Tapices, tesoros y tribus

10 / 01 / 2016
POR Sara Barahona

Maryanne Moodie comenzó a fabricar tapices cuando nació su hijo y fue así como tejió una nueva forma de ocupar su tiempo,  ganarse la vida y conocer gente con la que compartir su afición.

 

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No tenía claro por dónde empezar y se enfrentaba al telar vacío sin saber cómo terminaría la aventura. Hoy tiene muchos alumnos a los que acompaña en todo el proceso. Dice que enseñar es lo que más le gusta de todas las partes de su trabajo. Su centro de operaciones está en Brooklyn, pero es de Australia. Cuando llegó al barrio neoyorkino estaba embarazada. «Fue entonces  cuando reduje la velocidad. Quería encontrar la manera de apreciar las cosas pequeñas y de hacer la vida más sencilla. Tenía un telar en el estante, pero no fue hasta que Murray nació que empecé a crear tapices. De repente tuve tiempo para sentarme y relajarme cuando el bebé estaba durmiendo», cuenta Maryanne en una entrevista.

Inspirada por el trabajo del artista textil Nick Cave, comenzó a tejer para decorar su nueva casa y hacer regalos a sus amigos. Tirando del hilo, la madeja rodó sola por el barrio. Su trabajo comenzó a despertar interés, lo que le dio la posibilidad de dar clases, algo con lo que fantaseaba desde que iba a la universidad. Y poco a poco encontró a su tribu.

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¿Quién no querría tener uno de los tapices de Maryanne?

 

vía www.thedesignfiles.netwww.thejealouscurator.com

 

www.maryannemoodie.com