final me gustó. 

Uno de los recuerdos más especiales fue despertar por sorpresa delante del monte Fuji. El día anterior mis compañeros me dijeron – mañana has de estar en el estudio a las cuatro de la mañana, iremos a visitar una granja. – No me dijeron nada más. Al día siguiente iba en el coche haciendo cabezadas al estilo japo. Me dormía, me despertaba… llegamos y ahí estaba. Osamu me mira y me dice – eres afortunada por estar aquí– Así lo sentí.

Allí también conocí a Daisuke Hammada. Descubrí sus fotografías en la revista “The Plant”. Me gusta su mirada. En concreto su serie de flores fuera de foco. Mi amiga, Cici, Cecilia Duarte, me pasó una lista de consejos antes del viaje y entre sus comentarios, me dijo: – escribe a Daisuke. Hace unas fotos muy bonitas. 

Le escribí un email hablándole de un proyecto personal que hace referencia a un libro. Hace años, buscando en Google sobre identidades que tuvieran el apellido ‘Delfau’ encontré el libro de Jacques Delfau junto con Marc Attali. Me pareció un libro precioso, sensual e intrigante, me encantó y decidí hacer una interpretación de esta obra jugando con la identidad del apellido Delfau (del autor y el mío). 

Así contacté a Daisuke, para emprender este proyecto fotográfico, también me hacía ilusión retratar mi primera estancia en Japón. Una vez delante de la cámara me dio vergüenza posar desnuda así que preferí ponerme el primer pañuelo de la colección. Pero me llevé el conocer a una persona delicada, sensible, inspiradora. Sus paseos por librerías de segunda mano maravillosas. 

Justo la primera vez que nos conocimos le hablé de este libro y me dijo: – Igual lo encontrarás en la librería ‘Flying books’ aquí en Shibuya, te acompaño. Fue como un sueño, llegar y encontrarlo en las vitrinas de la entrada expuesto. ¿Qué casualidad, no?  Investigando, preguntando en otras librerías de Jimbōchō, el barrio de libros usados y editoriales, me decían – solo aparece una unidad – y era en la librería que Daisuke me había dicho. De ese viaje también me llevo una colección de imágenes mentales.

  • Mujeres bañándose en el Onsen.
  • Un día de lluvia dentro del museo Tadao Ando de Teshima, sentada en el suelo observando cómo caía la lluvia. 
  • Autorretrato sudando mientras tomaba sopa de miso en verano.
  • El jardinero de Naoshima. – Hablando con él, me preguntó de dónde era, le dije – Barcelona y me fui. Al minuto escucho – ¡¡Barcelona!! Venía rápido hacia a mí, y me regaló el sombrero que llevo puesto en la foto en blanco y negro. Me hizo mucha ilusión.
  • Los niños de camino al colegio con su uniforme, mochila cuadrada y gorros blancos.
  • La piel de las japonesas.
  • La reacción de los clientes cuando miraban el resultado fotográfico de Osamu y decían ‘Kawaiiiiiiii’ mil veces en una sesión.
  • Las sonrisas.
  • La actitud de Osamu mientras trabajaba, mantenía siempre la calma. También era muy divertido.
  • Los lunes que llegaba al estudio y veía las cañas de pesca secando. El pescado. 
  • Mi compañero Ukkun, @wataru_kakuta cuando me regaló una foto suya un día que yo estaba triste – ¡Guárdala en tu cartera, cuando vayas a París, háblales de mí y diles que soy un buen fotógrafo! – Él sueña con trabajar en París. 

Al regresar de Japón tenía muchas ganas de vivir cerca de la naturaleza y me vine a vivir al Empordá. Volví con ganas de apreciar más los momentos cotidianos sin esperar acontecimientos extraordinarios. Estar en mi casa, compartir con familia y amigos. A nivel de trabajo, me despertó muchas más ganas de crear y de trabajar. Por esto la idea de empezar con el proyecto Casa Delfau, un espacio de creación con colaboraciones pequeñas desde donde desarrollo mi parte más personal en forma de marca, galería, proyectos propios. 

Estoy haciendo fotografías y arte para marcas como The Nude Label’, ‘Mamita Botanical’ o ‘Rowse´. También escribiendo y editando un libro con una editorial de Barcelona: el diario de mi estancia en Tokio. Y trabajando en el lanzamiento de mi primera colección de pañuelos ‘Delfau’. Esta colección es una reflexión, observación a los estampados de las flores. Llevo años haciendo esta observación floral y representándola a través de gotas de acuarela.  A veces cierro los ojos y dejó caer el pincel a modo de terapia. Sin pensar en la parte estética, solo en la emocional. Esto me relajaba mucho y me equilibraba. Estos pañuelos abrazan esta historia.

En Japón, cada mañana de camino al trabajo veía liliums. También cuando íbamos a la parte de Chiba o en el norte en Hokkaido, nunca vi tantos y con gamas de colores preciosas. Mi relación con la naturaleza y las flores es terapéutica: me da estabilidad emocional. Una planta es constante cambio. Durante años, estando en la ciudad, me iba los sábados al mercado a comprar flores. Luego documentaba a través de la fotografía su vida. Este proceso me relajaba, me daba alegría. Ahora prefiero no comprarlas, intento tenerlas cerca.

En este proyecto me han inspirado artistas como Lee Ufan, Yayoi Kusama, Tadao Ando, Matisse, Sonia Delaunay, Claude Monet, la voz de Nick Cave & The Bad Seeds, la música de Ryuichi sakamoto, Takashi kako, Silvia Pérez Cruz, Marta Cascales Alimbau
Para crear, mi mayor ritual es ser consciente de los silencios y disfrutarlos. Recientemente he descubierto el concepto ‘MA’, a través del nuevo disco de Silvia Pérez Cruz, es un término que se traduce como pausa, espacio, abertura o intervalo. Según la filosofía japonesa, ese espacio está lleno de energía. Soy espiritual, pero sobre todo, muy emocional.

Ahora, una de las cosas que valoro, a pesar de la tristeza de la crisis económica y sanitaria que estamos viviendo, es que nos ha llevado a todos a pensar en el presente. Para mí, una manera de calmar el alma es dedicar tiempo a todo aquello que me hace sentir bien y me llene, por lo menos intentarlo.  Antes me pasaba el día pensando en el futuro y no me hacía feliz. Ahora prefiero estar en el presente, sin hacer demasiados planes.

‘Como una planta’ se puede visitar en el Castell Carolingi de Sant Martí d’Empúries hasta el 26 de septiembre.