El desfile de Gucci otoño-invierno 16/17

25 / 02 / 2016
POR Marisa Fatás

El caos de Alessandro Michele desordena el mundo para reinventar una nueva armonía.

 
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Las referencias que utiliza Michele, estando fuera de lugar, siempre encuentran su sitio adecuado. Todo es dispar, pero al mismo tiempo casa de un modo que es amable y coherente. En definitiva, desde que tomó el timón de la casa Gucci, su apuesta por la hibridación ha conseguido superar cualquier contradicción.

Sin embargo, ¿Cómo logra entremezclar de forma fluida símbolos opuestos? Su brújula viene marcada, ni más ni menos, que por el pensamiento rizomático (G. Deleuze, F. Guattari), hilo conductor de esta estética tan compacta y reconocible que evoca a la idea de unidad. Buscando un destino final, el diseñador apuesta por el movimiento en múltiples direcciones y la interactuación con todo aquello que encuentra a su paso.

«Esta idea da forma a la colección femenina otoño/invierno 2016-2017. Cada vestido refleja sistemas de signos y nudos muy diferentes que siguen direcciones multiformes y no jerárquicas. La colección se basa en un principio de conexión y heterogeneidad. Una partitura de sugerencias que se entremezclan, se modifican y hacen referencia unas a otras, fluyendo a través de correlaciones de sentido impredecibles», explica el texto que acompañaba el desfile.
 

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