«Hotel Explotación» visibiliza la indigna realidad de las camareras de piso y persigue al colectivo en la lucha por sus derechos.
En plena crisis del Covid-19, circunstancias en las que se revela la importancia del sector de la limpieza, con profesionales trabajando en hospitales y en zonas sensibles al contagio, Centuria Films, Begin Again Films y su directora Georgina Cisquella homenajean al sector poniendo a disposición del público “Hotel Explotación”: un documental que muestra la situación de explotación y las miserables condiciones laborales de “las kellys”, las camareras de piso, y las acompaña en su lucha por alcanzar los derechos que le corresponden.
“Hotel Explotación” evidencia la invisibilización que sufren las limpiadoras en los hoteles debido al desprestigio del rol de “limpiadora” y al hecho de ser una sector altamente feminizado (más de doscientas mil mujeres trabajan como camarera de pisos), hechos que las ha llevado a ser la parte que hay que ocultar, como si su papel no fuera determinante dentro de la maquinaria del turismo, las ha llevado a ser “esas mujeres invisibles por los pasillos con el carro”, “las olvidadas”.
El documental se centra en la precariedad que sufren las camareras de piso, quienes señalan cómo el sector hotelero se ha aprovechado de la crisis para aumentar el beneficio a su costa, sobrecargándolas de trabajo que las obliga a aumentar el ritmo normal de trabajo y aumentando las horas laborables a cambio de sueldos mínimos; situación que les trae dolencias físicas y una difícil conciliación del trabajo con la vida familiar. También se critica el proceso de externalización del servicio que el sector ha experimentado sobre todo desde 2012, que ha contribuido al despido de plantillas completas, a la bajada de salarios y a la estacionalidad.
Ante la falta de una organización a la que acudir para presentar sus quejas, hace año y medio, el colectivo empezó a organizarse para denunciar públicamente la situación y reclamar sus derechos, así nacen «las kellys». El documental pone rostro al problema y sigue el viaje emprendido por “las kellys” para devolver la dignidad al sector.
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