El estudio anual ‘Pulse of the Fashion Industry’ señala que el sector textil ha reducido negativamente su sostenibilidad en un tercio, encrudeciendo todavía más el problema del cambio climático.
Fotografía de Global Fashion Agenda
El sector de la moda vuelve a dejar sin pulso al planeta. Ante un futuro incierto donde el cambio climático aumenta a pasos agigantados, la ineficiencia de las políticas de prevención agudizan el problema.
El nuevo informe Pulse of the Fashion Industry arroja datos preocupantes sobre la cuestión, mediante la evaluación anual del desempeño ambiental y social de la industria de la moda en materia de sostenibilidad. El porcentaje de pulso se ha ralentizando un tercio este año demostrando así que el cambio no es lo suficientemente rápido para combatir el crecimiento del daño al medio ambiente.
El estudio realizado por la Global Fashion Agenda (GFA), en colaboración con el Boston Consulting Group (BCG) informa, además, del incipiente aumento de la industria mundial de la moda y del calzado en un 81%. Por ende, se estima que para el 2030, la población mundial compre un 63% más de ropa, o dicho de otro modo, que se consuma un total de 102 millones de toneladas de prendas.
El informe de este año brinda información orientativa a las compañías que buscan producir de manera responsable así como realiza una hoja de ruta para aquellas empresas que deseen hacer negocios respetando el planeta. El mismo, “sigue la firme creencia de que los desafíos ambientales, sociales y éticos que enfrenta la industria hoy en día no son simplemente una amenaza, sino una inmensa oportunidad de creación de valor sin explotar”, tal y como resumen en su página web.
Aunque no todo son malas noticias, pues el estudio revela, mediante una encuesta realizada en cinco diferentes países, que los consumidores cada vez están más concienciados con el medio ambiente y la sostenibilidad.
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