Weird Barbie «libertad de expresión» ha llegado para recordarnos que cuando le dimos vida ya cambiamos las normas, y para convencernos de que podemos volver a hacerlo.
Para muchas de nosotras, lo único extraño de la coprotagonista del verano, es el que la hayan bautizado como «weird» Barbie. Tan común nos resultó siempre «la rara» que no teníamos una única, y bajo esa categoría, tan subjetiva y genérica como auténtica, podía englobarse la colección íntegra de muñecas que nos pertenecía: Una colección que no necesitabamos ampliar con novedades, porque variaba constantemente al materializar nuestra imaginación. Peinados, prendas y entornos nunca eran los mismos porque integrábamos todo tipo de técnicas mixtas y objetos cotidianos con tal de renovarlos.
Nos creemos la película de que «las ideas viven para siempre», pero no sólo porque nos la cuente America Ferrera, sino porque muchas de las ideas que hoy nos ocupan nacieron en nuestras habitaciones de infancia: Hace más de dos décadas escribimos cartas perfumadas en escritorios llenos de pegatinas holográficas y tridimensionales; garabateamos dibujos en las agendas de teléfono de nuestras madres mientras esperábamos a que nuestras amigas descolgasen del otro lado; unimos servilletas, enganchamos imperdibles y ensartamos botones para crear prendas diminutas, ó dedicamos horas a colocar mini mobiliario de plástico.
Hoy somos redactoras, estilistas, ilustradoras, fotógrafas. Generaciones de niñas para las que experimentar fue algo intrínseco al entretenimiento (y hoy lo es a la profesión), y que de adultas seguimos preguntándonos ¿quién determina eso de «ya se ha jugado demasiado»? Mucho antes de considerar estas 4 palabras como el slogan prescindible de una muñeca única (para nosotras, el ser la más natural entre las artificiales supone su reclamo por excelencia), ya las habíamos escuchado decenas de veces. Siempre en boca de quienes siguen sin tomarse en serio ciertas vocaciones, contribuyen a la precariedad en la que a menudo se desempeñan, y animan a romantizar el compaginarlas «como hobbys» con otros «trabajos de verdad».
Un editorial fotografiado por @freckleseye con estilismo de @colaya_ y protagonizado por @sofigc_ para @veinmagazine
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Fotografías de @freckleseye
Estilismo por @colaya_
Modelo: @Sofigc_
